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Demon

Ajustaba el corset de Adella mientras que ella se sujetaba la cintura con ambas manos, no necesitaba hacer mucha fuerza ya que un simple tirón lo dejaba perfecto

Ella suspiro por la presión y en ese momento, en el que ella se volteo, mi vista se fijó en sus senos apretados por la fuerza que ejerce el corset

Sus senos resaltan más ahora y en ese momento los recuerdos de lo bien que se veían rebotando sobre mi y dentro de mi boca se me vienen a la mente, tengo el impulso de sacarlos y marcarlos como míos. Cómo siempre lo fueron

—Ojos arriba – dice Adella volviendome a la realidad, veo sus ojos y veo como se voltea y toma el vestido para meterse al baño

—Si necesitas ayuda avísame – digo sentandome en su cama, tratando de ignorar la presión en mis pantalones

Ella se mete al baño y yo suspiro resfregando mis manos en mi rostro, en definitiva la falta de sexo durante siglos me afecta mucho, parezco un puto crío con hormonas con ver solamente unos buenos senos

Es que sus pechos, maldición, nunca me fijé tanto en ellos antes pero ahora los extrañaba más que a nada, la extrañaba a ella en todos los sentidos de la palabra

La extrañaba a mi lado, sonriéndome, diciendo groserías cada que algo le salía mal, sobre mi, gimiendo mi nombre y mierda que la extrañaba besándome

Mis ojos van al baño al oír la puerta abriéndose, dejo de respirar unos segundos y aprieto las sábanas al verla salir con el vestido ya puesto en su cuerpo

El rojo aún la hace lucir como una reina, se acentúa a sus caderas y hace que llame la atención más que nadie en esta habitación, suelto al aire cuando sus ojos se enfocan en mi y veo un rastro de nerviosismo en ella

—Te ves hermosa – digo levantándome de la cama para acercarme un poco a ella —Podrías tener el mundo entero de rodillas si lo deseas

El rojo en sus mejillas se hace presente y en ese momento solamente quiero tomarla del rostro y besarla hasta cansarme, hasta que por fin pueda saciarme de ella y dejarle en claro que la única mujer que me mueve el piso siempre será ella, en esta y en las siguientes vidas

—Gracias – dice pasando por mi lado para mirarse en el espejo, suspira pasando sus manos por su cintura como si no le convenciera

—Te ves maravillosa Adella, no lo dudes – le susurro haciendo que se ponga tensa y sonrió sobre su piel al saber que todavía tengo ese efecto en ella —Quita las manos de aquí – digo sacando sus manos de su abdomen, ella duda de mi acción mirándome a través del espejo —Ten actitud diamante...

Los recuerdos de este vestido solamente hacen que mi alma y corazón se alteren, las veces que la Vi con este vestido y los recuerdos que me traen

—No sé cómo me iré a la fiesta con este vestido – dice sonriendo y oigo como alguien toca la puerta, Amanda.

Pongo mis manos en su cintura para atraerla a mi cuerpo, acercó mi boca a su cuello para dejar caer mi respiración en el haciendo que ella deje salir un jadeo de su boca

—De igual manera, tendrás todas las miradas sobre ti

En ese momento estoy en mi castillo, en el Inframundo, dejándola atontada en su habitación sola y con algunas dudas haciendo que sonría un poco

Ella abre la puerta y su amiga abre la boca al verla en el vestido para la dichosa gala o baile, sabía que los hombres se la comerían con la mirada, sabía los pensamientos que tendrían sobre ella y sabía que si la dejaban sola todos irían tras ella

Destinada a ser suyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora