Demon
Tengo un mal presentimiento de esto
Venir a verlo no es algo bueno, si no fuera necesario no lo haría pero el fue el último con el que Adella hablo antes de morir, bueno, de que mi hermana la matara
Tom, el adivino que fue el último en verla con vida, la última persona con la que ella hablo e intercambio palabras
Se que el sabe algo, Adella nunca fue tonta y si algo está bloqueando su memoria, sus recuerdos, el sabe el porque y estoy seguro de que Adella le dejo para mi, algo que me ayude a traerla de vuelta
Subo las escaleras de la cabaña en medio del bosque, todo el mundo me pertenece, todos me pertenecen y si algo no se hace como yo lo digo, que esa persona no tenga planeado vivir. Esa es la razón porque se que el me ayudara
Abro la puerta sin ni siquiera tocar, su casa está llena de animales exóticos encerrados en jaulas, cuerdas que pertenecen a árboles están dentro de la cabaña dándole un toque amazónico en ella
—Sabia que vendrías – dice el, mirando fijamente a la ventana mientras que sonríe de lado
Sus ropas parece de la antigua época, de la época de los dioses como mi padre y seguramente no está con los pies en la tierra, no parece saber que los tiempos ya cambiaron
—Tu mejor que nadie sabe porque estoy aquí – digo sacando a los bichos que se me aproximan con la mano
—Oh claro que lo se – dijo con una voz ronca y burlona, su voz se siente forzada, como si le estuvieran cortando la garganta e intentará hablar
—Habla entonces
El se voltea y veo sus ojos rojos como el fuego mirándome, sus ojos son el único don con el que cuenta para sobrevivir, tiene el don de persuadir a cualquiera que lo mire fijamente y aunque la persona no lo quiera, si es demanda, la persona hace
—Sientate demonio — dice señalando la silla aún lado de la suya, donde se sienta y me mira con una sonrisa
Aunque no es de todo un dios, tiene una belleza verdaderamente extraña en el, al mirarlo seguramente piensas que es un ser extraño salido del infierno Pero es mucho más que eso
El fue y volvió al infierno, dos veces
Me siento a su lado mirándolo y una sonrisa se forma en su rostro burlón mientras que pone en sus manos el maso de cartas donde puede prevenir el futuro, dónde puede ver lo que pasó, está por pasar o pasará
—Estas aquí por tu esposa – dice en modo de afirmación mientras que se inclina en su silla al ver cómo los bichos raros que tiene cerca de nosotros se aproximan a mi
—Tu fuiste el último con el que hablo – digo juntando mis dedos —Ella no tiene memoria sobre mi y cuando si cabeza trata de recordar, algo se lo impide
Una risa resuena en la cabaña haciendo que los animales se alejen de el dándome el sentido de que se molesta fácilmente con ellos
—Claro, Adella me habló de este momento
—¿Momento?
—El momento en que vendrías a mi, a pedir ayuda cuando el famoso demonio, Demon no necesita ayuda – dice riéndose de mi —Si te viera ahora se estaría riendo conmigo
Golpeó mi puño contra la mesa pero el ni se imputa, solamente me sonrie y siento el fuego en mi cabello. Detesto cuando se burlan de mi, solamente una persona podía hacerlo y ahora no me recuerda
—Vine a pedirte información, no ayuda – aclaro —Adella no era estúpida, ella debió dejar algo para mí
—Oh claro que la dejo, más bien, me dejó información que te ayudará a entenderla – dice mezclando las cartas sobre su regazo
—¿Que cosa?, ¿Que fue lo que la tenía tan asustada para correr a buscarte? – pregunto curioso
El sonríe y saca tres cartas de su mazo, miro las cartas como si fuera una jodida broma Pero cuando las toma y las vuelve a mezclar se que esta tratando de confundirme
—Cuando estás con ella, ¿Sientes el latido de su corazón? – pregunta concentrando sus ojos en las cartas —¿Sientes el latido de ese corazón tan puro que es ahora?, ¿Sientes como el tiempo corre contra ella o algo parecido?
Lo miro con seriedad ante sus preguntas capciosas
—Ella no vino buscando ayuda, ella vino a comprar algo que tú no tienes – dice ahora mirándome a los ojos —Algo que ningún demonio de tu clase quisiera o supiera que existe
—El cofre de la muerte – digo mirándolo y el asiente con una sonrisa
—El cofre de la muerte – dice afirmando —El objeto que del que tiempo no tiene poder, dónde el tiempo no pasa y no vuelve
—Ve al grano – ordenó cansado de todo
—Después de lo que sucedió, ella no pudo con el dolor que sentía en ese momento – dice haciéndome recordar el peor momento de mi vida—Después de todo perder a una hija, no es nada fácil
Sus palabras me golpean y por unos segundos recuerdos los gritos de mi hija siendo asesinada a sangre fría
—No hables de mi hija con esa boca – le digo en modo de amenaza
—Tu más que nadie sabía lo que ella pasaba – me recuerda —Asi que vino a mi pidiendo el cofre
—¿Cuál fue el precio?, Tu siempre tienes un precio Tom
—Su precio fue darme el placer de verte aquí, pidiendo ayuda o "información" como le llamas – me sonrie dejándome ver sus dientes
—¿Para que quería el cofre?
—Al sentir tanto dolor al perder a tu heredera, simplemente se quitó el dolor de un tirón – dice acercándose a mi
—¿Cómo se lo quito?, ¿Que guardo en el cofre?
—Ella guardo su corazón.
Con una sonrisa me lo dice y siento como por unos momentos mi respiración se corta esperando que sea una broma, si de por sí un demonio puede vivir sin un corazón, tiene qué ser un dios muy poderoso para eso
—Lo que tú buscas es su corazón – dice sonriendo aún al verme desconcertado —Si recuperas el corazón, recuperas a la dama
Me levanto del lugar y me encamino a la puerta de esta maldita cabaña pero su voz me detiene—Tu mano demonio
Me volteo y al ver que no copero me toma de la mano poniendo una llave sobre mi palma haciendo que lo mire aún más confundido
—Ella me pidió que ocultara la llave
Me voy de este maldito lugar y me vuelvo a mi castillo para ir a mi habitación y verla todavía dormida sobre mis sábanas, sobre mi cama y en mi castillo
En otros tiempos seguramente la hubiera tomando de las piernas y follarme ese maldito culo que ella se carga como castigo por mentirme y ocultarme cosas como estás, una información tan valiosa
Me acerco a ella para apoyar mi oreja en su pecho para cerciorarme de lo que dijo Tom, ese maldito adivino que con tronar los dedos puede joderte todo tu futuro
Cierro los ojos al ver que es verdad y el recordar sus palabras, la miro con seriedad y se que su memoria se me está riendo en la cara al darme cuenta de la mayor atrocidad que alguien puede hacer
Arrancarse el corazón.

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Destinada a ser suya
Fantasi¿Y si el mismísimo hijo de Hades quedaría obsesionado con una simple mortal? El mundo se le vino a abajo a Adella cuando un dios griego visita su hogar "Pero no llego mi hora aun" dijo aterrada "Soy el dios de los muertos pequeña humana y si yo di...