Destinada a ser suya

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Demon

Habia vuelto al castillo luego de lo que pasó en el baile y no podia decir que no estaba feliz por lo sucedido, el hecho de volver a tocarla de esa manera me puso de buen humor en minutos

Todavía podía sentir su boca contra la mía, la manera en que la devore y lo toque, la manera en que la hice mojar con solo meterme sus senos a la boca, esos hermosos y jugosos senos

Estaba por levantar ese vestido y follarla por detrás hasta que llegó ese tipo, prácticamente ella salió corriendo de mi con la cara totalmente roja

Sabía que estaba avergonzada por lo que pasó pero yo no podía estar más contento con lo sucedido, podría repetir la escena Miles de veces con tal de volver a tenerla entre mis brazos

Aunque ahora tenga una dolorosa erección, valió la pena

Me recuesto es mi cama y suspiro mirando el techo, hace siglos no duermo, no desde que ella se fue ya que ella era la única persona capaz de generarme paz, de hacerme olvidar los problemas y poder dormir sin pensar en el resto

Me levanto de golpe al oír varias puertas del castillo abrirse rápidamente, haciendo un ruido molesto, me levanto de la cama pero en ese momento mi puerta se abre y veo una figura flotando

—¡Llegó el más hermoso del Inframundoooo! - rodeo los ojos y me vuelvo a la cama

—Tenias que volver - susurro y el sigue flotando sobre mi

—Oye, como vas a hablar así de la persona más hermosa del mundo - dice con una sonrisa

Lo miro nuevamente y lo veo, trae su típico traje negro y su cabello rojo llama demaciado la atención, su sonrisa burlona se hace presente y deja de flotar sobre mi para sentarse en la cama

—¿No vas a saludar a tu mejor amigo? - dice golpeando mi estómago

—Vete Ian - digo pero el comienza a dar saltitos sobre su lugar

—¡Oí lo de la humana! - grita tirando de mi brazo —Debo admitir que pensé que eras gay pero esto es aún mejor, Cuéntame tu historia de amor

—¿Cuál historia de amor? - digo y el se aleja de la cama para empezar a relatar cómo si estuviera escribiendo un libro

—Desde lejos la mire, mi corazón comenzo a latir rápidamente al saber que era ella, sabía en el fondo que ella estaba destinada a ser mía - dice moviendo sus manos al compas de sus palabras —Y en ese momento en mi cabeza comenzó a sonar —Y comenzó a cantar—Eres tu la dulce ilusión que yo soñeee, eres tú, brillando en tus ojos el amor pude ver

—¿Es en serio? ¿La bella durmiente? - digo lanzandole una almohada pero el comenzó a bailar solo por la habitación

—Sin embargo, se que un sueño es difícil realizar, más yo tengo fé que despertaré y tú me amarás—Se mueve por la habitación como si estuviera bailando con alguien—Se hará realidad, ¡Lo que soñee!

Eso último lo grita haciendo que seguramente todo el castillo se despierte y los vidrios tiemblen, advirtiendo romperse de una buena vez

—¿Puedes cállate? - digo cansando de su voz y su canto

—No hasta que me digas como es - dice acostándose en mi cama, poniendo sus palmas bajo su mentón y moviendo sus piernas mientras que mueve sus pestañas

—Que te importa - digo levantándome y yéndome de la habitación

—Te advierto que si grito ahora seguramente te aturdire - dice yendo detrás de mi mientras que me amenaza

—Que tengas el don del grito no quiere decir que puedas amenazar con eso - digo tratando de alejarme

-—Eso dicen las mujeres cuando me ven - dice mirándose en un espejo de los pasillos -Es que soy un papucho

Rodeo los ojos y me siento en mi trono, el al verme pone sus manos en sus caderas y habla nuevamente —Oye te estoy hablando

Muevo mi mano haciendo que en frente mío aparezca un espejo en el aire, dónde me muestra a Adella durmiendo plácidamente en su cama, tiene el pelo por toda la cara y no puedo evitar sentir una punzada de alegría al verla

—Okey, veamos a tu chica - dice cruzándose de brazos para mirarla —Es linda, seguramente sus hijos salgan hermosos, tiene buenos senos, seguramente pueda darte de comer así te callas

En ese momento hago que el espejo desaparezca y el me mira—No hables de sus senos Ian

—¿Porque?, te estoy dando mi humilde opinión - dice poniéndose una mano en el corazón

—¿No tienes a nadie a quien molestar? - digo cansando

—Porque toy solito - dice agachando de la mirada —No hay nadie aquí a mi ladooo, no abra problemas hoy, de mi ya se han burlado

Suspira mirándome y pega el grito nuevamente —¡Amigos debes tener!

—¿Quieres dejar de ver películas Disney? - digo con dolor de cabeza

—No - dice y camina hacia las puertas del castillo —Tengo que ver a mi mujer, nos vemos luego amigazo

—Tu no tienes mujer - digo frunciendo el ceño

—Hablo de mi gatito, envidioso - dice yéndose definitivamente del castillo

—Los amigos que me hago - digo rodeando los ojos

Vuelo hasta la casa de la Adella para verla levantarse de la cama, veo como suspira y como comienza a sacarse la ropa lentamente, suspiro tratando de mirar para otro lado pero su cuerpo me hipnotiza

Una vez desnuda, no veo otra cosa que no sea su trasero y las curvas de sus senos pero sin ver más, camina hacia la ducha para luego cerrar la cortina y comenzar a ducharse

Entro a la casa y camino de un lado al otro pensando en si mandar todo a la mierda y meterme con ella a la ducha o simplemente dejarla y que ella venga a mi

Siempre tuvo un orgullo demasiado grande, prefería decir que no a disfrutar el momento y era una de las razones por las cuales peleabamos mucho en el pasado

Suspiro tirando de mi cabello y cuando estoy por sacarme la ropa la veo salir del baño con la ropa ya puesta, su cabello aún escurre agua y su rostro se vuelve rojo al verme

—Demon – susurra su nombre al verme en su habitación —Pense que ya no vendrías

—¿Porque no lo haría? – digo sonriendo

—Porque estás ocupado, matando gente y esas cosas – dice evitando mirarme

—¿Matando gente? – digo siguiéndola cuando sale de la habitación

—Si, con tus demonias y eso – dice con nerviosismo por como la sigo por detrás

—Prefiero estar contigo – digo sentándome en la mesa cuando entra a la cocina

No responde y se limita a limpiar vasos ya limpios como si no supiera que hacer por mi presencia, sabía que estaba avergonzada por lo que sucedió y la situación me parecía divertida

—Los vestidos que me diste, dijiste que fueron mis favoritos – dice aún sin mirarme

La miro esperando que siga, ella se voltea mirarme —¿Porqué siempre hablas en tiempo pasado?

—Porque es la verdad – digo mirándola a los ojos

—¿Que verdad?, ¿Cuando me dirás qué carajos pasa? – dice acercandose a mi algo molesta —Me está resultando irritante el saber que me conoces hace mucho tiempo y se que no fue una coincidencia el invocarte

—Tienes razón – digo bajando de la mesa y acercándome a su cuerpo de igual manera —Pero es algo que tú tienes que averiguar sola

—¿Porque? – dice confundida pero algo cohibida cuando rozo mis labios con los suyos

—Porque si te digo la verdad —Paso saliva—Irias a matarlos a todos.