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Adella

Me levanté de un estirón al tener tal sueño, mi cuerpo sudaba mucho y mi cabeza dolía de una manera horrible, me comenzaba a preocupar al tener este tipos de dolores

Algo me decía que Demon tenía que ver con eso

Me levanté de la cama y camino a la cocina para ver a tal demonio en mi cocina con una taza en sus manos mientras que busca la manera de prender la cocina

—Esta porquería – dice y su cabello comienza a chispear fuego, ese fuego que solamente el puede generar

Golpea la cocina y se aleja frustrado, me acerco a el haciendo que note mi presencia al poco tiempo, se voltea a mirarme y noto ese brillo en sus ojos oscuros nuevamente

—Es eléctrica – informo prendiendo la cocina para el

—Patético – dice una vez que la prendo, pone a calentar agua para luego mirarme —¿Cómo dormiste?

—Que te importa – digo saliendo de la cocina sintiendo mi cabeza arder

—Que humor – su voz trae un poco de diversión y A la vez algo de molestia

—Me estalla la cabeza – informo y el se aproxima a mi para poner una mano en mi frente, mirándome con preocupación

Aprovecho su cercanía para mirar sus ojos oscuros, que me escanean como si fuera lo más hermoso que haya en el mundo, en este mundo y en el suyo

Su ceño se frunció y comenzo a mover su mano haciendo que el dolor poco a poco desaparezca, sus ojos nunca dejan los míos y su cuerpo transmite calor, ese tipo de calor que te hace sentir segura y con el sentimiento de nunca alejarte de el

—Ya está – dice alejándose un paso atrás pero aún cerca de mi

Su ropa es diferente está vez, lleva una camisa azul oscuro, casi como la profundidad de un lago haciendo que su cabello resalte al igual que sus ojos, la camisa deja a la imaginación de su cuerpo musculoso pero a la vez delgado, sus pantalones son negros

Admito que sabe cómo vestirse

Deberías irte, los vecinos ya comenzaron a quejarse de todos los ruidos extraños

—¿Me estás sacando de tu casa? – dice alejándose está vez para poner el agua caliente en una taza y luego preparar un café, mi café favorito

—¿Cómo sabes prepararlo? – digo mirándolo extrañada, sabía que no era al difícil de hacer pero la mayoría le ponía azúcar al hacer café

Y si hay algo que detesto, es el café con azúcar

—Tengo más que una cara bonita cuando se trata de ti – dice mirándome con una sonrisa, esa sonrisa que se me hace tan conocida que podría plasmarla en un cuadro a la perfección

—¿Que quieres decir con eso?

—Quiero decir, que te conozco más de lo que tú te conoces a ti misma

Me deja la taza en frente de mí y comienzo a tomas de a sorbos, mis ojos se cierran al sentir su delicioso sabor en mi boca para luego sentirlo en mi garganta, estas cosas hacen que mi humor cambie de una manera impresionante

—¿Hablaremos sobre lo de ayer? – digo mirándolo con seriedad mientras que él me mira desde el otro lado de la cocina

—¿De verdad quieres hablar de eso? – pregunta con una sonrisa

—Yo nunca me desmayo y ayer ocurrió de la nada – lo miro confundida mientras que el sonríe

—¿Has oido el rumor de que si nunca te desmayaste, en toda tu vida, es porque el diablo te cuida? – se acerca a mi poniendo una mano en la mesa

Destinada a ser suyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora