Destinada a ser suya

7

Me la pasé el día acostada, no tenía cabeza para nada más que no sea dormir, dormir y dormir

Demon no volvió a aparecerse desde hace unos días y voy a decir que lo extraño, solamente que me acostumbré a qué la casa tuviera ese toque oscuro y macabro cuando en esta cerca

La última vez que lo ví solamente recuerdo cómo me acostó en mi cama para irse por la ventana como es de costumbre, la cabeza no me dejaba de estallar desde ese día, sentía que me habían golpeado la cabeza con un ladrillo

—Si mamá – digo rodeando los ojos

Mi mamá habla y habla sin parar por el teléfono pero yo no le prestó atención, solamente recuerdo el calor de su cuerpo cuando me cargo, como sus ojos me miraban buscando algo en mi y como sus manos me tomaron

Me parecía extraño el hecho de que mi cabeza lo tome como una persona familiar cuando nunca en mi vida lo había visto, aunque lo recordaría nunca sucedió

Los recuerdos que me mostró me cabeza fueron tantos que no recuerdo todos, solamente el fuego que alguien ocasión, parecía muy enojado por algo en especial porque quemó a varias personas en el proceso

Recuerdo una mujer de cabello negro sumergida en sangre, en una ducha llena de sangre mirando a alguien como si fuera el ser más poderoso que haya visto, sus ojos mostraban amor y deseo, luego el sonido de risas en medio del caos

—¿Me estás escuchando? – mi madre habla y yo vuelvo a la actualidad

—Si mamá – digo suspirando—Te hablo luego

cortó la llamada y suelto otro suspiro mientras que miro el techo y luego afuera, por la ventana, la noche está hermosa, sin una nube arruinandolo y sin mostrar posibles lluvias

—Muevete idiota

—Como te atreves a hablarme así, que seas mi esposa no te da el derecho a..

—Ser tu esposa me da el derecho a quemar medio mundo y tú no podrías decir nada

Conversaciones así vienen a mi cabeza haciendo que duela más y más, me levanto con la dirección al baño pero de nuevo siento esa presencia a mis espaldas

—Te tardaste – digo aún de espaldas

Se queda callado por un buen rato pero algo comenzó a parecerme raro, el ya hubiera largado algún comentario sarcástico o algo pero solamente se quedó callado

Me gire lentamente para encontrarme con otra figura, era aún más alta que Demon, era musculoso, su rostro estaba tapado por su cabello pero la sonrisa es evidente en su cara

—¿Q-quien eres? – digo alejándome un poco

—Queria verte por mi mismo – dice y su voz es cruda y algo tenebrosa

Tomo dos pasos hacia atrás tratando de encontrar algo con que defenderme contra esta persona que entró a mi departamento sin ser invitado

—No funcionara nada de lo que tratas de hacer – dice nuevamente haciendo que me asuste aún más

—¿Que busca aquí – largo la pregunta

—Crei que Demon exageraba – dice mirándome de arriba para abajo, toma dos pasos así mi haciendo que retroceda más —Pero no, sigues siendo la misma

Mi mano detrás de mi espalda toca algo y lo tomo enseguida para mostrárselo

—¿En serio? ¿Una zanahoria? – dice mirando la verdura en mi mano, gruño y la sostengo firme cuando se acerca más

—¡Quédate ahí o te métete esa zanahoria por dónde no llega el sol! – grito asustada y con la mano temblando de miedo

Suelta una risa que hace que me asuste aún más, camina a mi alrededor mientras que sus ojos me escanean, no paran de mirarme como yo el

—Sigues siendo la misma desde hace siglos – dice y lo miro confundida —Sigues siendo ingenua e inútil

Esas palabras resuenan en mi cabeza haciendo que tire la zanahoria al suelo y me agarre la cabeza con mis dos manos, los recuerdos aparecen nuevamente pero esta vez veo solamente un enorme castillo negro

—No te atrevas a tocarla

—¿Que puede tener ella que te interesa tanto? es muy inútil e ingenua

Gruño tratando de mantenerme firme y que no me ataque con las defensas bajas, lo veo reír más aún mientras que se apoya contra una pared—Veo que todavía no recuerdas todo

—¿Todo? – digo y suelto un gruñido al oír un grito no muy lejos

—No te atrevas a tocarme

—Me encárgare de que Demon no se vuelva débil

—Siempre hiciste todo más difícil de lo que tendría que ser – dice y me empuja al suelo

mi cabeza de golpea contra el suelo con fuerza, mis rodillas duelen y el golpe hace que a mis pulmones se les salga el aire dentro dificultando que respire

Su mano toma mi barbilla haciendo que lo mire y abro los ojos al ver sus ojos rojos mirándome con burla, sus ojos hacen que mi corazón comience a latir más fuerte y que el miedo se apodere más de mi cuerpo

—Hora de acabar con esto – dice y levanta su puño para golpearme directamente en el ojo izquierdo

Oigo un pitido permanente cuando mi mejilla se estrella contra el suelo fuertemente, mi cara duele por el golpe haciendo que lágrimas caigan de mis ojos

—No importa cuántas veces renazcas – dice y su voz se escucha lejana de mi cuando trato de que mi conciencia reaccione—Siempre estaré presente para acabar contigo

Veo como levanta un cuchillo con forma de luna en mi dirección, con una sonrisa en su rostro y lo lleva a mi cuerpo haciendo que gire la cabeza esperando el ardor en alguna parte de mi cuerpo

Pero nunca llegó

miro de nuevo y veo a una figura en frente de mi, lo reconozco por su cabello ardiendo en llamas y su cuerpo en modo de defensa, me alejo un poco con la ayuda de mis piernas

—Crei que te lo había advertido – dice Demon y el cuchillo que estaba por matarme cae al suelo ya que el sujeto cae al suelo con su mano en la nariz

—Demon hay que matarla, sabes lo que traerá si vuelve – dice el sujeto y solamente ocasiona que Demon mueva dos de sus dedos para que el cuerpo se levanté del suelo quedandose sin aire

—Nadie la matará, nadie la tocará a menos que sea yo – dice y aprieta los dedos que mantienen al sujeto en el aire pero esta vez hace que su rostro se ponga tan rojo como sus ojos—Ella es mía

Trona los dedos y la cabeza del sujeta explota haciendo que mi rostro de llene de sangre, cierro los ojos por inercia al sentir el líquido en mi rostro y algunas en mi cuerpo, suelto un sollozo y abro los ojos nuevamente para ver a Demon mirándome con el rostro y cuerpo bañado de sangre

se acerca a mi y en un movimiento hace que la sangre desaparezca de su rostro y del mío como También de nuestros cuerpos, sus ojos me miran con preocupación y enojo al ver cómo mi ojo de vuelve morado

—Lamento no estar aquí antes – dice con lamento en su voz y lastima al verme como las lágrimas caen por mi ojos —No, no llores por favor

Dice y me envuelve en un abrazo haciendo que me sienta segura nuevamente, envuelvo mis brazos a su alrededor y el me ayuda a ponerme de pie aunque quede en el aire porque el mucho más alto que yo

—Los haré pagar a todos por cada lágrima que derrames, te lo prometo