𝐘𝐎𝐔'𝐑𝐄 𝐋𝐎𝐒𝐈𝐍𝐆 𝐌𝐄 [ 𝐂.𝐋]

capitulo 24

Ya habían pasado algunos días desde que estábamos en el crucero y ya era hora de irnos a casa, volamos hasta Mónaco de nuevo y de nuevo sería una nueva rutina para mí, estaba a dos semanas de que interpretará al lago de los cisnes y tenía que tener la mente en blanco sin distracciones.

Pero tal vez, eso no sería tan fácil.

Llegué a casa exhausta y muy cansada por el viaje, subí a mi habitación y llene una botella de agua con hielos para que me refrescara, tome una ducha fría para descansar mejor, al salir Charles llamo a mi puerta diciendo que iríamos a casa de su madre, me puse una ropa cómoda.

― estoy lista ― baje y lo vi sentado con las manos en cabeza, como si estuviera analizando algo.

― vamos ― tomo las llaves del auto y nos fuimos.

― ¿Pasa algo? ― pregunté ya que quería cortar la incomodidad del momento

― no, está todo bien ― aunque lo decía calmado aún seguía con la intriga.

Al llegar a casa de Pascale, se tardaron bastante ne abrir, pero lo extraño fue que no se escuchaban ruidos adentro de la casa.

Cuando Pascale abrió, se notaban sus mejillas rojizas y tambien se veía un poco pálida.

Nadie dijo nada al momento así que solo entramos, al entrar, todos estaban sentados en la sala permaneciendo en silencio, un silencio ruidoso.

Me asustaba un poco pero de pronto, una chispa vino a mi mente, pareciera que estaba loca pero, estaba segura que finalmente después de este tiempo, firmaríamos los papeles del divorcio, pero realmente no llevábamos ni dos años casados para firmar.

― Hermés, por favor ― mi madre musitó el nombre de mi padre en un gran sollozo ahogado, no sabía que se había contenido el llanto desde hace ya un rato, se veía normal hace unos segundos.

― Olivia, quiero que te sientes ― mi padre hablo con firmeza, de todas las veces, nunca lo escuché tan enojado.

Un escalofrío recorrió mi espalda, decidí tomar asiento para que no pasará a más la situación y llegar a un acuerdo.

Mi padre le hizo una seña a los demás para que se fueran a la cocina, mientras que mi padre, mamá y Charles se quedaban ahí.

― Olivia, no podemos seguir así, no me importa que se tenga que hacer para tener está familia en pie, pero pase lo que pase, haré todo lo posible para mantener a esta familia ― los sollozos de mi madre seguían ahí, no entendía nada, mi mente simplemente se quedaba en blanco.

― Vas a tener un hijo con Charles ― Mi padre habló, mis ojos no reflejaban una emoción, expresión o reflejo alguno, simplemente me congelo ― Y no es una broma, esto va enserio, tienes que tener a ese bebé pase lo que pase.

― No me importa si lo amas o no, no me importa si quieres al niño o no, lo vas a tener y lo vas a criar con Charles, la desición está tomada ― Mi madre lloraba, Pascale estaba en silencio, en un llanto silencioso.

― ¿Que...? ― las lágrimas simplemente brotaban, salían y salían, sin parar, no había sollozos, las lágrimas salían sin cesar.

― no voy a tener un bebé ― hablé clara y firme, porque nadie podía decidir que hacer con mi cuerpo. ― ¡No voy a tener un bebé con una persona que no amo! ― sabía que si rogaba de nuevo, me saldría con la mía, pero no fue así.

― ¡Vas a tener a ese puto feto en tu vientre!, ¡No me importa un carajo si lo quieres o no! ― mi padre tomo mi mentón y lo apretó con la suficiente fuerza para dejarme inmóvil.

― ¡Que no!, ¡Entiende!, ¡Es mi vida, tu no tienes derecho a decidir por mi! ― me levanté de mi lugar y tire el vaso de cristal con licor en el.

― ¡Somos unos niños! ― lloraba desconsoladamente, como alguien puede aurrinar mi vida en tan solo minutos, no solo la mía, sino la de Charles.