cap.4

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-¿Bueno y de que quieres hablar Charly?-pregunte ya que nadie había dicho nada desde que entramos.

-Les voy a ser directa, ¿no an notado a mi papá y a Alastor un poco raros últimamente?-pregunto Charly dejándonos un poco sorprendidos.

Había notado un poco raros a ellos pero pensé que solo era lo imaginación.

-Si, ¿crees que nos estén ocultando algo?- contesto su novia.

-No estoy muy segura, solo es un suponer, tal vez no sea nada y solo sea mi imaginación- dijo la princesa.

-Yo también lo noté, pero creí que era mi imaginación- dijo Niffte mientras acariciaba al pequeño cerdito.

-Igual yo- dije.

-Encerio ustedes también los notaron raro- dijo un tanto sorprendida la princesa mientras nos miraba a cada uno de los presentes.

-Si- dijimos al mismo tiempo.

-Me ayudarían a investigar, por favor-pidio la princesa mientras ponía una cara de cachorro a la que terminamos aceptando.

Más tarde

Luego de un rato las chicas se habían ido nos pasamos un gran rato hablando de diferentes cosas y les mostré las cosas que había comprado para nuggs.

Baje al lobby pues quería un trago al llegar me hacer que al bar y me senté.

-Hola Husky- saludé haciendo que el mencionado se volteara a verme.

-Hola piernitas- dijo sorprendiendome.

-¿Y ese apodo?- pregunté saliendo rápidamente de mi sorpresa.

-Que ¿no te gusta?- pregunto con una sonrisa divertida.

-No es eso solo es que no me esperaba que me pusieras un apodo Husky- dije restándole importancia.

-Bueno y que vas a querer de tomar piernitas-pregunto dejando el asunto del apodo en el pasado.

-Dane un sexo en la playa- dije a lo que el felino empezó a hacer mi cóctel.

-Aqui tienes piernitas- dijo dándome mi bebida.

-Gracias Husky- respondí agarrando mi bebida.

-¿Que planeas hacer mañana?-pregunto dándose la vuelta.

-¿Por qué? ¿Me vas a invitar a salir?- dije con una sonrisa divertida.

-Tal vez- contesto dándose la vuelta.

-Oh, así que el gatito quiere salir con migo, eh- dije cambiando mi sonrisa a una pícara.

-Puede que así sea- dijo imitando mi sonrisa, para luego volver a hablar- que dices el gran Angel Dust, me aceptaría una salida- pregunto todavía con esa sonrisa.

-No lo sé, que piensas tú, debería aceptar tu propuesta- dije.

No sé en qué momento paso pero cuando me di cuenta Husk ya tenía sus manos en mi cintura y nuestros rostros están tan cerca que podíamos sentir la respiración de el otro.

El silencio se hizo presente solo nos quedamos perdidos en la mirada del otro y entonces...

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