Decidí regresar caminando al hotel, quería pensar en lo que iba a hacer respecto a Husk, pues el hecho de que el también sienta lo mismo por mí es emocionante y aterrador al mismo tiempo, ya que no sabía lo que podría pasar si le digo lo que siento.
Como se lo va a llegar a tomar Valentino si se llega a enterar de algo, dudo que se lo tome de buena manera y no quiero que nada malo le llegue a pasar a Husk por mi culpa, mis pensamientos fueron detenidos gracias a mi estómago que estaba rugiendo por el hambre, lo cual hizo que me acordará de que no había ni desayuno, ni almorzado.
Entre en el primer lugar de comida que ví y justo cuando entre mire algo que me llamo la atención, no podía creer lo que estaba viendo, ver aquello me dejó en shock, pero luego de unos minutos salí de este, y mejor me fui a otro lugar a comer, quería volver rápido al hotel pero no tendría sentido pues no estaría aquella persona a la que había visto y no podría sacarle información a nadie, así que mejor comería algo y luego retomaría mi caminata.
Narra Husk
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza -no vuelvo a tomar tanto- dije tocando mi cabeza al sentir como si me fuera a explotar por el dolor, me estaba quejando hasta notar que estaba en mi habitación en el hotel -como llegué aquí- pensé e intenté recordar algo de lo que había pasado la noche anterior al no poder recordar nada me frustre un poco y aparte de que un sentimiento de necesidad de algo me inundó el pecho, no sabía que era e intentar recordarlo solo de causaba un muy fuerte dolor que era muy insoportable.
Se había rendido al no octener repuestas por si solo, se dirigía a la oficina de Charly pues quería saber si ella tenía pastillas para el dolor de cabeza tan insoportable que tenía, al llegar tomo la puerta, resiviendo un -Adelante- desde el otro lado, sin más entro en aquel lugar.
-Husk, ¿dime cómo te encuentras? ¿Como van las cosas?- dijo la princesa sonriendo.
-Hola Charly- dije saludando a la chica antes mencionado-¿Tienes algo para el dolor de cabeza?- pregunté sin rodeos, pues quería algo para calmar el fuerte dolor.
-oh, sí, por supuesto que tengo, déjame las busco y te traigo un vaso de agua para que te las tomes- dijo la princesa quien se dirigió a las puertas de la oficina.
-Tal vez Charly sepa algo de lo que pasó anoche- pensé en lo que esperaba paciente mente, luego de unos minutos llegó la princesa.
-Toma- dijo extendiendo las cosas para que las agarrara.
-Gracias- dije tomando las pastillas y el vaso de agua, sin más me tomé las pastillas -Charly, ¿Te puedo preguntar algo?- dije volviendo mi vista hacia la chica.
-Si, por supuesto Husk- dijo con la misma energía y alegría de siempre.
-¿Que paso ayer?- dije mirando la directamente a los ojos.
-Te refieres a cuando tú prima te vino a dejar- dijo la princesa, a lo que asentí.
-Tal vez fue Pilar la que me llevo a mi cuarto- la voz de la hizo que saliera de mis pensamientos y le prestará atención otra vez.
-Veras cuando llegaste con tu prima todos fuimos a ayudarte, por qué estás muy borracho y empezamos a hacerle preguntas a tu prima, y cuando nos dimos cuenta ya no estabas en el lobby, subí a ver si habías ido a tu habitación y cuando llegue abrí tu cuarto y tú ya estabas en tu cama dormido, así que supongo que cuando llegaste te fuiste a dormir- cuando Charly termino de hablar me vino un pequeño recuerdo de mi parado enfrente de una de las habitaciones, pero no lograba recordar de que habitación es, ya que el recuerdo es borroso.
-Bueno gracias- dije dirigiendo me a la puerta, pero la voz de Charly hizo que me volviera a detener, y le prestará atención nuevamente.
-Husk, se me olvidaba decirte que ya descubrimos mi padre y yo como romper los contratos- mis ojos se abrieron de la sorpresa.
-Encerio- dije aún sin poder creerlo.
-Sí, cuando venga mi padre te voy a mandar a llamar para poder platicar un poco sobre cómo es que se tienen que romper- dijo la princesa a lo que asentí feliz pues al fin Angel y yo íbamos a ser libres ya no estaríamos atados a nadie.
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Esto es solo un juego
Ficción históricaAngel Dust la más grande estrella porno que existe en todo el infierno y Husk el bartender del hazbin hotel hacen una apuesta en la que ninguno piensa perder. ¿Quien ganará? Los personajes y las imágenes no son mías.