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✮Es diferente cuando se trata de enamorarte de Euijoo, el hermano menor de tu mejor amiga. Él no te ha hecho nada y dudas mucho que sepa acerca de ti aparte de ser la amiga de su hermana, pero siempre te encuentras huyendo de él.
Lo que es peor de estar enamorada de una persona normal es estar enamorada del hermano menor de tu mejor amiga, Euijoo. No es un hermano típico, él es el hermano menor que no habla con nadie más que con sus amigos y familiares. El hermano menor, que solo tiene una cara para cada emoción. Él es el hermano menor que es el mayor entre sus amigos.
Es incluso peor cuando va a tu escuela. Al destino le encanta odiarte y decidió que ustedes dos deberían verse en todas partes, ya sea que él esté detrás de ustedes en la fila de la cafetería o caminando por el mismo pasillo después de tu clase de teatro y su clase de gimnasia. Estés donde estés, Euijoo está ahí. Algunas personas pensarían que es una bendición estar cerca de la persona que les gusta todo el tiempo, y lo es, pero también es una maldición, ya que en lugar de saludarlo, te encuentras huyendo lo más lejos posible de él.
La idea de que tu mejor amiga se entere no es la razón por la que huyes. De hecho, incluso le dijiste que te gustaba y a ella no pareció importarle en absoluto. Todo lo que ella hizo fue reír. A ella le resulta gracioso cómo él es crédulo y tú estás aquí tratando de evitar huir cada vez que está cerca, especialmente cuando estás en su casa. Desde sentarse a tu lado en el sofá para una noche de cine hasta tomar una taza del gabinete de la cocina donde estás comiendo, esperarías que ella te fulmine con la mirada, pero solo intenta contener la risa.
No sabes por qué no puedes funcionar cuando él está cerca todo el tiempo. ¿Es porque huele a lápiz recién afilado todo el tiempo, o la forma en la que sus gafas se adaptan a su rostro o la chaqueta de cuero café sobre su uniforme que usa todos los días? Es raro ya que te quejas todo el tiempo de que lo extrañas, pero cuando lo ves, de repente estás a metros de su presencia. Odias la idea de hablar con él, pero al mismo tiempo te encanta hablar de él con tus amigos. Cuando tus amigos lo insultan, como por su corte de pelo o por el hecho de que sea parte del club de ajedrez, tu boca comienza a responder como si fueras un abogado defendiendo a su cliente.
La única pregunta que intriga a todos tus conocidos es: ¿Cómo es que nunca has tenido al menos una interacción con él?
"Ví a Euijoo a primera hora en el pasillo." Escribes en la nota adhesiva y se la pasas a tu amiga en medio de tu clase de teatro. Tu profesora ha estado demasiado ocupada parloteando sobre su vida en la escuela de actuación. Miras el reloj, faltan cinco minutos antes de que suene el timbre. Algunos de tus compañeros de clase están trabajando y otros están hablando por teléfono. Nadie parece estar escuchándola en absoluto. Todos están esperando la campana.
Yeojin te pasa una nota adhesiva. "¿Qué hiciste?" Ella te miró fijamente mientras le contabas lo que pasó con tus dedos. Intentaste decirle que habías pasado junto a él, pero ella no entendió tus gestos. "¿Qué?" ella dice. Te acercas lo suficiente para que ella pueda escuchar tus susurros.
"Pasé junto a él", susurras en voz baja para que la profesora no se dé cuenta, pero lo suficientemente alto como para que Yeojin lo escuche. Se tapa la boca, evitando estallar en carcajadas. Cuando suena la campana, tu profesor menciona un proyecto que debe entregarse en unos días mientras te preparas para salir.
El departamento de artes escénicas está en un pasillo largo y separado de las clases regulares. En ese pasillo también está el gimnasio, donde Euijoo termina su clase. El pasillo es agotador para ti y para Yeojin, pero lo único que quieres hacer es llegar a tu próxima clase sin tener que ver a Euijoo. Yeojin te deja para su clase, que es la que está cerca de la salida del pasillo. Estás aquí, caminando sola hasta el final del pasillo. A veces tardas dos minutos en llegar a tu clase o más, dependiendo del número de personas. Mientras pasas entre varias personas aplastada como sardinas en lata y te diriges al final del pasillo, te detienes y escuchas tu nombre y una voz desconocida.
"Oh, _____, se te cayó esto", dice Euijoo mientras miras hacia atrás. Coge un cuaderno del suelo y te lo entrega. Estás congelada y en silencio, y él simplemente te sonríe y se va. Corres a tu próxima clase y te sientas en tu puesto mientras contemplas lo que acaba de suceder. Muchas cosas están sucediendo a la vez, cosas que para ti eran imposibles.
Él dice tu nombre y te da tu diario, él único lugar donde hablas de él, y luego procede a sonreírte. Parece imposible, pero efectivamente sucedió. Pero lo realmente importante es que él habló contigo.
No has visto a Euijoo desde esa interacción. No lo ves en los pasillos de la escuela ni en la sala de su casa. Cada vez que Yeojin lo llama para cenar, él simplemente se queda en silencio o responde que está ocupado. Cuando salió de su habitación, fue solo para devolverte tu diario. Tu mejor amiga le dió accidentalmente tu diario cuando él le pidió que le trajera su cuaderno.
Fue un simple error; no quiso mirar dentro. Por fuera se parecía al suyo, pero dentro era totalmente diferente. Cuando abrió una página al azar, notó que sus notas era coloridas, su letra más curva de lo que debería ser y las palabras eran totalmente opuestas a la física. Se puso las gafas e inmediatamente cerró el cuaderno mientras leía la primera frase.
"Extraño a Euijoo." Rápidamente empuja el cuaderno fuera de su mesa y se aleja de él. Está sorprendido en muchos sentidos. Esas palabras se repiten en su cabeza. Todo lo que puede imaginar es tu voz diciendo esas palabras. Quiere saber qué más dices sobre él, pero está mal; es tu privacidad. Se acerca al libro pero tiene miedo de cogerlo. Sus manos tiemblan cuanto más se acerca, hasta que las yemas de sus dedos tocan la cubierta de cuero.
Sale de su habitación con el diario en la mano. Sus ojos se encuentran con los tuyos cuando entra a la sala de estar, coloca tu diario sobre la mesa de café y toma el suyo. Rápidamente tomaste tu diario y te sentaste en él mientras él te hacía una pregunta antes de irse.
