Matrimonio

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La vida de casados... a veces puede ser desgastante... sobre todo para alguien como Mai; alguien que nunca había amado, que nunca había experimentado el amor... en cuerpo y alma. Se juraba a sí misma que lo intentaba, que daba todo de sí para ser la mejor esposa. Se levantaba muy temprano, se aseaba, se arreglaba, hacía el desayuno -el más bueno de todos-, y se despedía de su esposo con un dulce beso en los labios, que la abochornaba.

Entonces, si era tan maravillosa, ¿qué era lo que tenía harto al marido? ¿Qué era lo que quizás los estaba separando?...

Tal vez la respuesta se encontraba justo en el bochorno.

Trunks estaba listo para amar; la había esperado toda su vida. Fue su sueño desde la niñez, ¿y esto era lo que recibía a cambio?... La amaba con toda su alma, y quería demostrárselo; no solo por medio de una mirada, de un apretón de manos, de una frase; él deseaba experimentar el amor en todas sus formas.

¿Se desnudaría por fin Mai... en espíritu y físicamente?

Llegó una tarde, y finalmente el coraje salió a relucir; pelearon... por primera vez.

-¡Es que no te abres conmigo!... -gritó de último Trunks, con los ojos llorosos.

El casi llanto resultó contagioso, y los preciosos ojos índigo de Mai se tornaron acuosos.

-Es que... -la voz surgió entrecortada, y por culpa del nudo en la garganta no pudo decir nada más.

Trunks, cansado, se dio la vuelta. Ver su espalda en lugar de su sonrisa la mató.

Rápidamente se sacó el vestido negro, y totalmente descubierta, con los apetitosos pechos albos apuntando hacia él, lo llamó: -T-Trunks... -nombró triste.

Trunks, boquiabierto, se le quedó mirando; la hermosura blanca lo irradió. La pasión se le pasó con la culpa, y aprisa fue a taparla con su mismo cuerpo. -Perdóname...

Cuando procuró vestirla Mai lo frenó negando con la cabeza. -No... ya no -dijo afligida pero decidida.

Trunks, vehemente, completamente enamorado, la tomó de las mejillas y la besó con todo su amor. Las lágrimas sí brotaron, después de todo.

-N-no tienes que hacer esto. Te amo. Perdón por ser tan exigente -le decía por poco rozándole los labios, aún agarrándola de las mejillas.

Mai sonrió, incluso llorando. -Te equivocas... esto es algo que quiero hacer -y la mano suave, femenina, acarició la masculina-. Yo también quiero amar.

Trunks le sonrió, dichoso. -Entonces te enseñaré. Seré el más paciente de ahora en adelante; te lo prometo, Mai.

Y el amor, entero, comenzó con un tierno beso que de inmediato llevaría a otra cosa; a tocar, a sentir. Porque el amor asimismo se palpa con las manos.

















Nota de autor: Drabble que escribí para mi fanpage de Facebook :). Espero que haya sido de su agrado.

Nos vemos pronto 💗.

Tú y yo (drabbles TruMai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora