Sicario

70 3 0
                                    

-¿Esta es la suma por su cuello?... -preguntó el asesino adusto, profesional.

-Así es -confirmó la mujer de rastas moradas tras hacerlo también con la cabeza-. Quiero su cabeza... literalmente.

-Claro -asintió el sicario. Y sin más se retiró.

Durante el camino se iba acomodando los guantes negros. Preciso, sabía que llegaría rápido... y la despedazaría.

...

-Ya me tengo que ir, mi amor -le avisó Granolah a su preciosa novia, y a continuación le regaló un besito en los labios-. ¿Irás a correr?...

Mai rio, feliz, pues su vida era perfecta. -Ya sabes que sí. Debo mantener la figura... más por esos ricos platillos que preparas.

Ambos rieron ahora.

-Y así seguirá... Esta noche te prepararé pasta. ¿Qué tal?...

-Suena delicioso -manifestó la hermosa morena de ojos índigo con algo de coquetería para enseguida volver a besar a su amor.

-Mmm... mejor ya me voy... o me quedaré por siempre.

El hombre de pelo verde tomó su maletín y se arrimó aprisa a la puerta principal. -¡Nos vemos!...

-¡Nos vemos, cariño! -se despidió Mai dichosa con una taza de café humeante en las manos-. Bueno... -pronunció ya sola- será mejor que yo también me vaya. Hoy correré un poco más.

La muchacha procedió a calentar antes de partir.

La mañana era buena; no hacía mucho frío ni mucho calor, y las aves cantaban en armonía.

La joven apresuró el paso por la acera.

A sus espaldas, unas botas de cuero negras relucientes asimismo aceleraron.

Mai volteó. La morena frunció el entrecejo. <<¿Así entrena tan elegante?... Vaya...>>, pensó. <<Sí que hay gente rara en este mundo...>>.

Y mientras más se apuraba, igualmente lo hacía él.

Algo no le gustó de su faz inexpresiva y sus celestes ojos fríos. El corazón empezó a latirle ansioso. Y optó por la peor decisión: adentrarse en un callejón para perderlo.

Él, astuto, la rodeó, y se le apareció por el lado contrario.

Antes de que le cubriera la boca, Mai gritó. -¡Cállate! -susurró él ya aplastándole los labios-. ¡Cállate!... -le repitió-. Haz exactamente lo que te diga y te dejaré en paz, ¿correcto?

Mai, completamente aterrada y con los ojos llorosos, accedió. Trunks se le quedó viendo. Cuando retiró la mano... el mundo ya no fue el mismo. Era... la presa más bonita que hubo atrapado alguna vez. El estómago se le revolvió. ¿En serio esperaba aquella loca que le arrancara la cabeza a este bello ángel?... El pelilila tragó saliva. Su mirada profunda se clavó en la pared en la que se encontraba apoyada su presa. Lo pensó...

-Ven conmigo...

Le agarró la mano y así se la llevó. -¡¿Eh?!... ¿a-adónde vamos?...

-Una mujer llamada Macki me pagó por tu cabeza -le reveló él deprisa al tiempo que huían derecho por los callejones-. Me imagino que ya sabes quién es...

Mai estaba conmocionada. -S-sí, sí, es... la secretaria de mi novio.

-Su secretaria y amante, querrás decir... -le soltó el sicario-. Esto fue un acuerdo. Incluso ya tienen los boletos para largarse a la Capital del Norte -dijo cabreado-. ¿Qué opinas?... ¿nos marchamos antes que ellos?... -le preguntó pícaro, sonriéndole.

Mai miraba hacia abajo afligida. ¡¿Cómo?!... ¡¿Cómo que todo había sido una mentira?!...

La morena subió la cabeza, y aunque con lágrimas escurriendo por sus rosadas mejillas, lo miró con determinación. -Vámonos -le dijo con coraje y apretando su mano.

Él, atrevido, resuelto, la besó con delicadeza pero amor en los labios. -Vámonos -expulsó contento.

Y corrieron hacia su nuevo destino.

















Nota de autor: Algo que surgió gracias al fanart de Trunks con el que me topé en Pinterest. Sí, justo el que está arriba 👆🏻 pegadito al de mi hermosa Mai⭐.

Nos vemos pronto 💗.

Tú y yo (drabbles TruMai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora