Siempre en busca de su mirada, de sus bellísimos ojos negros brillantes y coquetos -detallito que pasaba desapercibido por ella... a propósito, puesto que la vergüenza y el coraje por amar la ofuscaban-, de su atención...
Caía una y mil veces por ella. Ganaba mil veces por ella. Ella era su impulso y también su perdición.
¿Cuándo lo vería?... ¡¿Cuándo?!
Y se lesionó la pierna. Sí, él... un saiyano.
Los buenos amigos armaron un escándalo, pero aun así lo llevaron a la enfermería.
Después de las ojeadas angustiosas y del vendaje, en la incómoda cama del recinto completamente blanco, molesto, se quedó contemplando el techo. El muchacho peliazul parpadeaba y parpadeaba, por supuesto, más de lo normal. Y en una de esas la lágrima descendió. No, no a causa del dolor. La pierna no dolía para nada, lo que dolía... era el alma. ¿Por qué?... ¿Por qué no era suficiente para ella?...
¿Tan malo era?... ¿Tan perdedor era? ¿Tan inmaduro era?...
Entonces, el milagro ocurrió. Del techo demasiado claro provino un ángel... que tomó la apariencia de una hermosa joven de piel lechosa y ojos negros curvos y coquetos.
Mai se encontraba de pie justo en la puerta meneando su maletín por nervios. Las rodillas también bailaban.
-¿P-puedo pasar?...
La pregunta se había efectuado con preocupación, ya que lo había visto llorar.
Trunks, con el espíritu dichoso, alzó la cabeza y sonrió. Las lágrimas todavía escurrían. -Mai... -pronunció feliz.
La morena, tomando eso como un Sí, se adentró y se aproximó al joven.
-Yo... supe que te lastimaste. En el momento no lo había notado -se apuró a decir, triste-. N-no pensé... que un saiyajin pudiera lastimarse -admitió cabizbaja.
-Muchas cosas nos lastiman, Mai... El corazón, por ejemplo -expresó mirando de forma penetrante a la muchacha, aunque alegre.
Mai, sintiéndose culpable por su lesión, soltó el llanto puro. -¡Lo siento!... ¡Todo esto es mi culpa!... ¡Siempre estás tratando de impresionarme y yo... soy tan tonta!
Trunks, sonriendo pícaro, agarró su mano suave. -Hay una forma en la que puedes compensarme tanto daño, Mai... -manifestó sin borrar su sonrisa. Y el joven volvió a levantar su cabeza.
Mai, para hacérselo más fácil, se inclinó, y le obsequió por fin con su dulce y deseado beso de amor.
-Ya me lo has pagado -indicó el peliazul.
Mai, sonrojada, no obstante, satisfecha, sonrió.
-Vuélvete a lastimar una pierna -dijo ella enojada debido al bochorno que le estaba haciendo pasar.
-¡M-Mai!...
Nota de autor: ¿Es este drabble el último de esta colección?... Eso no lo puedo asegurar, pero quizá sí lo sea dentro de un buen tiempo.
Quiero agradecer enormemente a todas las personitas bellas que se han pasado por aquí, sean lectores con una cuenta o fantasmas (XD). De verdad, les agradezco mucho su apoyo. Esta colección es la más leída de mi perfil 💖, y eso fue posible gracias a ustedes.
El fandom TruMai me ha causado alegrías... y también muchos problemas. Pero... una ficker jamás pertenece a un fandom; pertenece a sus emociones. Somos escritoras/es. Eso es lo que somos.
Muchas gracias por todo 🌷.
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Tú y yo (drabbles TruMai)
FanfictionHistorias ambientadas en distintos universos, diversas circunstancias, etc. Los invito a leer cada una de estas aventuras.