Naruto - Lo Poético de lo anbu ✔️

44 - Última lección

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 44

"¿Qué te parece el rosa?" "¿Y el naranja?"

Naruto y Shion se repetían las palabras mientras recorrían la tienda en busca de una cuna. "¿Naranja? Pero vamos a tener una niña", susurró Shion con inseguridad.

Naruto se burló. "¿Quién dice que a una niña le gusta el rosa? Son bebés. Aún no saben qué color les gusta".

Shion echó una mirada de reojo al rosa. "Supongo que podemos coger el naranja".

Naruto se estremeció ante la mirada de decepción y las lágrimas que estaban a punto de caer en cualquier momento. Naruto dijo rápidamente: "Podemos coger el rosa".

Inmediatamente, la cara de Shion se iluminó. "El rosa también es la combinación de colores para la fiesta del bebé. No pude detener a Sakura cuando exigió que lo planeara".

Ahora que Shion ya no era un secreto, era la primera vez que podía ir a comprar artículos para el bebé. Tras recoger unos cuantos artículos más de un rosa abrumador, se dirigieron a la caja registradora.

"Por favor, que esto lo pague la tienda por todo lo que ha hecho por Konoha, Hokage-sama", dijo el cajero una vez que vio a Naruto con su mujer embarazada.

"Todavía no", se rió Naruto. Naruto había tenido mucho tiempo para hacer cosas como comprar objetos para el bebé, ya que el gobierno estaba paralizado mientras continuaba el período de luto, los Ancianos hacían peticiones y los Jounin votaban. "Insisto en que pague. Será bueno para el negocio. Siéntete libre de hacer saber a la gente que compramos aquí".

"Muchas gracias, Hokage-sama".

Naruto levantó la cuna por encima del hombro, recogió las otras compras con el otro brazo y sacó a Shion de la tienda. Shion se sonrojó ante la demostración de fuerza y continuó a su lado por el camino. La pareja se fundió en el mar de ropa negra.

"¿Cómo crees que va la votación?" preguntó Shion. "Está llevando bastante tiempo".

"Es el procedimiento para tardar tanto. Están revisando todas mis credenciales, informes de misión y todo lo que he hecho en mi carrera que no sea clasificado para asegurarse de que soy el mejor candidato", Naruto no quería presumir pero: "Va a ser una votación unánime".

Las puertas del complejo Hyūga se abrieron ante los saludos de "bienvenidos a casa" de los Hyūgas alineados en la puerta.

"Me alegro de estar de vuelta", dijo Hanabi, sinceramente feliz de haber salido por fin del hospital. Hinata la introdujo en el recinto y Hanabi se dio cuenta de que Hinata había rediseñado todo el recinto para acomodar la silla de ruedas.

Desde luego, Hanabi no tenía intención de estar mucho tiempo en la silla de ruedas. "Quiero andar".

"¿Estás segura?" preguntó Hinata cuando se detuvieron en el extremo del pasillo que conducía a la habitación de Hanabi. Apoyándose en la fuerza de sus brazos, Hanabi se levantó. Hinata pasó rápidamente un brazo por debajo de los hombros de Hanabi.