Naruto - Lo Poético de lo anbu ✔️

67 - Final feliz

Bueno, Sasuke tenía que admitir que el pastel de ciruela del País de los Osos estaba muy bueno.

Después de cenar y acostar a los niños, llevaron a Hiraishin al País de los Osos. Su pequeña aldea ninja, Hoshigakure, sólo era conocida en el mundo por dos cosas: el cañón que rodeaba la tierra con gas venenoso y el lugar donde se estrelló un meteorito, que atraía a científicos de todo el mundo. Era una aldea que miraba más a las estrellas que a sus vecinos.

Muchos de los edificios estaban construidos con la roca del meteorito, y desde la distancia, toda la aldea se iluminaba como una lluvia de meteoritos brillando en el cielo negro. Sasuke y Naruto estaban sentados en un puesto familiar, en el que, al parecer, Naruto era reconocido como cliente habitual. Pero aunque estaban en medio de una aldea ninja alienígena, la mayoría de los civiles de la calle miraron a Naruto sin reconocerlo como el Hokage.

Lo que probablemente era bueno, porque Naruto consiguió mancharse la cara con la mayor parte de la gelatina de ciruela.

"¿Cómo sabes que está tan buena como dices si te sigues dejando la boca?".

"Está un poco desordenada". admitió Naruto. Bajó la mirada y pensó en limpiarse los dedos en la camisa. Sasuke se inclinó y cogió una servilleta de encima de la encimera y se la estampó en la cara a Naruto.

"Eh", Naruto agitó los brazos salvajemente y apenas se agarró antes de caer. Naruto se enderezó en el taburete, se limpió la cara y lanzó la servilleta en dirección a Sasuke. Con una gracia envidiable, Sasuke se inclinó y la servilleta arrugada le pasó por un pelo. Naruto resopló, se volvió hacia su plato vacío y gritó alarmado. "Eh, algo ha robado la tarta".

Naruto miró inmediatamente hacia los árboles en busca de una lechuza, hasta que oyó a Sasuke dar un sonoro golpe detrás de él. Naruto pateó a Sasuke sin fuerza y se burló: "Señor-no-me-gustan-los-dulces". Entonces Naruto sonrió con suficiencia. "Está delicioso, ¿verdad?".

Sasuke se encogió de hombros. "No pasa nada".

"Señor "no-sé-cómo-dar-un-complauso"". Naruto se volvió hacia el puesto y pidió más pasteles. La joven sonrió divertida antes de empezar a hacer el pedido. Varios adornos colgaban de la parte superior del puesto, entre ellos trozos del meteorito que habían sido transformados en diversos amuletos, joyas de cuentas y un Hiraishin Kunai. Probablemente, el joven vendedor no tenía ni idea de lo que era realmente el kunai.

Sasuke miró alrededor de la tranquila aldea ninja. La aldea era tan pequeña que la mayoría de la gente estaba emparentada entre sí. "De todas formas, ¿cómo encuentras lugares como éste?".

"Hablo con la gente", dijo Naruto obviamente. "Un Goze del País del Cielo me habló de este lugar. Un señor del Valle me habló del goze que podía tocar cualquier instrumento musical. Un cocinero del País de los Fideos me habló de la orquídea de frutas exóticas del Señor. ¿Y el País de los Fideos? Sinceramente, Sasuke, esto último se explica por sí solo. Otras veces, simplemente voy a explorar. Así es como encontré la playa de arena negra del País de la Tierra.

Sasuke se tomó un momento para mirar a Naruto. "Para ser sincero, no me sorprende que seas el Kage que parece no poder quedarse en su propia aldea. Nunca me había dado cuenta, pero recordando cuando éramos genin, siempre parecía que te sentías más cómodo en el camino que en casa".

Naruto cerró los ojos y, por un momento, se llenaron de olor a masa frita y ciruelas. "Sí, supongo que tienes razón. Cuando éramos pequeños, yo era el Jinchuuriki de nueve colas o el macarra de cabeza dura, pero en la calle la gente sólo podía juzgarme por mis actos. Supongo que ahora es igual. En Konoha, soy el Hokage, pero en la calle, sin la capa ni el gran sombrero, no soy mi reputación, sólo soy otro tipo que pide pastel de ciruela". Naruto sonrió suavemente. "A veces, echo de menos la aventura, los lugares nuevos y la gente interesante. Sí, no sé cómo esperaba sentarme detrás de un escritorio todo el día. Pero, de nuevo, nunca entendí realmente lo que era un Kage. Sólo quería el respeto de todos".