55 - Veneno

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"Tenemos que salir a la calle antes de que el rastro de Orochimaru se enfríe por completo. Esos cazadores-nin no saben qué coño están haciendo. Ahora me doy cuenta de que mi investigación llegó a un callejón sin salida porque me faltaba tu conocimiento de Konoha, pero juntos podemos encontrarle."

Tomu había dejado de escuchar a Sasuke hacía cinco minutos. Cuando por fin Sasuke se quedó sin palabras, Tomu levantó un dedo y dijo: "Primero, Naruto te dijo que dejaras a Orochimaru en paz de una puta vez". Dos dedos: "Segundo, aunque el agotamiento de chakra es una afección bastante fácil de curar con reposo, Sakura no me ha dado de baja del hospital y, a diferencia de ti y de Naruto, he aprendido a tener un miedo saludable a esa mujer." Tres dedos: "Tercero, sigo cabreado porque nunca has dicho nada sobre Orochimaru". Cuatro dedos: "No".

"¿No?" dijo Sasuke como si nunca pudiera acostumbrarse a oír esa palabra.

"¿Eso es todo lo que has oído?" Tomu no sabía de cuántas formas tenía que decir lo mismo para que se entendiera. Tomu dijo más despacio, puntuando sus palabras: "Me importa una mierda encontrar a Orochimaru".

"¿Qué?" preguntó Sasuke, totalmente confuso, como si alguien señalara un shuriken y dijera que era un kunai. ¿Qué había pasado con la maldición de Tobirama? ¿Cómo es posible? "¿Cómo es que no estás enfadado?

Tomu hurgó en los hilos sueltos de las sábanas del hospital para evitar la mirada acalorada que Sasuke le dirigía. "La venganza no los trae de vuelta".

La mirada de Sasuke se transformó en un gruñido. Al final, Tomu le había traicionado, como todos los demás.

Tomu vio cómo Sasuke arrancaba la puerta de las bisagras y salía furioso de la habitación del hospital. Unos segundos después, Tomu deseó que los locos desvaríos de Sasuke siguieran ocupando espacio en la habitación, porque ahora estaba solo.

El silencio era un recordatorio constante de lo que le faltaba.

"Esto es un motín".

Naruto no podía creer que sus Capitanes ANBU tuvieran el descaro de reunir a todas las mujeres de su vida en una habitación para atacarle así. Estaba en reposo, por el amor de Dios. Esto era injusto. Naruto se cruzó de brazos y se dirigió a los presentes como si estuviera sentado en su escritorio, en el despacho del Kage. "No, ya he tomado mi decisión".

Naruto se sorprendió cuando Tsunade le dio una palmada en la frente, destruyendo por completo la formalidad que intentaba establecer.

"Mira, mocoso". Naruto hizo una mueca de dolor. Hoy en día sabía que Tsunade sólo le dirigía ese cariñoso apelativo cuando pensaba que estaba siendo infantil o estúpido. "Todos estamos de acuerdo en que Konoha necesita volver inmediatamente a la normalidad, pero ninguno de nosotros puede permitir que pronuncies ese discurso mañana".

"Soy el Hokage", argumentó Naruto, pero mientras pronunciaba las palabras Tsunade le dio unas palmaditas en la frente como una madre a un niño febril.

"Naruto", Sakura hizo eso de ponerse una mano en la cadera y sacudirle un dedo en la cara. "Tus redes de chakra tardarán semanas en normalizarse. Mientras tanto, sería peligroso que hicieras incluso un clon en la sombra. No puedes, bajo ninguna circunstancia, realizar un jutsu hasta que yo diga que está bien".

La ANBU Serpiente representaba tanto los intereses de los capitanes de la ANBU, que habían acordado colectivamente que el Hokage estaba siendo irrazonablemente testarudo, como añadir una presencia amenazadora a la sala que Naruto sintió vivamente. Tuvo la sensación de que este ataque solapado era una invención suya. "Ésta es la situación, Hokage-sama: tu firma de chakra es tan única y brillante para un sensor, que en el momento en que utilizaste tu técnica hiraishin y el veneno hizo efecto, fue como si el sol se hubiera apagado sobre Konoha".

Naruto - Lo Poético de lo anbu ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora