53 - La Serpiente

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"Ha ocurrido algo", discernió el Dr. Yamanaka mientras observaba a su paciente, aún más malhumorado que de costumbre, quemar un resplandor en la pared. "¿Quieres hablar de ello?".

"No".

Sasuke no tenía nada que decir sobre Naruto Uzumaki. Si Naruto había acabado con él, Sasuke podía hacer lo mismo. No le resultaba extraño cortar lazos. Después de todo, fue él quien puso un raikiri en su relación en primer lugar. Era lo que siempre había querido: que Naruto dejara de perseguirle y que Naruto dejara de agobiarle con su moral y unas expectativas que nunca sería capaz de cumplir.

No, no quería hablar de Naruto.

"Si mantienes todo atrapado en tu cabeza, acabará supurando", advirtió el Doctor. Sasuke envió una mirada amenazadora, pero el Doctor se había acostumbrado a ellas rápidamente. Asintió cortésmente. "Hablaremos de ello cuando estés preparado. ¿Cómo has controlado tu ira? ¿Has tenido algún arrebato últimamente?

Sasuke recordó inmediatamente la cena en la que Naruto y él habían hecho un agujero en el apartamento de Tomu.

"No.

"Me alegro de oírlo. ¿Funciona la rutina?"

El Doctor había sugerido que Sasuke se estableciera en una rutina. Sasuke descubrió que tener el poder de controlar las pequeñas cosas cotidianas de la vida, le ayudaba a ejercer un mejor control sobre sí mismo... supuestamente. Desde luego, Naruto siempre fue una fuerza fuera de su control.

Entonces Sasuke preguntó de repente, como un picor que por fin tenía que rascarse: "¿Has perdido alguna vez a un amigo?".

"Como miembro de un clan y viviendo en una aldea ninja, sí, he perdido a muchos amigos", respondió el Dr. Yamanaka sin pausa.

"No, no la muerte... sólo la pérdida".

El Dr. Yamanaka guardó silencio un momento mientras intentaba descifrar las palabras de su paciente, y luego preguntó con amabilidad. "Te pido disculpas, necesito un poco más de contexto. Empecemos por lo básico. ¿Qué es un amigo?"

Sasuke resopló. Odiaba estos ejercicios. Pero era más fácil que hablar de Naruto. Sasuke se inclinó hacia delante mientras buscaba la metáfora adecuada. "Un amigo es una katana. Es una extensión de ti mismo, la llevas a tu lado y se embota con la negligencia. Puede romperse, descuidarse o perderse. Algunas katanas son poco fiables, algunas son más valiosas que otras, pero sólo unas pocas están realmente hechas a la medida de tu mano. Perder a Naruto fue como perder a Kusanagi. Perdí una parte de mí mismo".

Tras un momento, el Doctor replicó: "¿Qué le ocurrió a Kusanagi?".

Sasuke frunció el ceño. "Kusunagi se rompió. No lo había cuidado bien. Cuando dejó de serme útil, lo tiré a un lado. Pero debería haber conservado las piezas rotas, aunque me pesaran. Debería haber encontrado la forma de arreglarlas. Eso es lo que hice con Naruto. Lo dejé de lado cuando creí que ya no lo necesitaba. "

"A veces las amistades llegan a su fin", admitió el Doctor con pesar. "Algunas no están destinadas a durar y es difícil aceptarlo. ¿Cómo aceptaste la pérdida de Kusanagi?

"Recorrí el mundo para encontrar otra espada del mismo calibre. Un ninja no puede sobrevivir en este mundo sin un arma fiable".

"O un amigo fiable".

Sasuke hizo una pausa. "Hn."

"Veo que ahora tienes una nueva espada a tu lado".

"Zatoichi", reconoció Sasuke. "No es Kusanagi. Nunca será Kusanagi, pero servirá".

Entonces Sasuke se retorció las manos y descubrió que sólo podía formular la pregunta de una forma indirecta. "¿Crees que se puede encontrar y reparar a Kusanagi?".

Naruto - Lo Poético de lo anbu ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora