Naruto - Lo Poético de lo anbu ✔️

52 - Amigos y familia

Sasuke se sacudió el calambre y abrió los cuatro dedos de la mano derecha. Mientras hacía una pausa en su trabajo, miró las estanterías de papeles archivados en la trastienda del departamento de policía de Konoha. La ANBU necesitaba una copia del nuevo censo para sus archivos, lo que significaba que le correspondía hacerlo al miembro más reciente del equipo de Tigre. Al ritmo que iba Sasuke, calculaba que tardaría al menos otros cuatro meses en completar su segunda misión en la ANBU.

"¿Otra noche hasta tarde?" Sasuke se volvió hacia la puerta y se encontró con que el actual jefe de policía de Konoha seguía en la oficina, trabajando hasta altas horas de la noche. Sasuke no recordaba cuándo había habido una mujer jefa de policía, pero Tenten llevaba bien el uniforme. "La mayoría de los ANBU suelen salir corriendo hacia la puerta cuando acaban su turno".

No es que Sasuke tuviera nada mejor que hacer.

De repente, Tenten le tendió una bolsa de Ramen Ichiraku. Sasuke frunció el ceño. ¿Acaso el de Ichiraku era el único restaurante que existía en Konoha? Sasuke juró que algún día abriría una tienda de senbei de éxito sólo para dejar a Ichiraku fuera del negocio.

"Tomo nota de tu duro trabajo". Tenten saludó detrás de ella antes de volver a una mesa de informes.

Sasuke se quedó mirando la bolsa de plástico hasta que el olor le distrajo demasiado como para trabajar correctamente. Dejó la pluma de tinta y rompió los palillos de madera.

Mientras comía, casi podía oír el repiqueteo de los pasos jugando al escondite entre las pilas de papel. El hermano de su madre había sido jefe de policía de Konoha cuando los Uchiha residían en la comisaría. Cuando era pequeño, su madre solía llevarlo a la comisaría cada vez que tenía asuntos con su hermano. En otros tiempos, solía correr por aquellos pasillos en pañales.

Cuando Sasuke terminó de comer, volvió a la mundana tarea de escribir líneas de escritura perfecta en un pergamino. No se detuvo hasta que la luz del día filtró el polvo a través de la ventana y la alarma interna de Sasuke le avisó de que tenía diez minutos antes de su combate diario con el Capitán Tigre. Se levantó y clasificó cuidadosamente el papeleo para recogerlo más tarde.

Su mano se detuvo cuando el tatuaje ANBU de su hombro empezó a arder. Tardó un rato en darse cuenta de que sí, el Kage le estaba invocando. Sus dos últimas misiones habían llegado a través del Capitán Tigre y, en esencia, no había visto a Naruto en un mes.

Sasuke podría haberse pasado por la oficina si hubiera querido, pero se obstinaba en el hecho de que Naruto no le necesitaba, él no necesitaba a Naruto.

Sasuke apretó los dedos contra el tatuaje y activó la invocación inversa. En el siguiente parpadeo, Sasuke abrió los ojos a las primeras luces de la mañana del despacho del Kage.

Naruto estaba, como era de esperar, en su escritorio. El amanecer parecía delinear el sombrero del Kage con un resplandor de fuego. El sol brillante ensombrecía a la tercera figura de la sala, que permanecía de pie frente al escritorio del Kage, con los brazos cruzados y una postura obstinada. Sin siquiera ver la cara del chico, Sasuke ya sabía quién era por el cambio de peso.

"Cuervo, éste es Tomu. Tomu.... ya lo conoces".

"Si incendiarte los pulmones es su forma de presentarse", siseó Tomu y clavó unos profundos ojos de carbón en dirección a Sasuke. Sasuke podría haber replicado, pero le detuvo en seco lo inesperadamente inquietante que resultaba que el chico pareciese un Shisui más joven si Shisui tuviese el pelo castaño oscuro en lugar de negro azabache.

"Tomu, prometiste que intentarías que esto funcionara".

"Sí, y un movimiento en falso y le parto la cara".