Naruto - Lo Poético de lo anbu ✔️

26 - Absolutamente Nada

Descargo de responsabilidad3: No soy dueño de Naruto

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Capítulo 26

Anko soltó una carcajada loca, como la que se produce en la parada lenta de una atracción, rememorando la experiencia sin darse cuenta de que el subidón había llegado a su fin. Se secó las lágrimas del borde de los ojos y con un dolor se dio cuenta de que esta vez no podría volver y montar una vez más. Se había acabado.

La repentina decepción brotó en el silencio.

Kakashi se abrochó los pantalones y se puso la camisa hasta quedar completamente vestido con su uniforme. Se guardó Tácticas Icha Icha en el bolsillo trasero y se tapó la cara con la máscara.

Había reglas. Nunca se escribieron, ni siquiera se acordaron, pero con los años se habían convertido en sacramentos sin los cuales Kakashi y Anko nunca habrían funcionado. Nunca muestres preocupación. Nunca quieres respuestas. Nunca le pides al otro que se quede.

Anko giró de repente y el movimiento hizo crujir la cama e interrumpió el silencio. Kakashi hizo una pausa, ladeó la cabeza por encima del hombro, como esperando que ella dijera lo que él no podía.

Las palabras nunca llegaron.

Kakashi se metió las manos en los bolsillos y se marchó. Se dirigió lentamente hacia el campo de Grass. Se tomó su tiempo, se detuvo a oler las rosas, hasta que ni siquiera el tiempo lo alejó de la frontera de la Hierba.

Kakashi Hatake era un hombre que prefería mantener a la gente a distancia. Nunca había sido una elección consciente por parte de Kakashi, pero a medida que la gente empezaba a alejarse lentamente de su vida, se fue acostumbrando a la oscuridad que dejaba tras de sí.

Incluso su equipo de genin, los había visto alejarse cada vez más.

Kakashi no quería a nadie más en su vida, evidentemente el consejo opinaba lo contrario.

Llegó al campamento de guerra donde los ninjas de la Hoja y los resistentes de la Hierba habían empezado a congregarse. Mientras todos corrían a su alrededor, Kakashi parecía moverse a su propio ritmo. Era como ver el mundo girar y seguir conservando cierta apariencia de control.

"¡Kakashi Hatake! Se suponía que tenías que estar aquí hace una semana".

Kagome tuvo que preguntarse si Konoha pensaba que su guerra era una broma. Ella todavía no había sido introducida a las peculiaridades de Kakashi. Era la primera vez que alguno de los dos se conocía, aparte de los rumores que había dejado la infamia.

Kakashi se defendió con la excusa de siempre: "Pido disculpas. Me perdí en el camino de la vida".

Kagome entrecerró los ojos y no se dejó impresionar por el flacucho que tenía delante. Ella atacó con una amenaza, "Entonces la próxima vez que decidas perderte otra vez, voy a dibujar un mapa en la parte inferior de tus bolas."

"Mis honorables camaradas". Los ojos de Kagome se entornaron cuando Maito Gai saltó entre ellos y con una sonrisa resplandeciente rodeó a los dos con sus brazos. "Veo que ya estáis discutiendo con la pasión de una pareja de ancianos".