The Last Boombing Love

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La feria nunca se sintió tan tensa. Cuando regrese, Jack se veía preocupado.

—¿¡Dónde estuviste!?— corrió a mi, me abrazó.

Trate de disimular mis sospechas sobre él, pero no podía. Por alguna razón me sentía insegura.

—Me tenias preocupado, no te vi en todo el día.— acarició mi cabello y beso mi mejilla.

—¿Estuviste aquí todo el día?— mi voz salió como si fuera un susurro.

—Queria estar más tiempo contigo, pequeña.

Mis manos buscaron las suyas entre temblores.

—¿Dónde estuviste?

¡Como han cambiado los roles! Hace tiempo era yo la que preguntaba por los lugares en los que estuvo, y ahora se ha invertido. Sonreí.

—¿Te importa?— pregunté con mi sonrisa lobuna.

—¡Claro que sí! ¿Qué te hace creer que no?

—Hace tiempo, era yo la que preguntaba, y habían veces que no me respondías.

Su entrecejo se torció por enfado, sentí sus garras sujetar mi cabello con fuerza, levantó mi vista a la fuerza.

—¿¡Esto es una venganza!?— lanzó colérico. Con su mano libre jugaba con mi mentón.

—¿Por qué me vengaria de ti? No me haz hecho daño, no tengo razones para lastimarte.

Se acercó a mi lentamente, sentía el roce de sus labios sobre los míos, pero no me besó.

—¿Dónde estuviste?— se alejo y me miraba con altanería.

—Fui a la ciudad. Necesitaba información sobre un asunto que me queda resolver.

Puse mis manos sobre su agarré en mi cabello, su vista miró hacia la parte superior de su derecha y finalmente sonrió de nuevo.

—Me alegra que estés resolviendo ese asunto.

Sin soltar mi cabello se acercó nuevamente a mi, y me besó con brusquedad.

Mi cuero cabelludo punzaba de dolor ante su agarré, y no pude evitar gemir por el dolor.

—Perdoname— dijo cuando me soltó —No era mi intención lastimarte, perdí el control. No volverá a pasar.

Froté mi cabello al sentir libertad, mire el piso, mientras que él se movía con nervios. No me sentí culpable por provocarle  irá, pero es la primera vez me trata así. Tan descomunal.

—Por favor, perdoname, ¿Sí, ___?

Casi nunca me llama por mi nombre, casi lo usa en ocasiones especiales.

Lo miré anonadada, contemplando su mirada sincera. Él no pudo haber matado a una niña, ¿O sí?

Le sonreí, tal tez vio algo malo en esa niña, o tal vez lo este justificando.

Le sonreí, diciéndole que aceptaba sus disculpas.

—¿Sabes? Nunca he tenido una amiga tan sincera como tú, una persona que me hiciera sentir completo, cómodo y necesitado.

¿Cómo puede ser violento y al poco tiempo actuar como un gato? Y ¿Cómo es que me hace caer en su teatro?

—Eres mi única amiga con la que he podido tener un vínculo como este— tomo mi mano entre las suyas y besó mis dedos —Eres la primera que me hace caer en esta trampa a la que llaman amor, me preocupas, y siento una necesidad horrible de cuidarte. Y te pido, que me entiendas y que entiendas que mi forma de amarte puede ser muy rara.

Amame o Tememe «Laughing Jack x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora