Final Alternativo

26 4 3
                                    

El día era tranquilo, despertar a su lado, siempre me ha gustado. Sentir su respiración y su cuerpo es una forma gratificante para el descanso.

Paso la mano por su cabello, su cara es tan pacífica cuando duerme. Sus facciones tan calmadas sin gestos, hermosa igual que siempre.

Era muy temprano para él, me levanté y vestí, salí de inmediato para buscar un buen desayuno para los dos. Aúnque me tardé tres horas, se que Jack no estará preocupado.

Caminar por el bosque es mi actividad favorita, la paz que se siente, el aire limpio, es un lugar único que por desgracia se va perdiendo a causa de la urbanización.

Para mí era muy fácil salir sola, aunque me hubiera gustado visitar las calles con él, pero no era posible, según él.

Jack me ha hablado mucho del ritual que debemos hacer, según me dijo, estaba esperando la luna más bonita para esa noche tan especial, así que decidí conseguir algunos elementos de una vez.

Cuando regrese a la feria, Jack ya estaba despierto, mirando el cielo en esa cerca desbaratada, me sonrió en el momento en qué me miró.

—Mi pequeña— extendió sus brazos y fui hacia él.

—¿Qué hacia mi traviesa favorita?

—Conseguí el desayuno.

Miró las bolsas que tenía en mis manos y las tomo.

—Veo que conseguiste algunos materiales.

Asentí sonriente.

—Aún te falta algo muy importante, pero lo conseguiremos después del desayuno.

Jack nunca fue fanático de la fruta, siempre la hacia a un lado, dándole preferencia al dulce de los pancakes, es muy lindo cuando actúa como un niño pequeño, pero en verdad me gustaría que probará la fruta.

—¿Recuerdas cuando solo nos dedicabamos a comer cereal?— asentí mientras comía un trozo de fresa —Era lindo, estabas un poco pasada de peso.

—¡Claro que no!— exclamé.

—Calma— rió y levanto las manos en defensa —Igual eras muy linda.

Sonreí sin creerle.

—Desde que te conozco has sido muy linda, y desaliñada. Es por eso que me gusta arreglarte como muñeca, me hace creer que tú tampoco me dejaras como los otros.

—¿Quieres que mi nueva apariencia sea de muñeca?

—¡Oh, no! Quiero que sigas siendo tu, que siga siendo tu cara y tú ser.

Sonreí. Esas palabras las tuve presente todo el día, cuando compré las trescientas rosas que me pidió, sentí que de alguna manera me estaba reafirmando sus sentimientos desde las sombras, donde me observaba.

Lo único que me seguía faltando era el arma con la que me denfenderia, pero, él me dijo que no me preocupe por eso, que él me la daría.

Eran las diez de la noche, y aquel lugar en donde me sito se sentía muy tenso, no habían animales, y el cielo estaba lleno de cúmulos, con un aire frío.

—¡Mi pequeña!

—¡Mi amado!

Las pesadas flores me impedían correr a abrazarlo, él se acercó a mi, acarició mi cabello y se inclino hacia mi cara.

—Hemos esperado mucho por esto.

Me besó y tomo las rosas, saco de una caja un vestido rojo caoba. Era lindo.

—Pense que al menos uno de los dos debía tener un color distintivo.

Sonrió y devolví la sonrisa.

Amame o Tememe «Laughing Jack x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora