Es por ti

23. Violeta

Estaba locamente enamorada de Chiara. Adoraba verla en todas sus facetas. Siendo una niña, siendo desordenada, siendo la mejor consejera para sus amigos, siendo adulta, siendo cantante, siendo madura. Sin duda, había conseguido fascinarme en todas y cada una de sus versiones. Y eso le otorgaba un poder sobre mí que ni siquiera ella era capaz de gestionar.

Yo era una persona un poco complicada, porque me costaba llegar a implicarme del todo con la gente. Me resultaba muy difícil llevarme mal con alguien, pero aún me costaba más llegar a ser tan compatible con alguien. Y Chiara me lo había puesto tan fácil que me daba hasta miedo.

Esa noche, tras verla triunfar con sus canciones y su talento, me había dado cuenta de lo mucho que la quería. Y de todo lo que me quería ella a mí. Estaba a punto de cumplir su sueño, y dudaba en dar el salto porque no quería que yo me quedase atrás. Lo que Chiara no sabía es que a mí me hacía inmensamente feliz verla así de contenta. Era artista, y ya era hora de que se lo empezase a creer.

Durante la fiesta de cumpleaños de Luis, la chica saltaba con alegría, cantaba las canciones a pleno pulmón y bailaba como si no hubiera un mañana. Disfrutaba siendo libre, y a mí me hacía disfrutar con ella.

- Te traigo una servilleta para que no se te caiga la baba- murmuró la voz de Denna a mi lado, que me sonreía con complicidad.

- ¿Qué le hago, si me tiene loca?- respondí, encogiéndome de hombros.

- Me encanta la pareja que hacéis.

 Asentí con la cabeza, sonriente, y le pasé un brazo por la cintura a mi amiga, atrayéndola hacia mí para darle un abrazo cariñoso.

- Aunque he de decir que he visto cómo os miráis, y me da la impresión de que todos los que estamos aquí sobramos- replicó Denna, con una sonrisa pícara.

- ¿Qué quieres decir?- pregunté, haciéndome la loca.

- Pues que lleváis toda la noche que os coméis con la mirada pero no os acercáis- me explicó Denna, bebiendo de su vaso-. ¿Es un juego de tira y afloja que tenéis las lesbianas?

Le di un golpecito con la mano en el hombro, riéndome de sus ocurrencias. Volví a mirar a Chiara, que en ese momento bailaba con Ruslana una canción de Bad Gyal. Tuvo que notar mi mirada, porque posó sus ojos en mí y levantó el vaso en mi dirección, guiñándome un ojo que me derritió por dentro.

- He estado pensando en lo que me contaste, Violeta- me dijo Denna, poniéndose un poco más seria. Me giré para mirarla de frente, apoyándome en la barra-. Puede ser que Chiara, después de todo lo que pasó entre vosotras y su miedo a sentir que te fuerza, lo que esté intentando hacer es ir poco a poco para que vayas soltándote y no le cojas miedo.

- Creo que no te sigo del todo- confesé, sin entender lo que mi amiga quería decirme.

- Me dijiste que desde que ese hombre intentó abusar de ti, no habías conseguido dejar que Chiara se acercase a ti en ese contexto porque tu mente lo relacionaba con el trauma, ¿no?- empezó de nuevo Denna, y yo asentí con la cabeza-. Pues lo que te digo es que quizá Chiara esté intentando ligar contigo y seducirte de la manera más sutil que se le ocurre, que es desde la lejanía, con miradas y bailes, para no invadir tu espacio personal. 

Ya empecé a entender el punto de vista de Denna. Y la verdad era que tenía bastante sentido, si me paraba a pensarlo fríamente.

- Por eso me dijo antes de irnos del restaurante que la buscase cuando ya no pudiera más- dije en voz alta, atando todos los cabos que hasta el momento habían quedado sueltos.

- Exacto- corroboró Denna-. Ella lo único que está intentando es que te sientas cómoda y seas tú la que ponga los límites, así que déjate llevar y haz lo que te apetezca, porque ella está esperando a que estés preparada.