Capítulo 30

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Gabriel

Para cuando terminé la llamada con el Alfa

Zagan me sentí tan culpable como el infierno. Ni siquiera estaba seguro de que mi padre estuviera de acuerdo con el acuerdo que había hecho.

Jasmine probablemente me odiaría, y dudaba que Jason lo entendiera.

Comprobé mi reloj y se acercaban las 8.15. Rápidamente, puse en contacto a Jason con mi mente.

Elijah está conmigo. Lo voy a enviar a mis padres con Ellie mientras tenemos nuestra reunión.

Su respuesta fue casi instantánea, aunque un poco escueta.

Lo sé... El guardia me informó a dónde iba.

Supongo que tenía todo el derecho a estar un poco molesto. No todos los días tienes que poner un guardia en tu casa de Beta y a sus hermanas.

No todos los días tu hijo mayor prefiere confiar en su tío en lugar de en ti, o tu hijo menor es enviado al Alfa más duro de este lado de la frontera.

Pasé por la cocina y vi que Elijah y Ellie seguían charlando.

Elijah tenía la mano en un puño y Ellie la olía.

-Queso -Soltó una risita.

Elijah abrió la mano para mostrar un cubo de queso.

-Has mirado-le acusó.

-No lo hice-replicó ella.

Me interpuse entre ellos, con una mano en el hombro de Elijah y la otra en la cabeza de Ellie.

-¿Qué está pasando aquí? -pregunté, con una sonrisa.

Ellie levantó la vista.

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-Lijah está poniendo a prueba a mi lobo... Y está ganando-dijo entusiasmada.

Puse los ojos en blanco.

-¿Y no has estado haciendo trampas? -le pregunté con un tono de seriedad fingida.

-No papá, te lo prometo. No he mirado. Sólo usamos mi nariz.

Le revolví el pelo.

-Bien hecho, palomita. Ahora creo que es hora de que uses tu nariz y nos guíes hasta la casa del abuelo.

La levanté del taburete y la puse en el suelo.

-Si prometes quedarte cerca, no tienes que cogerme de la mano, pero no salgas corriendo -advertí.

Ella frunció el ceño.

-¿Puedo coger la mano de 'lijah?

Me reí.

-Por supuesto, si Elijah quiere.

Abrí la puerta principal y los hice pasar.

Se adelantaron ligeramente y no pude evitar sonreír, aunque una parte de mí deseaba que Ellie pudiera estar tan cerca de Samuel. Ahora sabía que eso nunca ocurriría.

Elijah y Ellie fueron los primeros en llegar a la puerta de mis padres. Para cuando me uní a ellos, la puerta se estaba abriendo.

Puse una mano en la parte superior de cada cabeza, mientras mi madre abría la puerta.

-Me imaginé que no te importaría tener un invitado más. -Sonreí.

Mi madre sonrió. Le encantaban sus nietos. Los rodeó con un brazo y los abrazó antes de dejarlos entrar.

Sonreí.

-Elijah tiene que volver al colegio después de comer. Volveré a por Ellie entonces.

Ellie se dio la vuelta y frunció el ceño.

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