Maki, una estudiante, se encuentra lidiando con sentimientos complicados hacia su amigo Hunter, mientras también navega por las complejidades de la amistad y los conflictos escolares. Ella se promete a sí misma ganarse el corazón de Hunter antes de...
Me sentí desanimada por la reacción de Kally, pero decido no dejar que eso me afecte. Sabía que había sentido algo especial en ese momento y no quería ignorarlo.
—No puedo evitar emocionarme por ello. —respondí, defendiendo mis sentimientos. —Kally, deberías ser más comprensiva. —sugirió Nia, tratando de mediar.
El timbre sonó, anunciando el final del receso. Las chicas y yo levantamos y nos dirigimos a nuestras respectivas clases, dejando atrás la charla por el momento.
camino hacia mi clase, con la mente llena de pensamientos sobre mi interacción con Hunter. Sabía que tenía que seguir confiando en mis propios sentimientos y no permitir que la actitud de Kally me desalentara.
Con determinación en mis pasos, entro a la sala de clases. En el segundo receso, volvemos a sentarnos en el mismo lugar a hablar.
—No puedo creer que este sea nuestro último año en la escuela. Las fiestas van a ser increíbles, ¿no creen? —suspiro.
—¡Definitivamente! Será una despedida inolvidable. —afirma Nia.
—Oigan, hay una nueva película de romance que saldrá en dos dias. Me encantaría verla y... tal vez invitar a Hunter para que la vea conmigo. —Expreso.
Dudo demasiado que él acepte una salida conmigo, después de todo, esto es muy rápido. Pero no pierdo nada con intentarlo.
—Yo puedo ayudarte, si quieres. —menciona Kally.
—Gracias, Kally, pero en realidad preferiría hacerlo yo misma. Quiero atreverme a tomar la iniciativa.
Simplemente no confio en Kally, me da mala espina. Ya me ha demostrado que no tiene buenas intenciones. A pesar de eso, me alegra que ella no esté sola, ya que somos sus únicas caras conocidas aquí. Bueno, además de Hunter, que vive pegado a mi hermano.
Horas más tarde, el profesor de la siguiente clase no aparece y aprovecho para volver a casa. Le comento a Aiden sobre mi plan de invitar a Hunter al cine y le pido ayuda para comprar las entradas.
—Aiden, necesito tu ayuda. Quiero invitar a Hunter al cine y no sé cómo comprar las entradas en línea. ¿Podrías ayudarme?
—A Hunter, ¿eh? vas directo a lo que vienes. Claro que te ayudaré, vamos a ver cómo conseguirlas.
Luego de varios intentos, logramos comprar las dos entradas y por la noche decido escribirle a Hunter.
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¿Otra vez ella? Se supone que ella quería ayudarme. ¿Acaso no sabe disimular? ¡Qué descarada, me gano!
—¿Y?, ¿qué te dijo Hunter? —pregunta Aiden.
—Kally lo invitó primero. —Respondí agachando la cabeza.
—Y me decías lento a mí, hasta una tortuga embarazada es más rápida que tú. —ríe Aiden.
—No es gracioso, además, tú nunca fuiste capaz de decirle a Nia que te gusta.
Voltee los ojos y lo miré con desagrado. No soy tan tonta como parezco, al menos eso creo yo.
—Ya se lo dije, y ahora somos novios.
La sonrisa burlona de Aiden se extendía al ver mi reacción. ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué de repente todos se ponen de novios? ¿El problema soy yo?
No puedo negar que me pone feliz que mi hermano consiga a alguien que lo quiera, y más si ese alguien es mi mejor amiga.
—Bueno, me alegro por ti, ya estaba pensando que te costaba salir del closet. —le sonreí y palmeé su hombro.
—Gracias, Mak. Volviendo al tema, ¿qué es lo que harás con las entradas?
—No lo sé, supongo que le preguntaré a Nia si quiere ir conmigo.
—De acuerdo, ahora ayudame a limpiar la casa, mamá llegará cansada.
Asiento con mi cabeza y lo sigo. Limpiamos y ordenamos cada parte de la casa. Más tarde, me baño, me visto y plancho mi uniforme para mañana. Termino y me acuesto en mi cama, me pongo a dibujar un rato antes de dormir y mis ojos se cierran.
Escucho mi alarma al amanecer y me levanto bostezando. Me preparo, desayuno y voy a la escuela con Aiden.
En la entrada veo a Nia, hablando con unas compañeras. Me acerco a ellas y las saludo con un beso en la mejilla.
Me devuelven el saludo y entramos a clases de matemáticas. Mi pesadilla. Hunter se sienta detrás de mí y me sonríe. Le devuelvo la sonrisa y le doy la espalda. Pasan las horas, salimos al receso y hablo con Nia.
—Qué raro que no haya venido Kally. —menciona Nia
—A ti te preocupa y a mí me alegra. —bromeo.
—No me alegra, me alivia un poco que no esté con nosotras. Dime, ¿invitaste a Hunter?
—Sí...pero él me dijo que irá con Kally.
—¿Con Kally? ¿Por qué? —exclama Nia.
—Lo invitó antes que yo.
—Con razón...
—¿Con razón qué?
—¿Te acuerdas el día que dijiste que ibas a invitar a Hunter al cine?
—¿Sí? ¿Qué pasa con eso?
—Cuando rechazaste su ayuda, ella tomó su celular y le escribió a alguien. Pero no estoy segura.
¿Es una broma? ¿Le caigo mal o algo? Aun así no me sorprende, es algo que ella haría, y hace.
—No me sorprendería. —suspiro.
—Qué descarada.
—Como sea, Nia, tengo las dos entradas. ¿Podrías...?
—Claro que sí, iré contigo.
—Uff, menos mal.
—Los vigilaremos de cerca, no permitiremos que se rocen ni un pelo. —Ríe de forma malvada.
