Capítulo Trece.

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Tengo una manta cubriendo mi cuerpo en la mañana. Es azul de lana y tengo una almohada debajo de mi cabeza, acomodada a mi altura. Me froto los ojos con las manos para ver con más claridad. Definitivamente estoy en mi tienda, al lado de Seungmin y no cerca de Hyunjin como lo último que recuerda mi cabeza de la noche anterior.

Trato de recordar el momento preciso en el que me hizo caminar a mi tienda, sin embargo, no recuerdo nada porque creo que ni siquiera sucedió, es decir; solo recuerdo cómo unos brazos me tomaron para cargarme como un príncipe haría con su princesa. Pensé que solo había sido un sueño, pero viendo que estoy en este lugar teniendo esa única idea en mi cabeza como explicación del cómo llegué hasta aquí, lo creo. Hyunjin me trajo en sus brazos anoche.

Aunque hay algo más, no me explico por qué es que no logro recordarlo bien, es decir, ni siquiera recuerdo cómo fue que le hizo para traerme hasta aquí o si Seungmin estaba adentro, aunque pienso que sí, porque cuando salí él estaba intentando dormir. Suelto un bufido debido a mi poca memoria.

—Buenos días, Felix. —Escucho su voz, me giro para mirarlo un momento, tiene los ojos adormilados.

—Buenos días, Seungmin —Le digo con una sonrisa. 

Regreso mi mirada a la parte de arriba de la carpa.

Logro escuchar el ruido que proviene de afuera, risas y pasos. Retiro la frazada de mi cuerpo hacia un lado y me siento, me acomodo el cabello antes de gatear hasta el lugar en donde se encuentra el zíper de la carpa. La abro lentamente. El deslumbrante sol baña el lugar, dibujando líneas en medio de los árboles y dándole luz a los lugares en donde no llega la sombra de las hojas. El día en este lugar se siente fresco, más aquel vaho que sueltan las hojas al calentarse por el sol, son como pequeños volcanes a punto de explotar. Salgo de la tienda completamente. Mis vellos se erizan al percibir el aire de la mañana acariciar la piel de mis brazos.

Tomo agua de unos garrafones que han traído los maestros para lavar mis manos, también lavo mi rostro y acomodando mi cabello, espero que el exceso de agua se seque con el aire, sin embargo, no espero completamente a que eso suceda, debido a mi encuentro con la mirada de Jisung a lo lejos, le sonrío.

Minho está con ellos, y Jerry también. Camino hasta aquel lugar en donde se encuentran. Minho está medio dormido en medio del delta y de Jisung, mientras que Hyunjin está sentado sobre una piedra, frente a ellos tres, pero de espaldas a mí.

—La feria es en unos días, chicos. —Dice Jerry mientras levanta la mirada al notar que me acerco —no habrá clases el miércoles por el festival de las bandas, el lunes que lleguemos al colegio será para desearle la suerte a la banda. —Termina y me ve. —Hola chico salvavidas.

Sonrío porque no faltó el saludo a mi llegada, extiende el brazo y sonríe mostrándome sus dientes.

Me acerco con más confianza, Jisung levanta la mirada hacia mí mientras me sonríe, y por inercia, Hyunjin se gira para verme de igual forma, a diferencia de ayer, hoy sus cabellos están desprolijos por toda su frente, no puedo ver con claridad sus ojos y eso me hace contener las ganas de caminar a él y acomodar sus cabellos. Pero como he dicho, me contengo, porque también se ve bien con fleco.

Tomo asiento cerca de Jisung, desviando la mirada de Hyunjin para recostarme sobre el hombro del castaño.

—Bueno, entonces tendremos que animar a nuestro chico. —Dice Jisung. Escucho la respiración pesada de Minho detrás de mí. Luego me doy cuenta de que los hombros de Jisung son el soporte de estos dos omegas, bueno, de Minho y yo. Suelto un bufido por eso, aunque no me quejo. Si hubiese espacio en el lugar en donde está Hyunjin, iría con él.

OMEGA NEGADO © #HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora