Capítulo Veintitrés.

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He estado durmiendo estos días sin saber lo que realmente soy y lo que realmente quiero, hasta hace unos días que tengo a Jinnie recordándome que Hyunjin tiene cosas que me gustan y que me dejan pensando en las estrellas y el color de sus ojos. Desde aquel día que he soñado con Bokye, hoy es la quinta vez consecutiva en la que vuelvo a soñar con él, escucho una voz extraña dentro de mis sueños que me repite los mismo, y el dolor de mi cabeza puede que se deba a la borrachera de anoche o ese sueño extraño que últimamente me visita sin cansancio.

Nunca he escuchado la voz de Bokye, por eso, cuando digo soñar con él, es mi voz la que oigo reproduciéndose dentro de mi cabeza, como un pensamiento que ha tomado otro rumbo, como un pensamiento que viene en contra de mi voluntad. Simplemente no tengo control sobre él.

Y hoy no ha sido el mejor comienzo del día. De no ser por Lani, yo no hubiese despertado a tiempo para alistarme y pedirle a la primera persona que se cruzara por mi camino en un vehículo para que me viniera a dejar al colegio a tiempo.

No tuve suficiente tiempo para ordenar todo lo que había hecho ayer, de tomarme el tiempo de hacerme reflexionar al respecto, y, sobre todo, de haber cavado mi tumba y enterrarme vivo.

"No soy distraído", le dije, pero la verdad es que sí lo soy.

¿¡Qué pasaba por mi cabeza!?

La verdad es que siento alivio en cierta parte, por haberle dicho todo lo que pasó por mi cabeza a Hyunjin en lugar de a Seungmin, sin embargo, no puedo decir lo mismo con haberle dicho eso a Hyunjin. 

Hay partes que hubiese preferido decírselo a Seungmin, pero la verdad es que no, simplemente mejor no hubiese abierto la boca. ¡Me hubiese ahorrado esta vergüenza que siento asomarse por mis mejillas y esa necesidad de matarme! Recuerdo exactamente cada palabra que solté anoche, porque, aunque no soy tolerante al alcohol y cuando estoy borracho no soy consciente de lo que sale de mi boca, siempre recuerdo todo lo que hice cuando lo estaba.

Recuerdo que hablaba con una copa, que casi me muero por bailar una canción que no recuerdo muy bien. Sobre todo, recuerdo la forma en la que abrí la boca sin callarme, desde que estaba en el bar hasta que me llevó a casa.

Lo único que no me avergüenza es haberle dicho la verdad de lo que pasa con Seungmin, eso lo siento como un alivio.

No obstante, ¡siento la cara arder cuando recuerdo el resto! Ni siquiera sé por qué pensé que era Seungmin, ¿en serio pensé que Seungmin iría por mí?

Esa parte me hace sentir mal. Si le gusto a Seungmin... incluso después de decirme todo lo que me ha dicho, ¿por qué sigue sin corresponder o protegerme?

¡No es que lo necesite! Simplemente no entiendo lo que pasa con él. Primero me hace pensar que le importo, pero otras veces olvida que estoy ahí. Todavía estoy confundido al respecto. En realidad, aprecio a Seungmin, pero simplemente no entiendo la forma en la que busca mi atención.

Suelto un suspiro. Dejando de lado la situación con Seungmin. Y regresando al desastre que soy con Hyunjin, me autodenomino a mí mismo un idiota. Un distraído del reino de los distraídos. Quiero enterrarme vivo, o desaparecer, borrar sus recuerdos y cuando me vea de nuevo, se pregunte: "Y él quién es", de modo que mi vergüenza no termine con matar a la poca dignidad que todavía me queda... ¿o es que ya no la tengo?

Tomo una fuerte calada de aire y la vuelvo a soltar para relajarme antes de acercarme a la puerta del bus, en donde se tomará la asistencia. Minho me inspecciona durante unos segundos mientras frunce el ceño. Supongo que es debido a que soy un desastre.

—Déjame adivinar... —Abre la boca y yo solo volteo los ojos. —¿Cogiste anoche y no te gustó?

Abro los ojos de sobre manera debido a que hay más personas detrás de mí esperando.

OMEGA NEGADO © #HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora