Capítulo Veinticinco.

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Hyunjin:

Felix no es invisible para nadie. Desde que se le ve por primera vez, se debe ser muy tonto para no darse cuenta de lo bien que sabe llamar la atención sin intentarlo siquiera.

Por eso, así como hoy, cuando recuerdo cierto día donde estábamos sobre el sillón de su sala mirando una película en su casa, bebiendo una limonada junto a nuestros cuadernos regados sobre el piso por lo aburrido que se nos hacía estudiar matemáticas a eso de las cinco de la tarde; con un cierto carmín tímido pintándose en sus mejillas, dejó el sillón para guardar su libro y verme con atención desde su lugar. 

No entendía muy bien la razón de ese sonrojo en sus mejillas, pero cierto gesto hizo que mi corazón se agitara y Sam se removiera con cierto fastidio. 

—¡Estoy harto de las matemáticas! Si pudiera hacer que dejaran de existir lo haría. —Sus ojos destilaron un brillo curioso. Presté atención.

Deduje que quería decirme algo importante, pero que estaba siendo cuidadoso y que por eso estaba sacando el tema. Suspiré con cuidado.

—Tienes razón, es muy aburrido. —Acomodé la espalda sobre el respaldo del sillón, y también a mi guitarra sobre el otro sillón. Crucé los brazos.

—¿Sabes qué? Tengo una propuesta para que esto sea más divertido. Ya casi acabamos la tarea y estoy aburrido. ¿Qué te parece jugar verdad y verdad? — Propuso con cierta emoción.

Hice un mohín y negué con la cabeza.

—¿No era "verdad o reto"?

—¡Claro que no! No vamos a hacer retos absurdos, Hwang. Solo pasaremos el rato. —Puso los ojos en blanco para después regresar al sillón y tomar asiento.

—No quiero, busca otra cosa.

—¡No! ¡anda!, qué aburrido eres. Solo estamos tú y yo.

No podía negarme. Yo también estaba aburrido, y aunque en realidad el juego se me hacia el doble de aburrido, pensaba que este era el método que estaba utilizando para poder decirme aquello que quería contarme.

—Está bien.

Sus mejillas se elevaron en una amplia sonrisa de oreja a oreja.

—Voy yo primero. Dime, Hyunjin ¿qué piensas de la profesora de ciencias?

—Mmh, es un poco molesta, pero admito que entiendo mejor su clase que con el profesor anterior.

—¡¿Verdad!? Tienes razón. Algo negativo puede que tenga algo positivo. Bueno, ¡tu turno!

—¿Por qué últimamente estás tan feliz? No lo entiendo. ¿Estás ocultándome algo?

Sus mejillas se enrojecieron al instante que solté eso. Negó con la cabeza mientras suspiraba. Esa era una faceta que nunca pensé ver en Felix. Él siempre fue demasiado duro, de hecho, confirmaba ser una persona que no se dejaría llevar o influenciar por las personas sentimentales. Lo extraño es que ha podido resistirse todo este tiempo, y no es duro solo conmigo algunas veces, porque creo que lo es con todo el mundo, incluso consigo mismo.

—Bueno, yo... —Buscaba con la mirada una respuesta dentro de la sala, que solo le hacía reírse de lo que sea que estaba pensando. Mi sonrisa se elevó debido a las vueltas que le estaba dando a ese asunto. —¿Sabes? No quiero que haya mentiras entre nosotros... y es extraño, porque lo mejor sería guardármelo para mí mismo. —Me señaló con el dedo mientras me daba una mirada seria. 

—¿Vas a decirme algo entonces? Adelante, antes de que me arrepienta y no te escuche nada. —Bromeé. 

Felix era la persona que, a pesar de que pasábamos tiempo juntos lo suficiente para decirnos estas cosas, siempre ocultaba muchas más dentro de él. Evitaba hablar de sus problemas y, aunque conocía tantas cosas de él, también sabía que tenía sus secretos guardados. Nunca se dejaba mostrar así. Siempre aparentaba ser una persona fuerte, aunque muy en el fondo era todo lo contrario. Por eso, sus palabras me dejaron sorprendido. 

OMEGA NEGADO © #HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora