OMEGA NEGADO © #Hyunlix

Capítulo Cinco.



Hay momentos en los que unas ganas tan inmensas nacen dentro de la última célula de mi cuerpo con la necesidad de golpearme la cabeza y recordarme que siempre hay un límite en nuestras decisiones. Debo entenderlo y prestarle más atención.

Mi cuerpo no pasa por alto los aromas picantes que suelta Hyunjin y Bokye no puede decirme qué siente al tener a un alfa cerca de mí en estado de celo.

No dice nada, no expresa nada, solo reacciona a ello sin que yo pueda hacer nada para controlarlo.

Pero justo como le dije a Hyunjin mientras estábamos en la cocina; el alfa y el humano son uno, ambos se vuelven uno. Bokye y yo somos iguales. No me cuesta entender que la sudoración de mi cuerpo se debe al aroma expuesto a celo de Hyunjin. Aunque aún no logro entender por qué es que no puedo controlar a Bokye algunas veces. Ya sé, quizá es por mi rechazo, quizá yo he creado ese gran muro entre él y yo, pero me gustaría, aunque sea un poco, poder decirle algo y hacer que lo entienda, o que me diga lo que percibe a su alrededor.

El aroma de Hyunjin me está afectando más de lo previsto y Bokye se mantiene oculto aún, lo que me avisa que el supresor no ha dejado su efecto, no por completo. Estoy desconcertado, no tengo la noción del tiempo, pero por cómo me siento, debe ser un poco más de las 00:02.

Por el poco control que tengo hacia mi omega, el único que puede protegerme es el supresor, no puedo quedarme más tiempo en este lugar.

Busco mi celular en la mesita con urgencia, lo encuentro con dificultad debido a la poca iluminación del lugar.

01:16

Mi ceño se frunce.

¿Por qué estoy perdiendo el efecto del supresor si aún falta tiempo?

Me giro para ver a Hyunjin, él duerme profundamente. Su respiración está relajada, aunque hay momentos en los que respira con fuerza.

Paso saliva por mi garganta sin comprender la situación mientras pido a Bokye que se quede tranquilo, que no haga algo que nos pueda delatar a los dos, aunque dudo que pueda hacerme caso, así que estoy solo en esto, como siempre.

Tengo que irme de aquí. No puedo permitirme más tiempo en esta habitación y estar con Hyunjin, expuesto. En cualquier momento mi omega podrá evidenciar su aroma y no podrá salir desapercibido por un alfa en celo. No sé qué tan agudo sea el olfato de Hyunjin, pero, de todas formas, me tengo que ir.

Estaba mal en venir aquí en primer lugar.

Me limpio la frente con la muñeca soltando un largo suspiro de manera lenta para no despertar a Hyunjin.

A las tres, voy a levantarme. Me iré de este lugar antes que Bokye pueda llenar de su aroma las mantas del colchón. De hecho, solo yo puedo sentir ese aroma floral, porque lo siento casi en el paladar; si no fuera por el supresor, supongo que ya sería evidente para cualquiera.

Uno...

Dos...

Tres...

Separo la espalda de la almohada, logo hacer que Hyunjin me suelte del brazo. Sonrío por el exitoso movimiento cuando estoy a unos seis centímetros de la almohada... pero solo logro levantarme eso.

Mi sonrisa se borra en el momento preciso en el que vuelvo a sentir mi espalda impactar contra la almohada y hundirme en el suave colchón.

Mi respiración se detiene y mi corazón va a una velocidad inexplicable, todavía más rápido que todo lo que acaba de pasar en cuestión de segundos.