Capítulo 13

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Las condiciones climatológicas no mejoraban, aún así, Farrell tenía mucho por hacer, por lo que se puso la cazadora en lo que Wake pasaba con cierta timidez al salón. La mujer no solamente iba tapada hasta arriba, sino que llevaba una humeante taza de café entre las manos para entrar en calor.

—¿Vas a salir?

—Iré al pueblo, regresaré pronto —dijo mientras echaba un poco más de madera en la chimenea y la prendía.

—¿Puedo acompañarte?

En cuestión de segundos, Anne estaba pegada a Taylor que no dudó en mirarla con la misma intensidad que los días anteriores.

—Mejor quédate aquí. Enseguida comenzarás a notar el calor, lo agradecerás.

Para su sorpresa, ella se limitó a asentir. Bien, eso en Wake era completamente inusual, tanto que se había preparado mentalmente para un pequeño pero intenso enfrentamiento que acabaría con una buena tanda de besos, sin embargo, su silencio y su forma de mirar a su alrededor la delataban.

—Estarás bien… Cuando te quieras dar cuenta estaré de vuelta con una maldita caja de preservativos en la mano.

Aquello, afortunadamente, la hizo sonreír.

—Que sean dos…

Farrell depositó un beso en la sien de la mujer, haciéndola suspirar.

—Si ves o notas algo extraño ya sabes lo que tienes que hacer…

Taylor había insistido demasiado con aquel tema. Su seguridad era lo primero, por lo que enseñarle un lugar seguro donde resguardarse había sido fundamental. Lugar que se encontraba en la habitación donde pernoctaba, pues dentro de uno de los armarios había una falsa pared.

—Tranquilo. No tardes…

Sabía que Wake odiaba quedarse sola, pero llevársela no era una opción. Farrell enseguida condujo hasta la plaza del pueblo, donde aprovechó para comprar algunos enseres y por supuesto, esa caja de preservativos que les daría la libertad que necesitaban.

“Llámame en cuanto puedas hablar.”

Aquel escueto mensaje de su padre le dejó en tensión. Por lo que buscó un recóndito lugar en las calles del pueblo que estaban prácticamente desérticas y lo llamó.

Hijo…

La voz de Enzo era tranquila, pausada, por lo que automáticamente, se relajó.

—No me digas que mamá te ha echado de casa.

Tu madre no podría echarme ni aunque quisiera… ¿Cómo está todo por allí?

—Sin novedades… —indicó mientras se aproximaba al coche para resguardarse del clima — ¿No había un lugar menos frío al que mandarnos?

¿Necesitas que os haga llegar ropa? ¿Mantas?

—Necesito poderme mover de aquí… ¿Cómo va la investigación?

Ese hijo de puta ha desaparecido, Taylor. No hay ni rastro de él.

—La quiere a ella.

Lo sé. Quizá necesitamos sacar a Wake de su escondite para que vuelva a dar la cara… Por lo pronto, Bash quiere esperar, así que imagino que por lo menos tenéis otro duro mes por delante.

—Cojonudo — se quejó Taylor mientras encendía la calefacción para colocar las manos en el conducto de ventilación —. Oye, quizá no es mala idea que nos hagas llegar un par de cosas.

—¿Qué necesitas?

—Ropa de abrigo, sobre todo para Wake. También necesitaré una tablet y quizá algo de dinero —murmuró mientras revisaba el sobrante que llevaba encima.

Taylor - La Leyenda De Un Farrell | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora