Capítulo 19

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Farrell llevaba cerca de diez minutos besando y adorando el cuerpo de Wake. Nada más llegar a casa, la pareja había pasado directamente al dormitorio donde se habían desvestido para entregarse sin reservas. Sin duda, era el mejor de muchos y es que para él no había mejor manera para reconciliarse que un poco de sexo salvaje y desenfrenado.

La había hecho gritar y lo había hecho por todo lo alto, pero él no había sido menos. No obstante, estaba dispuesto a darle un poquito más de todo ese cariño que sentía y por ello, se estaba dedicando a dibujar una hilera de besos por el vientre de la mujer que reía a carcajadas.

—Ya basta, Farrell… —suplicó muerta de risa — Me haces cosquillas.

Él la miró desde abajo con una sonrisa que, sin duda, lo delataba. Poco a poco, dirigió la mano al pequeño diamante de vello, haciendo que ella volviese a contener la respiración…

—Farrell, necesito descansar. Dame una tregua.

La verdad era que el encuentro les había dejado extasiados. Se habían dedicado una hora, tiempo más que respetable, pero el récord de Taylor era superior y estaba dispuesto a batirlo junto a Anne.

—Wake… esto no ha sido nada. Abre las piernas.

Farrell sintió la intensa mirada de la mujer que seguía ejerciendo fuerza con los muslos, impidiendo su acceso.

—¿Nada? ¿De verdad dices que esto no ha sido nada? Me he corrido dos veces y tú has estado a punto de hacerlo una tercera.

—No me malinterpretes. Ha sido la hostia —ronroneó mientras se colaba con maestría, logrando tocar los labios vaginales —, pero sé que puedo hacer que lo pases mejor.

—Nadie ha puesto en duda eso, pero mi vagina necesita un respiro.

Taylor rompió a reír y a continuación, introdujo una falange dentro, haciéndola resollar de placer.

—Siempre tan acogedora… —susurró llevando un segundo dedo a la entrada.

—Farrell… —gimió sin poder contenerse — ¿Por qué mejor no me hablas de ese club que mencionaste una vez? ¿Vas a menudo?

Él introdujo un tercero y entonces las piernas de Wake cedieron separándose lo suficiente como para llegar a meter el cuarto.

—Deje de ir hace muchos años…

A continuación, llevó el pulgar, que era el único dedo que le quedaba fuera, al clítoris y lo tocó con lentitud. Provocándola. Tentándola. 

—¿Por qué? Pensé que si lo conocías era porque te gustaba…

Le apasionaba. El “Destiny” era el mejor club de sexo de la ciudad. Tanto era así que incluso hubo una temporada que se permitió acudir todos los días a excepción del domingo que permanecía cerrado. Al principio, llevado por la curiosidad de descubrir cada una de las diferentes salas del lugar y después, simplemente por vicio. Sí, era una de las desventajas del lugar. Quién iba allí, necesitaba marcarse un límite, sino estaba perdido. Y así estuvo él por mucho tiempo.

—Y me gusta, Wake…

—¿Entonces? — Farrell la miró dispuesto a dejar de tocarla, pero ella le sujetó la muñeca, impidiendo que se alejara — Sigue… ves despacio…

Taylor se lamió los labios y comenzó un suave bamboleo con los dedos que le sacó los colores a Anne.

—Deje de ir cuando comencé a preparar las oposiciones. ¿Por qué tanta intriga, Wake?

—Siento curiosidad y como escritora de novelas eróticas creo que sería un puntazo escribir sobre un lugar así…

—No hay nada como verlo con tus propios ojos —murmuró incrementando el ritmo de sus caricias.

Taylor - La Leyenda De Un Farrell | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora