Familia

377 32 2
                                    

-Narra Paul-

Hoy nos vamos a casa para Navidad. Tengo muchas ganas de ver a mis hermanas y a mis padres. Termino la maleta y voy con Alex y Cris al sofá un rato a esperar a que todos estén listos y sea la hora de irnos. Esta semana ha sido una tortura. Sólo me alegra que no haya habido canción, porque no habría podido concentrarme. Cada cruce de miradas, cada silencio, cada comida. Ha sido realmente complicado evitarla.

Y va a ser aún peor cuando estemos con nuestras familias, que aún no saben nada. Una vez estamos todos listos, nos dejan salir. En la entrada del edificio veo a mi padre, y me acerco corriendo a abrazarle, emocionado. 

Le pregunto por el resto de la familia, él me pregunta como estoy y salimos de la academia. Fuera vemos a bastante gente esperándonos. Me quedo algo sorprendido. Nos metemos en un coche que nos lleva al aeropuerto a Martin, a su madre y a nosotros. Hablo también con Martin y su madre durante el viaje, y al llegar, nos juntamos con Violeta y Aurora, que van al mismo avión que nosotros.

Tengo unas ganas de volver- dice Violeta.

Yo también!-dice Aurora- necesito ver a Alicia yaa.

Pasamos los controles de seguridad y esperamos cerca de nuestra puerta de embarque. A penas conversamos entre nosotros, se hace un rato verdaderamente incómodo hasta que llaman a los pasajeros de nuestro avión. Entramos y me siento con mi padre. Violeta y su padre se sientan delante de nosotros, y Aurora y su madre delante de Violeta.

Paso el viaje poniéndome al día con mi padre. Está orgulloso de mí y eso me hace realmente feliz. Cuando yo le cuento cosas, ya las sabe. Al parecer toda mi familia ha estado enganchada al directo de la academia. Entonces, mi padre saca el tema.

¿Tú y Aurora estáis juntos?-pregunta- La gente solo especula, y puede que seáis sólo buenos amigos, pero en casa te conocemos, y os hemos visto.

Pues-dudo un instante- sí, o bueno, lo estábamos, no sé, antes de la gala de Navidad discutimos, y no hemos hablado desde entonces.-digo con un hilo de voz.

Así que es eso-dice mi padre, y suspira- te habíamos visto bastante apagado últimamente, y no sabíamos bien por qué.

Hemos intentado mantener en secreto nuestra relación- explico- aunque al final va a ser eso lo que ha acabado con ella.

¿Estás enamorado de esa chica?-me pregunta serio.

Sí.-digo simplemente- y ahora temo que no vayamos a hablar más.

Mi padre me dedica una mirada preocupada pero no comenta nada más. Cuando llegamos nos despedimos de Violeta y Aurora rápidamente, y vamos al coche, donde nos esperan mi madre y mis hermanas.

Las abrazo feliz y recibo la cascada de preguntas de su parte. Les pido que me dejen respirar y sólo me dejan cuando les aseguro que responderé a todas sus preguntas en casa. 

Os echaba de menos, a todos-les digo.

Y nosotros a tii- dice mi hermana Elena abrazándome de nuevo.

-Narra Aurora-

Observo como Paul se aleja hacia su familia, hasta que soy interrumpida por un caluroso abrazo de Alicia. Sorprendida, se lo devuelvo y la saludo feliz.

¡Te he echado de menos!- exclama.

Yo a ti también- digo abrazándola de nuevo.

Hola!!- digo, saludando a mis tías, que estaban esperando también en el aeropuerto.

Venga, -dice mi madre- vamos al coche, que tengo hambre y seguro que Aurora también.

No sabes tú cuánta- digo.

Volvemos a casa y me enfrento al interrogatorio de mi hermana mientras ponemos la mesa.

Mi favorito es Martin- dice ella.- me lo vas a tener que presentar-exige.

Claro que te lo voy a presentar, es el mejor-le digo, a lo que ella salta de alegría.

Tú tienes que contarnos muchas cosas-dice mi tía Miriam.- Qué te ha pasado esta semana? No hemos podido dejar de mirar el directo evidentemente, y se te veía bastante apagada. Tiene que ver con Paul?-pregunta.

¿Se sabe lo de Paul?-pregunto alarmada.

Que tenéis algo?- dice mi tía Valeria- sí y no. La gente tiene sus sospechas, pero no hay tampoco muchas pruebas. Nosotras te conocemos, así que lo hemos notado. No te hemos visto enamorada muchas veces, pero sí las suficientes para saberlo.

Suspiro aliviada, a la vez que preocupada. Y las miro, mi tía aún espera respuestas sobre mi actitud de la semana.

Lo cierto es que sí estamos juntos- digo- pero-añado al escuchar un 'os lo dije' de mi madre- ahora mismo no, creo. Nos peleamos, y no hemos vuelto a intercambiar palabra alguna. Y es en gran parte por mi culpa-digo tratando de que no se me quiebre la voz.

Ay, mi niña- dice apenada Miriam, mientras viene a abrazarme, seguida de todas las demás.

Las adoro a todas. Al final, estas mujeres son mi vida entera. He sido criada por mi madre y su hermana, y eventualmente su cuñada, Valeria, que es ahora como mi mejor amiga. Mi hermana viene a abrazarme también y suelto algunas lágrimas.

Os he echado muchísimo de menos-digo- a todas.

Comemos, y hablamos de cosas más felices. Me hacen preguntas sobre mis compañeros, me cuentan las novedades de su vida, y yo les cuento algunos detalles jugosos de la vida en la academia. 

Un rato después, mis tías se van y me quedo con mi madre, ya que Alicia se ha dormido.

Entonces,-empieza - ¿Cómo estás?

Pues, dentro de lo que cabe, muy bien-respondo- estoy viviendo un sueño al fin y al cabo, y todos mis compañeros son increíbles, los quiero a todos un montón, de verdad que para mí se quedan para siempre ya, y lo de Paul, espero que eventualmente se solucione, porque lo quiero muchísimo. 

¿Qué os ha pasado?-pregunta mi madre.

Pues- empiezo- le pedí mantener todo en secreto, y por lo que parece no lo estábamos haciendo tan mal, pero fui bastante egoísta, y no le pregunté cómo quería llevar él las cosas, ni nada, yo sólo asumí.-explico- y evidentemente le molestó, y le dije cosas que no tendría que haber dicho, y -mi madre me corta.

¿Sabes que siempre te pasa lo mismo?-dice ella- tienes que hablar las cosas, es importante. Igualmente, no te ha quitado los ojos de encima ni un momento en el aeropuerto- añade- está coladísimo por ti, yo creo que en cuanto habléis bien las cosas todo se solucionará, no parece un mal chico.

Yo la abrazo y niego con la cabeza, avergonzada. Mi madre siempre lo sabe todo mejor que yo.

Eh- dice ella- qué hacías tú yendo tanto a las duchas?-pregunta mi madre de forma acusadora.

MAMÁ!- digo tapándome la cara con un cojín.- tengo una edad, por favor.

Vale, eso responde a mi pregunta- dice riendo- gracias.

Le tiro el cojín a la cara y reímos hasta que nos duele la tripa, despertando a Alicia, que se acerca a preguntar qué pasa, lo que sólo provoca que ría más. La abrazo y le digo lo mucho que la quiero.

☆*: .。..。.:*☆

※Golden hour※|Paul ThinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora