°• 1 •°

467 47 21
                                    

Aquellos brazos tan bien tonificados la rodearon, haciéndola jadear suavemente por la sensación de sus manos bajar hasta su cintura para acercarla. Se siente tan pequeña y tan sumisa ante esa mirada fija en ella, fija en su cuerpo desnudo y expuesto solo para ella.

– Jeong... Te va a doler – se acercó a su cuello y mordió esa zona sin llegar a ser delicada, sus colmillos salieron y los posicionó bien – Pero vas a ser solo mía y de nadie más...

Todo su cuerpo se estremeció de una forma inexplicable, su loba se emociono de más.

Abrió los ojos y se levantó entre jadeos de la cama, desde que las hormonas la atacan no ha podido dejar de tener esos sueños con Jihyo.

Odia sus estúpidas hormonas de adolescente de quince.

– Oye jeongiee – abrió la puerta y se asomo con una sonrisa – ¿Ya despierta?, apúrate a arreglarte te voy a llevar a la escuela

Solo asintió y se levantó intentando disimular la humedad etre sus piernas, es incómodo, demasiado.

Nayeon cerro la puerta de nuevo, quitó su sonrisa y bajo las escaleras topandose con sus papás, antes de irse a trabajar.

– Cuida de tu hermana – dejo su taza de café

– Es lo que llevo haciendo desde que nació, no hace falta que me digas

– No le hables así a tu padre, no cuando te mantuvo hasta que decidiste irte

– ¿Por algo fue, no? – solto una risa sarcástica y tomo asiento en uno de los sillones esperando a que su hermanita termina – Solo sigo regresando a esta casa por jeongyeon, no por ustedes que les quede claro eso.

El silencio invadió toda la sala después de decir aquello, Nayeon dice la verdad, si por ella fuera no regresaría a esa casa pero jeongyeon existe. De todas formas piensa buscar alguna forma para intentar llevársela a vivir a su departamento que comparte con Jihyo.

– Termine, terminé – mientras baja las escaleras acomoda el cuello de su uniforme, le hizo señas a su hermana de salir rápido no es como que quiera interactuar mucho con sus papás – Me voy, nos vemos en la noche – abrió la puerta y salio rápidamente.

– Pero cálmate aquí la que los detesta se supone que soy yo – la miro con una sonrisa burlona y cerro la puerta – ¿Te han echo algo mientras no estuve está semana?, y perdón por eso, sabes que mi vida como representante de Jihyo es un martirio

Solto una risa.

– Sabes que no tengo problema entiendo que tienes tus propias actividades de adulta de diecinueve – bromeo un poco – por el momento, mamá solo me regaño por no hacer mis tareas en tiempo y forma.... Y papá me dio una cachetada por traer a chaeyoung a casa, sabes como se pone cuando tengo amigos alfas

Nayeon solo asintio intento ocultar su molestia.

– Eso explica la marca de tu cara – se acercó para pasar su dedo pulgar por esa zona, suspiro – Pronto encontraré la forma te sacarte de aquí jeongie, solo aguantalos un poco más

Solo asintió ante sus palabras con una sonrisa, nayeon alcanzó uno de los cascos para ponérselo y acomodarlo bien.

– ¿Cómo han estado viviendo solas?, eres un desastre cocinando y mejor ni hablo sobre lavar los platos y la ropa – entre risas se subió a la moto con ayuda de nayeon, es malísima para las motos le dan miedo.

– Síguele Yoo Jeongyeon, síguele y te dejare abandonada con los que se hacen llamar tus papás – indignada se acomodo su propio casco – Agarrate bien, no quiero que te caigas como la última vez – no pudo evitar reírse al recordar que una vez que la llevaba a primaria y pasaron por un tope, ella no se agarró bien y se cayó – Pues mi vida de adulta independiente es muchísimo mejor que vivir con estos señores, lo único malo es que Jihyo y yo tenemos que mandar nuestra ropa a la lavandería cada semana...

𝚘 𝚗 𝚎  𝚘 𝚏  𝚝 𝚑 𝚎  𝚐 𝚒 𝚛 𝚕 𝚜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora