Halloween de terror.

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Olivia se encontraba tumbada en la cama. Por estricta sugerencia, tomo la semana de Halloween como un pequeño descanso de su trabajo como organizadora de eventos. Ahora estaba aburrida viendo la pantalla de su celular, esperando un milagro.

Dejo el celular a un lado, y se quedó viendo el techo.

Realmente esperaba un milagro.

Pasaron los minutos, hasta que el teléfono comenzó a sonar. Atendió con entusiasmo, era su mamá.

Tras una conversación un tanto larga, corto. Se sentó en la cama, y comenzó a dar saltos de felicidad sin ponerse de pie. En eso su novio entró en busca de algo, y la encontró más viva que momentos anteriores.

—¿Te liberaron de tus vacaciones?— preguntó este sentándose al borde de la cama.

Mientras buscaba algo con la vista, Olivia lo atrapó con sus brazos, y lo arrastró dentro junto a ella.

—No, pero Circe me llamo y me dijo que está organizando una fiesta con sus amigas.— respondió sin soltarlo.—Y que va a haber un concurso de disfraces, que yo pienso ganar.

—Ah, a ti te encantan las competencias.— dijo este dejándose besar por la joven bruja.—¿Cuándo es?

Olivia se detuvo, y sonrió ante su primera frase.

—Soy una excelente ganadora.— dijo alzando su mentón con orgullo.—Y suma punto si es en pareja.

Se inclinó hasta quedar cerca de su rostro, y dejo un suave beso en su nariz.

—Y conozco a la pareja perfecta para eso.— susurró.—Krel ¿Me harías el honor de ...?

—Claro, soy tu novio y experto en ocultar mí identidad.— interrumpió.

La tomó de las mejillas, y la beso, para luego girar sobre ella. Sin embargo, se detuvo, al sentir que Olivia no lo iba a liberar con tanta facilidad.

—Pero ¿Cuándo es?— insistió en saber.

Solo que Olivia no tenía intenciones de responderle en ese preciso momento.

—¿Recuerdas mí ponencia? También tengo una conferencia este ...— hablaba entre besos.

Y fue aquello lo que hizo que Olivia se detuviera.

—No.— se quejó.—Cierto.

Krel se enderezó, y se sentó sobre sus rodillas, y Olivia le copio. Sin embargo, se abalanzó sobre él, para quedar abrazada a sus hombros.

—Me olvidé que te rodeas con personas aburridas.— bufó.

—Lo siento, pero si estaré para la fiesta de John.— dijo Krel.—Si hay un concurso, también lo ganarás.

—Y tú le ganaras a ellos.— murmuró.

Se acercó para besarlo, y él se dejó.

—Pero en una ponencia nadie gana.— hablo entre besos.

—Lo se, pero tú temario es el mejor.— sonrió.

—Si es verdad.

Antes de darle otro beso, Olivia se apartó, y vio un poco a su alrededor.

—¿Que buscabas al principio?— le pregunto.

—El zapato que me faltaba.— respondió dando una sonrisa.—Pero ahora no creo que me haga falta.

Krel se marchó en la mañana siguiente, y Olivia quedó sola en su departamento. A veces le molestaba quedarse sola sin nada que hacer, pero también disfrutaba la soledad. El silencio era agradable, y se podía concentrar en los que le faltaba hacer. Cómo por ejemplo buscar un compañero nuevo para el concurso.

Las Memorias de Olivia J.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora