Hace dos meses que Luke se fue a España por trabajo y no lo llevo nada bien, intento que no me lo note pero a veces es incontrolable. Los últimos días que estuve con él fueron muy intensos y maravillosos, lo pasamos genial haciendo cosas juntos como yendo al cine, a pasear, a comer fuera... Cualquier plan nos servía.
Ru ha estado durmiendo en casa de vez en cuando, también lo hemos estado pasando bien charlando, con nuestras cervezas y chistes malos. Bea está ya de seis meses, su barriga es más grande que la última vez, la niña está sana y viene perfectamente. Estoy muy contenta por ella, va a ser una madre espectacular.
Con Luke, bueno.. Hablamos una vez al día si se puede y sino, no hablamos en toda una semana, está muy liado con el trabajo. Muchas de nuestras llamadas se pueden resumir en un 'Hola nena, lo siento, te quiero' y colgar inmediatamente porque lo llaman del trabajo y tiene que cogerlo. Yo no aguanto más ésta situación, me supera y no sé qué hacer porque no quiero hacerle daño pero esto me está haciendo daño a mí, casi no duermo por el cambio de hora para poder hablar con él, el trabajo me tiene saturada y no puedo con todo. Estoy baja de ánimo y no quiero salir ni hacer nada más que estar en casa. Bea viene de camino para que salga de casa a comprar cosas para la niña con ella pero no tengo ganas, hemos quedado dentro de cinco minutos y aún sigo en la cama, llorando.Oigo la puerta de casa abrirse y a mi risueña amiga saludándome efusiva hasta llegar a mi cuarto, cuando me vió su cara se descompuso.
- Amelia, ¿qué haces aún en la cama? Habíamos quedado para ir al centro comercial.
- Nena... No puedo más. -Comencé a llorar de nuevo, con ella era la única con la que podía hacerlo.- No lo aguanto más, no duermo, casi no como...
- Cariño.. -Dijo sentándose a mi lado en la cama.- Tienes que hablar con él y decírselo.
- No quiero hacerle daño.
- Pero te estás haciendo daño a ti misma y eso no lo puedes permitir. Sólo lleva dos meses fuera y ya estás así.
- Bea, tú me conoces. No puedo mantener una relación a distancia y menos durante tanto tiempo..
- Lo sé, cielo, lo sé. -Dijo limpiando mis lágrimas.- Llámale y habla con él, ahora.
- ¿Ahora?
- Si no lo haces ahora, no podrás hacerlo en otro momento.
- Tienes razón. -Me limpié las lágrimas de la cara y cogí el teléfono, buscando el contacto de Luke y dudosa, le llamé en videollamada.
Mi amiga me asintió, dándome confianza y confirmación de que era lo que debía hacer. Sonó el primer tono, el segundo, el tercero... Cuando me iba a dar por vencida, Luke salía en la pantalla.
- Hola cariño, ¿estás bien? -Preguntó asustado por mi inesperada llamada.
- Hola Luke. -Dije y tragué saliva.- No, no estoy bien y quería hablarte de ello.
- Soy todo oídos, cuéntame que te pasa. -Su voz se puso seria.
- Verás.. ¿Recuerdas que dijimos que si uno de los dos no podía con ello habría que parar? -Él asintió con un gesto de dolor.- Pues... No puedo con esto. -Comencé a llorar de nuevo.- No lo llevo bien, lo siento. No puedo seguir con esto.
- Joder, lo sabía.. -Dio un gran soplido y siguió hablando.- Tranquila nena, lo entiendo, sólo que me ha pillado desprevenido, no esperaba que fuera tan pronto.
- No estoy hecha para mantener una relación a distancia, Luke. Es muy complicado para mí.
- Lo entiendo y lo respeto, cariño. Casi no hablamos, llevamos dos meses sin vernos en persona, yo tampoco lo estoy llevando bien si te soy sincero.
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Desde siempre.
RomanceAmelia y Rubén se conocen desde que tenían seis años, viven en Texas y siempre han sido compañeros de clase hasta el instituto, dónde se les separó, y con ello también su amistad. En esta historia, se volverán a reencontrar y recordarán los buenos...