capitulo 21

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Una semana, una semana desde la ultima vez que hable con ellos… trate de acercarme y llamarles pero nunca contestaron, también en la universidad nunca los encuentro les he enviado mensajes, pero ni si quiera los leen.

Estoy en mi casa pensando en que les estará pasando ¿Por qué se comportan asi? Si fuera por los estudios responderían mis llamadas o mensajes, nos veríamos en la universidad, también he escuchado rumores de que los han visto con Rubén abrazados, no quiero creer nada mientras yo no lo vea.

Tocan el timbre y extrañado abro la puerta, el padre de Vicent y Vitor está parado mirándome de pies a cabeza - ¿se le ofrece algo? – pregunto cruzándome de brazos.

-Si, quiero que me acompañes- lo miro sin entender -quiero que veas algo- dice mirando mi ropa -pero primero vístete-.

- ¿Y cómo porque tendría que acompañarlo? – pregunto sin moverme.

-Se que no has podido hablar con mis hijos estos últimos días ¿no quieres saber que están haciendo? – ante eso mi pecho se acelera, pero lo disimulo -no te pasara nada, te espero abajo- se va y yo cierro la puerta.

Nervioso camino de un lado a otro ¿Qué me querrá mostrar? ¿y si me están engañando? Si es una trampa o algo -mierda- voy a mi cuarto y me cambio de ropa, me coloco una chaqueta y unos jeans ajustados -si me están mintiendo las pagaran- abro el cajón y saco el sobre que pedí, lo meto dentro de mi chaqueta y bajo, mientras el ascensor baja me pongo nervioso, pero al llegar al auto me controlo.

El padre de Vicent me mira de pies a cabeza -no te ves mal- subo al auto y avanzamos -quiero que sepas que no tengo ningún problema contigo, es mas me agradas- lo miro sin creerle -se que no me crees, pero tu forma de ser es muy interesante… tu único defecto es no tener dinero- giro mis ojos -lo que veras es la realidad, el como deben ser las cosa… piénsalo como una lección- miro la ventana nervioso.

Llegamos a una sala de eventos muy lujosa, nos detenemos en la entrada y bajamos -sígueme- asiento y lo sigo pero no entramos por la entrada principal, si no que entramos por una puerta pequeña -debes prometerme que no aras escándalos- lo miro serio, con sus palabras ya me hago una idea de lo que vere -este es un lugar muy lujoso y veas lo que ves no puedes hacer nada- advierte, asiento para que deje de hablar -me gusta, eres obediente- se gira y sigue caminando, si supiera que de obediente no tengo nada.

Llegamos a un pasillo en donde se ve un gran salón, hay muchas personas en él, todos con trajes caros y muy elegantes, miro la gente celebrar, trago saliva nervioso por lo que pueda encontrar -allí mira- me fijo en donde el viejo apunta y quedo paralizado, en una larga mesa esta Vicent, Vitor y Edward junto a Rubén, los cuatro sonríen celebrando -a que se ven bien juntos- maldito viejo zorro.

Cálmate Ren esto no significa nada.

-Bien, te dejare aquí con mi secretario- llega un tipo flacucho a mi lado -es hora de la verdad, acuérdate, sin hacer nada- me apunta con su dedo, lo miro serio y asiento. El viejo se va y a mi lado se para el secretario, este no dice nada, solo mira junto a mí.

-Muy buenas noches- habla el padre de Vicent -les agradezco que se hayan dado el tiempo para venir a celebrar junto a nosotros- lleva su mano en dirección a los chicos y Rubén -démosles un gran aplauso a los futuros esposos- siento como un balde de agua fría me cae encima, me tambaleo un poco, niego con la cabeza, esto no puede estar pasando.

Veo a los chicos levantarse de sus asientos con una sonrisa en sus rostros, Vicent pasa su mano por la espalda de Rubén y este besa su mejilla -malditos- susurro.

-Tranquilo joven- habla el secretario, pero no lo miro. Vitor toma el microfono, trago saliva nervioso.

-Muchas gracias por estar aquí con nosotros, es una ocasión muy importante para nosotros ya que estamos celebrando que en dos semanas uniremos nuestras vida junto a Rubén- mis ojos se ponen llorosos, no lo creo, no puede ser cierto, el viejo me mira con una gran sonrisa en el rostro -cariño acércate- le dice a Rubén, mi estomago se revuelve al escuchar como lo llamo, este se acerca y toma su mano -muchas gracias por todo lo que has hecho por nosotros, nada nos aria mas felices que compartir nuestras vidas junto a ti- cierro los ojos evitando que las lágrimas caigan.

Como puede estar pasando esto, hace unos días atrás juraban amarme… y hoy están felices de casarse con otro, miro a Vicent y Edward ellos solo miran a Rubén con una sonrisa -quiero que sepan que todos están invitados a nuestra boda dentro de dos semanas, muchas gracias- le da el microfono a su padre.

Cara de ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora