capitulo 23

4 1 0
                                    

Vitor



Todo es una mierda, una jodida mierda… cuando Rubén nos mostró esas fotos me dejé llevar por la ira y no quise hablar con Ren, no quisimos enfrentarlo y tal vez fue por miedo a su respuesta, solo nos alejamos y estuvimos de acuerdo con Rubén en retomar el matrimonio.

Cuando lo vi llegar... parado en medio del salón dispuesto a enfrentarnos y pedir explicaciones estaba furioso, nunca creí que el aria algo asi.

Cuando admitió que si avía dormido con ese tipo Jack sentí que moría… cuando dijo que avían estado juntos años atrás estuve esperanzado, pero me di cuenta de inmediato que la aviamos cagado y mucho. Se notaba que también le dolía, que estaba decepcionado, enfurecido… dios como la jodimos.

Cuando me entere quien era su padre no podía creerlo… él es hijo de un mafioso conocido mundialmente y como uno de los más despiadados, al desenmascarar a Rubén y a mi padre, al enterarnos de toda la verdad lo que más deseaba era arreglar las cosas, pedirle perdón de rodillas, pero la manera en la que me miro, su fría mirada hacia nosotros me dejo helado.

Fuimos a su casa a buscarlo varias veces, pero al final nos enteramos que se había ido.

Creyendo que nunca más lo veríamos estábamos destrozados, ni si quiera le hemos reclamado a mi padre por hacer todo lo que hizo, no quiero verlo. No lo culpo de todo porque me dejé manipular por él, le creí todo lo que dijo, cuando Ren dijo que nunca nos dio motivos para pensar asi del supe que tenía razón, debí creer en él y hablarlo… no huir como un cobarde.

Al verlo llegar a la universidad tratamos de hablarle, de explicarle y pedir perdón… pero el solo dijo “no” eso me destruyo.

Hablamos con un compañero de su clase para saber de él, asi es como supimos que se había desmayado, al verlo en la camilla pálido se ve hasta más delgado. He querido acercarme a él, pero mi miedo me lo impide.

-Escuche claramente cuando ella se levantó sorprendida gritando embarazado- cuando escuche esas palabras de Luisa me quede de piedra, embarazado… ¿esta embarazado? Por un momento esa idea me gusto, pero Ren al vernos llegar lo desmintió de inmediato… llevándose mi pequeña alegría.

-Tu padre nos llama- dice Edward, miro a Vicent y este gruñe molesto.

-No quiero hablar con el- respondo tomando de mi trago.

-Aunque no quieras me escucharan- entra a la oficina que tenemos en nuestra casa - ¿han hablado con ese omega? – está serio y yo rio.

-Eso a ti no te importa- responde Vicent.

-He perdido un gran trato por culpa del, de haber sabido que era hijo de ese tipo lo hubiese tratado mejor- se sirve un trago -espero que hagan lo imposible para volver con el- lo miro molesto -solo si él se lo pide a su padre podremos salvar la empresa- gruño tirando mi vaso a la puerta.

-Olvídalo, nunca más te ayudaremos si en algún momento volvemos con él será por amor… no por tu avaricia- este me mira enojado.

-Nos quedaremos en la calle si no vuelven con él, si tienen que besarle los pies a ese omega háganlo y asi poder hacer ese trato- gruñe autoritario.

-No aremos nada por ti- dice Edward -si te quedas en la calle no es mi problema, nunca me acercaría a Ren por tu veneficio-.

-No te basto con separarnos de el para casarnos con tu puta personal ahora quieres que te ayudemos con tu empresa- Vicent se acerca a el -no lo aremos, olvídalo- mi padre lo abofetea.

- ¿Cómo puedes hablarme asi? Soy tu padre y aras lo que yo diga- impone.

-No eres más que un viejo senil que no es capaz de levantar su empresa asi que nos pides a nosotros que lo hagamos- me sirvo otro vaso -pero no lo aremos, a Ren lo amamos y no aremos nada para hacerlo sufrir más- me mira furioso.

-Ahora dices eso, pero hace unos días estabas dispuesto hacerlo sufrir por su engaño- se rie burlesco, apretó el vaso en mi mano porque es verdad, al pensar en que Ren nos había engañado quería hacerlo sufrir… como me arrepiento.

-Si, nos dejamos influenciar por uds, eso jamás volverá a pasar asi que vete de aquí tío, estas perdiendo tu tiempo- Edward abre la puerta.

-Con nosotros no conseguirás nada asi que busca por otro lado- mi padre nos mira a los tres.

-Se arrepentirán de esto, uds no son nada sin mi- se va y cierra fuerte la puerta. En ese momento suena el celular de Vicent.

-Es Ren- dice nervioso.

-Ponlo en altavoz- digo y lo hace.

- ¿Ren? – dice, pero todo está en silencio - ¿Estas Bien? – pregunta.

-Joder los odio- dice despacio, mi pecho se apreta.

-No digas eso por favor, perdónanos- luego de eso Ren explota diciendo que nos odia, que lo destruimos, que ojalá nunca nos hubiese conocido. De mis ojos salen lágrimas, me dejo caer al suelo derrotado cuando dice que jamás nos perdonara, el corta la llamada y pongo mis manos en mi rostro llorando Vicent y Edward están iguales.

-MIERDA PORQUE TUVIMOS QUE CREERLE A ESE HIJO DE PUTA- Grita Edward lanzando todo en el escritorio.

-Somos unos imbéciles- me levanto y voy a mi cuarto, nunca pensé que terminaríamos asi, él nos amaba, demostró muchas veces que nos amaba… recuerdo lo aterrado que estaba cuando se dio cuenta de lo que sentía por nosotros - ¿Cómo no lo vi antes? - me dejo caer a mi cama derrotado, desearía retroceder el tiempo y hablar con el… hacer las cosas bien, sé que no nos engañó… solo me deje llevar por la ira y lo jodi todo… lo jodimos todo, y joder que me arrepiento.

Ren hoy ni nos miró, esta extraño… nuestro informante nos dijo que no fue a las últimas dos clases y que se veía distraído o aturdido, como quisiera poder hablar con él. Al llegar a casa voy a mi cuarto y me siento en mi cama, miro extrañado cuando un numero desconocido me llama.

-Hola- respondo.

- ¿Hablo con el novio de Ren? - me levanto sobresaltado a no conocer esa voz.

-Si ¿Por qué me llamas? – estoy nervioso.

-Habla el doctor Ramírez, el Joven Ren tuvo un chequeo hoy y se desmayó, tiene tu número como uno de sus contactos de emergencia por eso lo llamo- salgo de mi cuarto y llego rápido al living -Estamos en la clínica regional del centro- dice.

-Vamos en camino- cuelgo y grito a los chicos, ellos llegan rápido -Ren está en una clínica Vamos- ellos sin dudarlo me siguen.

……………………………………….

Entra el doctor rápido al escucharme gritar - ¿está bien joven? -.

- ¿Estoy soñando o Ud dijo que eran dos? - es lo primero que pregunto.

-Asi es joven son dos bebes, veo que le sorprendió mucho- asiento sin creerlo, él se acerca y quita la aguja de mi brazo -perdóneme, pero tome su celular y llame a su novio, el viene en camino- abro mis ojos asustado.

- ¿Qué hizo qué? - pregunto alterado.

-Lo siento… ¿no debí llamar? - me levanto rápido.

-Por supuesto que no- tomo mis cosas -si habla con ellos no le diga que estoy embarazado, es secreto- el asiente.

- ¿Con ellos? – pregunta extrañado.

-Si los padres de mis bebes, pero aún no deben saberlo- el asiente.

-Como Ud diga joven- en ese momento se abre la puerta y ellos entran.

- ¿Qué te paso? – pregunta Vicent acercándose a mí, pero me alejo, miro al doctor, este traga saliva nervioso.

-El joven- me mira -vino porque se sentía débil… se le bajo el azúcar- los chicos me miran.

-Lamento que los haya llamado a uds, los sacare de mi lista de contactos de emergencia... no volverá a pasar- digo colocándome mi ramera.

-Los dejare solos, hasta luego joven Ren- asiento y el doctor se marcha.

- ¿De verdad estas bien? – pregunta Vitor.

-Si, no es problema suyo- ellos me miran fijamente, Edward mira mi estomago fijamente asi que subo el cierre tapándola -debo irme-.

-Déjanos llevarte por favor- pide Edward que me mira extraño.

-No, puedo llegar solo- paso por su lado y salgo de la sala, siento sus pasos detrás de mí, tomo el ascensor junto con ellos, es incómodo y sus miradas son pesadas… estoy muy consciente de que ellos están aquí, si hubiesen llegado antes de que despertara ahora sabrían que estoy esperando dos hijos suyos. Sin darme cuenta llevo mi mano hasta mi estomago acariciándolo.

- ¿Qué te dijo el doctor? – pregunta Edward, lo miro y él está mirando mi mano en mi estómago, la quito rápido y miro las puertas.

-Solo es cansancio- digo nervioso, ellos siempre se dieron cuenta cuando mentía. Siento la mirada de Edward en mi -deja de mirarme, no soy un fenómeno- gruño molesto.

-Déjanos llevarte a casa- dice Vitor. Las puertas se abren y doy un paso rápido, eso me provoca un mareo y pierdo mis fuerzas.

Cara de ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora