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Escucho mi teléfono sonar en mi bolsillo pero hago oídos sordos, no puedo coger la llamada al tener los brazos ocupados con los libros de historia, es mi primera clase y ya llego tarde. Menos mal que el profesor Vogrincic es buena onda y a veces me deja pasar aunque llegue un par de minutos tarde, no como Pardella, el profesor de educación física, si llegas un minuto tarde te deja fuera de clases. Y no lo culpo, él sabe que lo hago adrede para no hacer gimnasia.

El teléfono deja de sonar y yo llego a mi clase, no sé como me las apaño para dar un par de toques en la puerta, seguido la abro con mi hombro y agradezco cuando el profesor me la deja sujeta.

—Gracias, Enzo. —agradezco, llevo mi vista hacia él para darle un sonrisa.

Sonrisa que se queda congelada nada más ver que no es Vogrincic, reacciono al segundo, paso saliva y trato de disimular mis nervios.

—Creía que era mi clase, perdón. —me disculpo, pero cuando me giro me doy cuenta de mis amigos sentados.

—No se ha equivocado, señorita. —me detengo— Pase ya o se quedará fuera. —asiento y me apresuro a sentarme en mi sitio.

—Llegas tarde. —me dice Blas a mi lado, ruedo los ojos.

—¿En serio?

Escucho la puerta ser cerrada justo cuando me siento en mi silla, mirando al hombre que parece ser profesor.

—Como iba diciendo... El profesor Vogrincic se ha tenido que tomar un tiempo indefinido por problemas saludables. —explica, sus ojos miran a toda la clase menos a mí— Por el momento voy a ser yo el profesor de historia, y espero que podamos llevar bien el tema. —ahora sí, sus ojos recaen en mi persona y yo siento de nuevo aquellos nervios que sentí la última vez— Para quien ha llegado tarde, me llamo Esteban Kukuriczka y no voy a tolerar tontería de ningún tipo. Señorita, —no aparta su mirada de mí y eso me hace saber que se refiere a mi— está vez la he dejado pasar porque tenías que escuchar esto pero será la última. —asiento con la cabeza, aceptando y rogando porque dejé de mirarme.

Esteban Kukuriczka, así se llama... Por otro lado, ¿cómo hago para dejar de sentir todo esto? Porque, de nuevo, siento esa tensión que nos rodeaba la primera vez, incluso me atrevería a decir que está vez es un poco más fuerte que entonces.

—¿Puedo preguntar algo? —alzo mi voz, su vista vuelve a la mía y lo veo asentir— ¿Enzo está bien? —me da una sonrisa de boca cerrada.

—Está bien, sólo se ha enfermada y no quiere contagiar a nadie.

—Siempre se van lo profesores buenos. —dramatiza Pipe, con voz lastimera.

—Rocco era el mejor. —recuerda Santi, confundida lo miro.

—Y sí. —confirma Blas.

—Pero Rocco sigue en el instituto. —contesto.

—Pero no nos da clases. —responde Santi, asiento ahora entendiendo.

—Fran es el mejor. —afirma Juani, se me escapa una sonrisa.

—Una vez me vio llorando. —digo, divertida.

—¿Vos llorando? ¿En qué mundo? —se burla Pipe, su voz llena de ironía.

—Fue culpa de Blas. —le explico.

—Le hice la broma de un día sin hablarle. —se une el rulos, riéndose.

Una hora después se acaba la clase, todos empezamos a salir para tomar un descanso en el pasillo, Juani me empieza a molestar mientras salos hasta que me llama nuestro nuevo profesor. Entro a la clase de nuevo y la puerta se cierra tras de mí, Esteban está sentado en su silla mientras me observa acercarme, sus manos en sus muslos y sus piernas algo abiertas, trato de ignorar el ambiente que nos rodea.

—¿Y bien? —pregunto, incitando a que hable.

—Bella, tenés que olvidar lo... —interrumpo, con toda la tranquilidad.

—Creí que lo había dejado claro con mi forma de apartar los ojos cada que usted se queda fijo en mí. —respondo, una pequeña sonrisa adornando mis labios, mis manos entrelazadas por delante.

Lo veo asentir con la cabeza, la cual baja por unos segundos y, cuando me vuelve a mirar, noto como sus ojos pasan por mi cuerpo, no dejo que note lo que causa en mí.

—Bien... Muy bien, entonces, podés retirarte.

—Perfecto. Hasta mañana, profesor. —me despido, dándome vuelta para irme.

—¿Cuantos años tenés, Bella? —lo escucho preguntar.

—La semana pasada cumplí los dieciocho. —respondo, antes de salir de ahí.



Uueeepa, ¿os esperabais q fuera su profesor?

Love, M 🧡

Eyes don't lie  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora