17. Solo quería verte.

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Los días pasan y son más ajetreados para Renata, que logro sacar un nuevo perfume y, es bastante promocionado, las llamadas de Cristian son constantes y el progreso de el, son más notables. El vino, se a posicionado como el más recomendable para tomar, se hace loca cada vez que ve en las noticias a Cristian, enterándose que le habían quitado el yeso y podía caminar mejor, aunque su barba había crecido un poco, seguía siendo el mismo hombre guapo.

El café en la mesa estaba tibio, mientras que Renata seguía marcando X en su agenda, de las reuniones que asistió y otros lugares que la han invitado, la puerta se abre y se sorprende al ver a Óscar, cierra la puerta y trae un folder rojo, su cabello se ve húmedo y su camisa tiene gotas de agua.

-Esta lloviendo demasiado- comenta y se sienta frente a ella, pone el folder en la mesa- Te gustará.

-Pensé que no saldrías de tu empresa en un día, tan malo.

-No es malo el día, si se ve muy bonito para mí.

Renata sonríe y, abre el folder, lo lee muy atenta en su mente, arquea las cejas.

-¿Que?

-¿Si?

-¿Estás pidiendo mi firma por si te sucede algo?

-Ay Renata- murmura y se levanta, para sentarse cerca y la mira fijamente- Soy un hombre que no tiene familia, un decir, y la verdad.. - hace pausa- Quiero que te quedes con todo lo mío, por si, muero.

Ella entre abre los labios sorprendida, no espero que el fuera que le dijera algo así, lo mira detenidamente.

-¿Te sucede algo?

-No, no me sucede nada.

-No puedes.. darme todo lo que te esforzaste, y no te vas a morir.. sabes, te estás anticipando. ¿Verdad?

Se cruza de brazos un poco incómoda, Óscar se ríe y desliza los dedos por los brazos de ella, de forma suave.

-¿Y que importa?

-Tienes a alguien, a un familiar que si puedas darle todo..

-Yo tengo frente a mi, todo lo que yo quiero, en estos momentos.

Renata y Óscar se quedan mirando, solo paso una semana desde que se hundieron en la pasión, pero, sus cuerpos pedían por más. Y, no era suficiente para ellos, una vez. Sus labios se rozan, pero, el toque de la puerta los interrumpe. Óscar, se levanta y se sienta en el otro mueble, tratando de mantener su distancia, Renata suspira y se acerca a la puerta, la abre y su corazón se acelera al ver a Cristian frente a frente, el la estudia y, entra a la oficina.

-Vaya, Vaya, mi viejo amigo- dice directo al ver a Óscar y mira a Renata con intensidad- Y mi vieja, amante.

-No soy tu amante ¿Por qué estás aquí?

-¿Por qué él está aquí?- voltea a mirar a Óscar que se mantenía en silencio, ya que no le nacía dirigirle la palabra- obviamente, eliges al enemigo más cercano a tu amante.

-Que yo sepa, no sigo siendo su enemigo- Óscar se levanta y le lanza una sonrisa-  Usted decidió, poner ese nombre.

-Deja de hacerte el vivo, se lo que buscas y es aprovecharte.

-Lo haz echo tantas veces, que se convirtió en parte de tu personalidad.

-Óscar.

Ella siente la tensión en ambos y no quería, que se armara una situación peor, teniendo a los dos hombres con los cuales disfruto y, ahora se encontraba molesta, con el ánimo hasta el suelo desde que vio a Cristian, aparte de adicción le afectaba en todos los aspectos, por el gran amor que seguía sintiendo hacia el, a pesar de que se acostó con Óscar.

-Sea lo que sea que quieras hablar, será en privado.

Cristian asiente fingiendo tranquilidad, con sus manos en el bolsillo sudadas y los celos mandándolo por dentro, era preferible que se quedará a solas con Renata, o si no terminaría siendo el asesino, Óscar no había que decirle las cosas dos veces, sale de la oficina sin apartar la mirada de Cristian, que lo persigue como si fuera una presa. Renata cierra la puerta.

-Eres una descarada..

-Y tu, un mentiroso y todo lo malo, lo tienes tú. ¿Que vienes a buscar aquí, no haz superado que todo lo nuestro se acabó?

-Si- su melancolía es notable y sus ojos también expresan lo que siente en ese momento- Acepto, pero, Dios.. ¿Con Óscar? ¿Como te vas a rebajar con un feo como ese?

Renata rueda los ojos y, se dirige a su escritorio, toma asiento en la silla giratoria.

-Ya no te debe importar, con quién yo este y, menos debes meterte en mi vida.

-Me enteré que tú nuevo perfume, a sido todo éxito, me alegro por ti.

Renata lo mira fijamente, su corazón seguía teniendo el mismo ritmo que el primer día que lo miro. Era tan obvio, como sus mejillas se ponen rosadas con solo conectar mirada con el, lo extrañaba demasiado como para que de un día a otro, o una noche con otro hombre, la haga olvidar tan rápido, Cristian era el hombre que siempre va a amar a pesar de que fue malo.

"Odio, amarlo tanto.. ¿Cuándo podré superarte, amor?"

-Gracias- desvía la mirada a la laptop donde tenía varios diseños- ¿Que quieres?

Cristián suspira, solo quería verla otra vez, aunque tenia un mal sabor al saber que Óscar se encontraba en la oficina, no era necesario preguntar por que sabe que ambos se acostaron y eso le dolía más, aunque no quería reclamar ya que no tenía ningún derecho en ella, por más que quisiera.

-Solo quería verte.

Renata asiente y cierra la laptop, un poco brusco por el enojo que crecía en su interior.

-Ya me haz visto, te puedes ir y, por favor, no vuelvas a pisar la empresa.

-Renata, en algún momento vas a caer otra vez y será conmigo.

-Siempre dices eso.

-Es una pena que.. sigas creyendo que me haz superado.

-Te voy a superar- se levanta de la silla giratoria y, el la jala por el brazo- Te lo juro.

-No vengo a que me perdones- susurra, mirando los labios de ella que estaban a poca distancia- Solo quería verte, por qué te extraño demasiado, mi jodida cama me recuerda a ti..

Renata jadea al tenerlo tan cerca, Cristian desliza las manos sobre los hombros de ella, enviando miles de cosas al interior, desapareciendo el enojo o cualquier emoción negativa dirigida a él.

-Yo te odio Cristian, te lo he dicho mil veces, no me busques.

-Mi presencia no te puede hacer tanto daño.

-Si, lo hace.

-Te fascina mi presencia.

-No digas tonterías.

Lo mira detenidamente y se acuerda que estaban más cerca, se aleja bruscamente de el y le abre la puerta, con las mejillas sonrojadas y con las manos temblando por las emociones que el generaba.

-Si, me iré- dice el con una sonrisa que la encandiló y se acerca a la puerta- Te lo concedere.

Renata desvía el rostro a otro lugar, recibiendo un beso en su cuello y, cuando estaba por reclamarle el había salido de la oficina, cierra la puerta y suelta un suspiro largo, Cristian se estaba convirtiendo en un tormento ya que, estaba en todos los lugares, en las noticias, periódicos, redes..  en su mente y corazón, y no podrá sacarlo tan rápido de ahí.

Renata: creando venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora