10. Un accidente y a perdido mucha sangre..

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Renata había conocido tantos empresarios como las copas que se tomaba, sentía las mirabas lascivas o como trataban de conquistarla, pero, lo importante que tenía tantas personas encantadas de hacer una alianza con ella, que le alegraba. No volvió a ver a Óscar durante 5 horas y no sabe que hora es, pero simplemente bailaba con las demás chicas que disfrutaban de la buena música de esa noche, el alcohol la hace olvidar muchas cosas y entablar conversación con tantas personas que la despejó.

Mientras tanto Óscar se arreglaba la corbata y mira a Sandra que estaba en la cama mirándolo fijamente, solo tuvo unas horas de placer pero, tenía a Renata en mente pues, andaba con ella. Se pone el reloj y mira la hora, con las cejas fruncidas, era las 12:00 de la noche, no tienes ni idea de lo que hizo Renata pero, tenía que llevarla a casa.

-¿Volverás luego?- pregunta Sandra y se levanta de la cama- la fiesta no termina ahora y sabes, que a las 3:00 debes ir obligatoriamente al culto de Armando.

-Lo sé, lo tengo muy pendiente- se dirige a la puerta- tengo que irme a cumplir con algo.

Sale de la habitación y baja las escaleras buscando a Renata con la mirada, se detiene a unos metros y la ve bailando con una bebida en una mano, suspira y menos mal que no eran cosas peores. Se acerca y la jala del brazo, Renata lo mira detenidamente.

-¡Oh, eres Óscar! Pensé, que te habías ido a la casa y me habías dejado abandonada.

-Por favor, soy lo suficiente responsable.

Renata deja la copa en la mesa y es la primera que quiere salir de la fiesta, aunque se tropezaba el en ningún momento la rodeó de la cintura para evitarle una caída. Cuando salen de la gran casa, algunos le advierten que debe estar antes de las 3:00, el abre la puerta y voltea a mirarla, estaba vomitando cerca de un árbol, sube las cejas y la ve perplejo.

-Pense que eras una mujer de autocontrol con la bebida.

-¡Cualquiera se puede descontrolar!- se acerca tambaleando y el le abre la puerta, Renata entra y deja caer su cartera- Soy una torpe.

El le recoge la cartera y se la pasa, cierra la puerta, ve el teléfono en el suelo. Lo recoge y arquea las cejas al encenderlo, no se sorprendía que tuviera mensajes y llamadas de Cristian, entra al auto y le da el teléfono.

-Al parecer alguien anda preocupado por ti.

Renata suspira y tira el teléfono en su cartera, para mirar por la ventana.

-No es alguien tan importante la verdad- Óscar la mira de reojo y enciende el auto, para dirigirse a la carretera- ¿Haz amado a alguien profundamente?

Óscar se queda en silencio, si, amaba profundamente a una sola mujer. Pero, no le daría datos de algo tan irrelevante en esos momentos.

-Se puede amar cualquier cosa, profundamente.

-Lo dudo- se ríe y se echa el pelo hacia atrás, para encontrarse con la mirada azul claro de el- lo digo, por qué, la primera persona que te hace sentir muy bien, te sientes en las nubes ¿Sabes?

-Me lo imagino- se ríe y desvía la mirada hacia el frente para no distraerse- pero, todo se supera aunque duela, algún momento va a desaparecer el sentimiento que sientes hacia una persona.

-Lo dices tan fácil- lo voltea a mirar fijamente- ¿Enserio, no haz amado a nadie?

-Si, querría mucho a alguien, pero, es irrelevante.

Renata se ríe y asiente, para mirar al frente.

-Me lo imagino, sentías lo mismo que yo en estos momentos.

-Quizas- hace pausa- pero, fue hace tanto tiempo que ni quiera me acuerda de su rostro.

-Mentiroso- susurra y la mira de reojo, obviamente el mentía- nunca se olvida a quien realmente se ama.

Óscar no le responde ya que se sentía cierta melancolía, durante el trayecto a la casa de ella, era incómodo por la anterior conversación. Se detiene frente a la casa y Renata sale, cierra la puerta, camina tambaleando hasta la puerta y intenta buscar la llave, Óscar sale del auto y se acerca para poder ayudarle a eso.

-Te ayudaré, ya que estás un poco aturdida- busca en la cartera y encuentra la llave, la muestra, se da cuenta que está muy cerca de ella- ¿Está es?

-No... si- se pone nerviosa y le arrebata la llave, abre la puerta, lo mira por última vez- Gracias, por la fiesta.

-De nada, que duermas bien.

Renata le cierra la puerta y se queda afincada en buen rato en la puerta, recuperando su ser. Esta vez, lo sintió muy cerca de si. Se quita los tacones y sube las escaleras agotada, entra a su habitación y se deja caer en la cama de espaldas, mira el techo y poco a poco se va durmiendo y justo, llaman, se queja y saca el teléfono, lo descuelga sin ver quién es.

-¿Si?

Mantiene los ojos cerrados y, era necesario que durmiera ya que estaba trasnochada.

-¿Habla Renata Gil?

Una voz de una mujer suena y Renata abre los ojos, se sienta en la cama rápidamente.

-¿Si, por qué?

-Cristian Jones se encuentra en el hospital, a sufrido un accidente y a perdido mucha sangre, es necesario..

Estaba ahí, pero su mente estaba viajando a todos los lugares de solo recibir esa noticia de inmediato se levanto y se puso un abrigo, para bajar las escaleras a toda prisa.

-¿Es necesario que?

-Necesitamos a alguien que le done sangre, se a intentado llamar a los demás familiares.. pero, usted es la que está registrada.

-Ire de inmediato.

Se detiene frente al auto y se queda parada un buen rato, ¿Por qué sucedió eso? ¿Por qué ahora? intenta dar la media vuelta y no ir al hospital, seguir su vida normal como si nunca lo a conocido, pero, también se detiene frente a su casa. Cristian la necesitaba ahora, no podía darle la espalda aunque quisiera, aprieta sus puños y piensa en todo, se dirige al auto y lo enciende, solo le ayudaría esta vez, pero, esperaba que algún familiar apareciera. ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué tenía que acceder como una débil? enserio, que se encontraba en un debate si ir o no, pero, decidió ir. Aunque su mente le gritaba que no, que ese era el momento perfecto para abandonarlo, pero, su corazón.. era el que la dominaba.

Renata: creando venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora