Renata mira pensativa el ordenador, recordando aquel sábado que Cristian la llevo hasta la cama y la hizo suya, no podía negar que lo disfruto y no sabe si considerarse estúpida o no, pero, recordaba más la conversación que tuvieron que olvidaba por completo los dedos de el sobre su piel, le daba cierto temor de lo que sea que tuviera en mente y más, involucrando a Óscar que no estaba relacionado con ella en nada. Pero, no podía negar que los celos de cristian mientras la hacia suya, ni siquiera sabe que pensar respeto a aquella situación.
-Aqui está la invitación oficial de la fiesta- mira a Joel que se sienta frente al escritorio- Creo que, Óscar iría contigo, ya que tú eres su invitada especial.
Agarra la invitación y la lee, obviamente es técnicamente de extranjeros, no le emocionaba para nada que Óscar intenté ayudarla.
-Oscar, no me cae bien- confiesa y se recoge el cabello en una cola- es extraño, que quizás se entere de aquella noticia y quiera ayudarme.
-Es normal, o tal vez.. deberías pensar en esta empresa y dejar que el te de una mano, no sabes lo que puede salir de ahí.
-Estoy indecisa, si ir o no.
-Debes ir- Joel se levanta y se dirige a la puerta, la abre y la mira por última vez- Aprovecha está oportunidad.
Cierra la puerta y Renata, marca el número de Óscar. Estaba trazando límites en su mente, mientras esperaba que tomará aquella llamada.
-Renata.
-Si, iré al grano- hace pausa- Aceptaré ir contigo a ese lugar pero, no quiero que sea un caballero y mantenga su distancia.
-Ah, no quiere que la tomé de la cintura, no haré nada de eso, sin su consentimiento.
-Bien, y ¿Donde nos veremos?
-Como dijo, no seré nada caballeroso..- tanta tranquilidad le daba nervios- irá sola, hasta la fiesta y estaré dentro, nadie te va a conocer así que dudo que tú puedas entrar.
Renata arquea las cejas, era obvio, nadie la conocería en un lugar así, se queda en silencio en debate ya que el realmente no va a hacer caballeroso para nada. El se da cuenta de ese silencio y sonríe para si mismo, mujeres difíciles con el, la sabe tratar como son.
-Me esperas afuera, si no salgo, es por que estoy entretenido.
-No iré.
Cierra la llamada y suelta un suspiro, se sentía estúpida por que pedís algo así cuando fue el que la invitó y la llevaría a un lugar que pasaría desapercibida, y solo haría que la conocieran, para tener alianzas con empresas más grandes que la de ella. Su teléfono suena otra vez y lo descuelga.
-Bien, yo fui quién la invite y es mi deber llevarla, pero, mantendré mi distancia como me lo pidió.
-Gracias.
-No la buscaré, me esperara frente a mi empresa y ahí la llevaré.
-Mejor ¿Que más?
-La quiero puntual a las 7:00 de la noche, si llegas a las 7:01 me iré.
-¿Bien?
El cierra la llamada sin volverle a decir otra cosa.
7:00.
Marcaba el reloj de Óscar al bajar las escaleras, saliendo de la empresa, saca la llave de su auto y se detiene al ver a Renata con un vestido azul claro con escote y el pelo liso, detrás de su hombros, sin olvidar que tenía un maquillaje sencillo y se ve perfecta para enamorar a cualquier extranjero de aquella noche, sonríe para si mismo y se acerca.
-Buenas noches, pensé que no llegaría a tiempo.
-Estoy aquí desde las 6:30.
-Que puntual- rodea el auto y abre la puerta del copiloto, para manejar, ni siquiera intentaría ser caballeroso aunque se viera linda- Entra, tenemos que llegar y que está noche logres tener contactos.
Óscar entra y enciende al auto, esperando paciente a que entre, Renata no pierde el tiempo y entra. El la mira de reojo y se dirige a la carretera, analizando algunas cosas. Y no pretendía romper el silencio, pero, Renata no estaba dispuesta a seguir más en ese silencio incómodo.
-¿Por qué quieres ayudarme?
-Dios bendice, al que le ayuda.
-Dame una razón.
Óscar frunce las cejas, no tenía tantas razones por las que ayudar a una persona, simplemente por qué recordaba que aquella empresa estaba en sus mejores momentos, pero, por situación amorosa y robo cayó, le sorprendía que hasta la propia dueña se descuido de si misma.
-Por qué.. me sale, ayudar a las personas y tú- hace pausa- en realidad, algo me dijo en sueños que me acercara a ti y te ayudará.
-No me digas- Renata mira por la ventana como grandes edificios pasan- Si me quieres ayudar, está bien. Pero, no quiero ninguna situación que se esté creando de amor hacia mi.
Óscar la mira de reojo y le presta atención a la calle que se hacia cada vez más solitaria, ya que, es un lugar privado.
-No, no me estoy creando nada.. ni en mis mayores fantasías usted está.
-Eso es bueno, hágalo sin desinterés y tal vez le devuelva lo que me está facilitando.
-¿Como me lo pretendes devolver, Renata?
-Con dinero- dice directa y el se ríe, sube los hombros- Es la mejor forma de devolverle las cosas a una persona.
-Yo no necesito dinero, honestamente.
-¿Con qué quiere que se lo devuelva?
-Sabes que es una pregunta peligrosa.
Renata de queda en silencio, el parque el auto frente a una gigantesca casa victoriana con un montón de personas afuera, con trajes y vestidos de gala mientras disfrutan de la música que suena de adentro de la casa, la mira y añade muy seguro.
-No quiero nada de ti, a menos que tenga que arriesgarme por una desesperada situación a la que tú me necesites.
-¿A que se refiere?
El sonríe y no le vuelve a responder, sale del auto y Renata también, caminan hacia la casa y el le enseña un carnet a dos hombres y los dejan pasar, Renata se queda inquieta ya que no conocía a nadie y tenía que estar obligatoriamente pegada a él, que solo la miraba de vez en cuando ya que se la pasaba saludando a algunos conocidos.
-¡Hey!- Óscar voltea a mirar a Armando que se saludan con una gran sonrisa- Siempre estás al tanto, nunca te pierdes una fiesta de las que hago y más- se acerca- la joven Sandra está esperándolo, está muy ansiosa por verlo.
Óscar sube las cejas, recordando a Sandra, que es unas de sus pretendientes. Asiente y mira a Renata que se ve un poco aturdida por todo.
-Ella es mi invitada, Renata Gil.
Armando la escanea y sonríe gustoso por el visual que se trae Renata y no pasa desapercibido por muchos hombres.
-Encantada Renata, es la primera vez que Óscar trae una mujer a una fiesta, eres bienvenida.
Óscar la mira detenidamente y ve que le corresponde la sonrisa Armando.
-Como se que estás libre, me gustaría que la lleves a socializar y, que hagas algunos contactos, su empresa es muy buena.
-Asi que eres empresaria.
Renata asiente incómoda ya que era nadie en ese lugar y la mirada de Óscar se lo confirmaba perfectamente, ya que el era el único que permanecía a una clase demasiada alta.
-Debo atender a Sandra, y, cuídala.
Armando sonríe y asiente, Renata ve a Óscar alejarse hacia el interior de la casa y desaparecer entre la multitud, en el fondo gritaba que no se fuera.
-Entonces ¿Me toca?
Mira Armando que siempre estaba sintiendo amistoso y no le quedó de otra que seguirle los pasos a los grupos de personas.
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Renata: creando venganza.
DragosteSegunda temporada de "Mr. Cristian Jones". Han pasado 5 meses desde que Cristian Jones decidió darle la espalda, luego de disfrutar su cuerpo y sacar ventaja en la pobre enamorada Renata, la dejo como un trapo viejo tirado. Se hizo su propio enemi...