22. Ya lo decidí.

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5 MESES DESPUÉS.

"Cristian Jones, está detenido por el asesinato de dos grandes empresarios, todavía se está aclarando el tema, pero, han pasado 5 meses y desde entonces..."

Joel apaga la radio y ve, a Renata tomar café tranquila, mientras firmaba un gran contracto. Hace 5 meses, que hay mucha abundancia en la empresa y a vuelto subir a la cima, ahora es la más reconocida. También se fijó en el estómago, que le había crecido, se sienta en la silla del frente.

-Pensé que no podías dar hijos.

-Para Cristian no había hijos, no se cómo esa vez, todo funcionó a su favor.

Joel sonríe y mueve la silla giratoria de un lado otro, tranquilo.

-Supongo que, quedaste como la buena ¿O no?

-No me siento que quede como la buena, tengo un hijo de el, que vendra en camino.

-Debes pensarlo de buena manera, te vas a quedar con todo el dinero que Cristian género.

-No quiero nada de ese hombre, su hijo se quedará con toda esa herencia.

-Entonces.. el hijo quedará como el afortunado de toda esta relación.

Renata sube los hombros, y cierra el folder. También era su hijo, pero, pensar que debía ponerle el nombre de Cristian la hacia sentir incómoda, además, que en algún momento lo volvería a ver. Se levanta y guarda todo en el cajón, agarra su cartera y se la pone en el hombro.

-En realidad, no quiero nada de él- mira a Joel que asiente compresivo- He pensando en aborto, pero, está muy avanzado.

-Ese hijo no tiene la culpa de nada, de lo que ustedes pasaron.

-Solo espero..- camina por la oficina pensativa- Me faltan 4 meses más, espero poder encontrar a alguien que quiera adoptarlo y así librarme de esa responsabilidad.

Joel se levanta indignado, no podía creer que sea ella que dijera esas cosas, entendía el odio pero, no de esa manera tan fría.

-No puedes dar en adopción a un recién nacido ¿Estás loca?

-¡No quiero nada de Cristian!

-Es tu sangre, mujer. Es tu hijo, no puedes pensar de esa forma ¿Que te pasa Renata?

Ella lo mira detenidamente y se dirige a la puerta, ya sabe dónde ir. Sale de la empresa dejando las palabras en la boca de Joel, se monta en el auto y se dirige a la casa de la hermana de Cristian, luego de 20 minutos se detienen frente a una casa bastante bonita, pero, no se fija en nada de eso. Toca la puerta y se cruza de brazos, la puerta se abre, y Mirian la mira serena.

-¿Que haces aquí?- le mira el estómago y, luego a ella- no me lo puedo creer.

-Si, estoy embarazada de tu hermano y no quiero cuidarlo.

Mirian frunce las cejas y abre la puerta, Renata entra y se sienta en un mueble que estaba cerca de la cocina h el comedor, Mirian se sienta en el otro mueble.

-¿Quieres café?

-Quieres que te quedes con el hijo de Cristian, no quiero que sea parte de mi vida.

-Forma parte de ti y, te dolerá.

-No siento ninguna empatía por esta criatura, no quiero cometer algo que le dolería más a Cristian, así que por favor, quedate con el cuando nazca.

Mirian se queda en silencio y toma del café que se había vuelto frío, lo piensa unos segundos.

-Cristian, no supo pensar cuando te eligió a ti. Supongo que ahora, se anda arrepintiendo en aquella cárcel, toda su influencia de a ido por el caño.

Renata guarda silencio, ya que no quería saber nada de él.

-Su libertad depende de ti, quedará limpio de todo ¿Irás ese día?

-No, no tengo ganas de ir y no me pueden obligar.

-Mujer, si Cristian sale de la cárcel se encargará de su hijo y tu, seguirás tu vida normal.

-No puede decir eso, cuando no pasaste por lo que yo pase.

-Y pensar que ahora, eres la madre de su hijo- se ríe incrédula- la vida da muchas vueltas.

Renata asiente un poco melancólica, sin razón alguna.

-No lo quiero volver a ver jamás.

-No lo vas a volver a ver jamás, si sale de esa cárcel.

Renata frunce las cejas curiosa, Mirian sonríe para si misma.

-Pero, eso ya no te debe de importar. Cuando des a Luz, Cristian se encargará de su hijo, y, tendrás la paz que siempre quisiste.

Renata asiente segura.

-Bien.

-Pero, debes pagar una gran cantidad de dinero para que quede libre.

-¿Acaso, no tiene abogado? ¿Y todo el dinero que el tiene en su poder?

-Ese dinero no se toca, es para su hijo, debes darle esa gran cantidad.

-Bien, con tal de no a verlo nunca más.

-Por cierto ¿Como se llamaría el niño?

Renata recuerda el nombre y suspira, relajándose.

-Arnold, Arnold.. Jones.

Mirian sonríe y se levanta, busca algo en su cartera y saca un sobre, se sienta otra vez y se lo atiende a Renata que lo agarra curiosa.

-Te estuve esperando, quiero que leas ese acuerdo y lo firmes.

Renata abre la carga y empieza a leer, la mira y es de la entrega del hijo, por un momento se sintió insegura ya que, Cristian se quedaría con el. Pone la hoja en la mesa y, busca un lapicero negra, firma de inmediato borrando todos esos pensamientos. Se levanta y le entrega la hoja, a Mirian que le sonríe calmada.

-Espero que no te arrepientas, es un hijo, no un objeto y no tiene la culpa de nada, Renata.

-Lo se, pero, ya lo decidí.

Sale de la casa y, entra al auto. Suspira y recuesta su cabeza sobre el volante, se sentía agotada y necesitaba dormir, esperaba que ese hombre si se encargue de lo que ambos hicieron hace dos meses.

CONTINUARÁ.

Renata: creando venganza. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora