PREFACIO

43 6 0
                                    

Mi amor es como fiebre que delira

Por el mal que agudiza el sufrimiento,

Nutriéndose de cuanto el mal preserva

Por aplacar deseos enfermizos.

Mi razón, que en el trance me atendía,

Al ver su prescripción no respetada

Me abandonó, furiosa, y desespero

Pues deseo es muerte sin remedio.

Soy enfermo sin cura ni cordura,

Y presa de morbosas crispaciones.

Desvarío en palabra y pensamiento

Y en vano la verdad me habla al oído,

Pues te he jurado bella, y mi luz clara,

Y negro infierno eres, noche oscura.


William Shakespeare

El Legado de la Oscuridad (Parte IV): RedenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora