REGINA
—¿Sabías que eres la acompañante más buenorra de la historia? —bromea Cole, alzando una ceja, cuando aparezco en el salón de la Mansión Sallow.
—Yo soy la invitada. El acompañante eres tú —respondo, mordaz. —¿Has sabido algo de... —dejo la pregunta a medias.
Seraphina se ha pasado media hora maquillándome, y me mataría lenta y dolorosamente si me pongo a llorar y lo estropeo.
—No más de lo que cuentan las revistas —se encoge de hombros.
—Parece que se lo está pasando en grande... —suelto, con demasiado resentimiento en la voz. —Me parece increíble que ni siquiera vaya a asistir a la boda de su hermano.
—No hace falta que finjas que estás bien delante de mí, ¿sabes? Tranquila, no le diré a nadie que Regina Riddle tiene sentimientos —dice, mirándome con compasión.
Lo miro durante un momento en silencio, debatiéndome sobre si contarle realmente cómo me siento. No he podido desahogarme con Scorpius y Albus durante estas semanas, sería una amiga horrible si me pusiera a contarles mis penas justo antes de su boda... Y Cole Hunter se ha convertido en un muy buen amigo, aunque odio con todas mis fuerzas mostrarme vulnerable frente a otros...
—Está bien... —suspiro. —Hago como que estoy bien, pero qué va. Dicen que cuando tienes mal de amores se te parte el corazón, pero a mí me duele el alma —contengo un sollozo. —¿Y si me quedo así para siempre, Cole? ¿Y si nunca lo olvido?
—¿Y por qué no le llamas de una jodida vez? —pregunta, exasperado.
—Oh, sí, sería una llamada muy divertida. "Hola, James, solo quería informarte de que a pesar de que te dejé, estoy destrozada porque te has ido y no puedo soportar la idea de no tenerte cerca. Pero estoy intentando mantenerme fuerte para no arruinar todavía más tu vida". Suena genial, ¿verdad? —ironizo.
Él pone los ojos en blanco.
—Vámonos, o llegaremos tarde —suelta, finalmente.
***
La mansión Malfoy está exquisitamente decorada en tonos blancos y dorados, que resplandecen en cada rincón.
El jardín está presidido por un enorme arco con grandes arreglos florales en tonos suaves, creando una atmósfera de elegancia y sofisticación.
Las mesas están dispuestas alrededor, cubiertas con manteles de encaje blanco y decoradas con centros de mesa de rosas blancas, mientras las sillas están adornadas con lazos de satén dorado.
Cole me acompaña hasta el arco, mientras sujeto mi ramo de dama de honor, y luego va a sentarse en una de las sillas dispuestas para la ceremonia.
Finjo que me aliso una arruga imaginaria de mi vestido de gasa negro, mientras tengo que luchar contra las lágrimas que amenazan por desbordarse al ver a Scorpius y Albus de la mano, preparados para entrada nupcial.
Pero la visión que se desarrolla frente a mí me nubla la vista, provocándome un violento mareo. James Potter, enfundado en un elegantísimo traje negro, con camisa blanca y pajarita, abraza a Albus y le dice unas palabras.
Entonces, recorre el pasillo que le lleva hasta el arco, y se coloca frente a mí, al otro lado del arco. Cuando nuestros ojos se encuentran, siento como si el mundo entero se detuviera por un instante. El corazón late violentamente en mi pecho, dejándome sin aliento y haciéndome olvidar dónde estoy. Pero, cuando el arpa empieza a sonar y Albus y Scorpius comienzan a caminar hacia el arco, me obligo a apartar la mirada del ser más dolorosamente hermoso que ha existido.
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El Legado de la Oscuridad (Parte IV): Redención
FanfictionÚltima parte de "El Legado de la Oscuridad". Han pasado tres años desde que Regina se fue de Londres, y, para cuando decide volver, ella ya no es la misma. James, por su parte, también ha cambiado mucho: se ha convertido en el Jefe de la Oficina de...