[ Somebody Does Love ] - JIMSU ×

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El sol filtraba sus primeros rayos a través de las cortinas, iluminando suavemente el dormitorio. Jimin se despertó y se dirige a la cocina con la mirada baja y los hombros caídos, cuando estaba por entrar vio una escena que le resultaba a la vez familiar y reconfortante. Yoongi y Jungkook estaban en la cocina, donde el aroma del café y los croissants recién horneados llenaba el aire. La pequeña mesa estaba cubierta con platos y tazas, y el sonido de las risas y las charlas suaves creaba una atmósfera de tranquilidad.

Yoongi estaba en medio de una conversación animada con Jungkook, quien parecía completamente cautivado por las historias que su padre le contaba. La conexión entre ellos era palpable, y Jimin sintió una punzada de felicidad al ver cuánto disfrutaban juntos. Sin embargo, esa felicidad se mezclaba con una sensación de inquietud que no podía ignorar.

Jimin observó cómo Yoongi se inclinaba hacia Jungkook, su rostro iluminado por una sonrisa cálida. Jungkook, con su rostro regordete y sus ojitos brillantes, reía con entusiasmo. La escena era una de las muchas que Jimin había llegado a atesorar, un recordatorio constante de la sencilla alegría que encontraba en su vida cotidiana con ellos.

Con un suspiro profundo, Jimin se entro a la cocina y se unió a la mesa. — Buenos días, Ángel. — besa la mejilla de Yoongi y luego mira a Jungkook quien le está mirando. — Buenos días diablillo. — le besa la cabeza y Jungkook sonríe feliz

Yoongi levantó la vista y le sonrió. — ¡Buenos días! Te estábamos esperando. ¿Quieres algo para desayunar?

— Sí, por favor. — responde Jimin, tomando una taza de café. Mientras se servía, no pudo evitar observar a Yoongi y a Jungkook con una mezcla de aprecio y preocupación.

— ¿Todo bien, amor? — preguntó Yoongi, notando la expresión pensativa en el rostro de Jimin. — Pareces distraído esta mañana.

Jimin intentó sonreír con sinceridad. — Solo estaba pensando en algunas cosas. Nada importante.

Jungkook, que estaba ocupando su tiempo con un croissant, levantó la vista hacia Jimin con curiosidad. — ¿Papá, bien? ¿Tenés mucho tabajo?

— Si conejito. — sonríe mirando al pequeño.

— No te pocupes, cuando sea gande voy a tabajar mucho pada que no tengas que ir tú. — sonríe.

— Eso me parece una idea increíble, bebé. Ahora termina tú desayuno que la mamá de Tae vendrá pronto. — sonríe Yoongi dándole su vasito con leche.

A medida que desayunaban, Jimin seguía inmerso en sus pensamientos. Sabía que su vida estaba a punto de cambiar radicalmente. La idea de que su verdadera identidad, la de Park Jimin, fuera expuesta y que todos supieran que había estado viviendo bajo una falsa identidad, le resultaba abrumadora. Temía cómo reaccionarían Yoongi y Jungkook al descubrir la verdad. Su preocupación se centraba en la posible pérdida de la vida sencilla y amorosa que había encontrado con ellos.