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Al día siguiente, Suran se preparó para una visita importante

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Al día siguiente, Suran se preparó para una visita importante. Vestía un elegante vestido de seda negro, el mismo que solía usar en ocasiones especiales cuando estaba casada con Seungwoo. A pesar de los años y las arrugas que la experiencia le había dejado, aún mantenía una presencia imponente y una gracia innegable. Salió del penthouse de Jimin con un propósito claro: enfrentarse a su exmarido.

Cuando llegó a la empresa Park, fue recibida con la misma reverencia y formalidad que solían ofrecerle cuando era la esposa del CEO. El personal se mostró sorprendido al verla, pero nadie se atrevió a cuestionar su presencia. Suran avanzó hacia el elegante ascensor que la llevaría a la oficina de Seungwoo.

Una vez frente a la imponente puerta de la oficina, Suran se detuvo y respiró profundamente. Cuando entró, Seungwoo estaba en su escritorio, concentrado en un informe. Al levantar la vista y verla, su expresión pasó del desconcierto a una mezcla de sorpresa y desdén.

—Suran —dijo Seungwoo, su tono cargado de incredulidad—. ¿Qué te trae por aquí después de tanto tiempo?

Suran lo miró con frialdad, sin dejarse impresionar por la apariencia pulida y la actitud de su exmarido. Con voz firme, le dijo:

—He venido a decirte dos cosas. Primero, que te ves horrible. Tu nueva esposa definitivamente te está robando toda tu energía y te está envejeciendo. Y en segundo lugar, que no voy a permitir que sigas arruinando la vida de nuestro hijo.

Seungwoo arqueó una ceja, claramente confundido por la declaración. —¿Arruinar la vida de nuestro hijo? ¿De qué estás hablando?

—Lo que te estoy diciendo, Seungwoo —respondió Suran con un tono cortante—, es que no estás haciendo nada para ayudar a Jimin. Más bien, estás contribuyendo a su sufrimiento. Llevas años ignorándolo, y ahora, incluso cuando ha tratado de tomar las riendas de su vida y de ser feliz, tú intervienes de la peor manera posible.

Seungwoo se reclinó en su silla, intentando mantenerse calmado mientras procesaba las palabras de Suran. —No entiendo por qué estás tan enojada. Todo lo que he hecho ha sido ayudar a Jimin a encontrar su camino. Es una excelente oportunidad para él trabajar en el hospital, y finalmente, está haciendo algo que estudió durante años.

—Eso es exactamente lo que me molesta —dijo Suran, acercándose al escritorio de Seungwoo con determinación—. No estás viendo más allá de tus propias ambiciones. Jimin no quiere trabajar en los hospitales de la familia. No quiere esa vida de lujo ni de expectativas que tú y tu nueva esposa han creado para él. Lo único que Jimin ha querido siempre es vivir una vida sencilla.

Seungwoo frunció el ceño, tratando de mantenerse en control. —Jimin está en una posición que muchos desearían. Debería estar agradecido por tener esta oportunidad.

Suran lo miró con tristeza y rabia contenida. —No, Seungwoo. Lo que Jimin quiere es ser feliz. Y tú nunca has tenido la capacidad de verlo. Has estado tan enfocado en tus propios deseos y en el éxito que has dejado de lado a tu hijo. Jimin te ha buscado, ha intentado mantener una relación contigo, pero tú nunca has estado allí para él.

[ Somebody Does Love ] - JIMSU ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora