Astromelia | Rivers x ElMariana

Recatipi-recati-recuti-recatipitu-recapitulizando-recapitulando (parte 1)

Alzaron mi mano, todo el estadio gritaba de emoción, los flashes de las cámaras parpadeaban a mi alrededor, esto era un sueño hecho realidad. Sin embargo, en el fondo me sentía incapaz de estar contenta como todos los demás. Ni siquiera sonreía, todo este día había sido un tobogán de emociones extremas, una montaña rusa más bien.

El mojón estaba a mi costado y me acerqué a él intentando encontrar un poco de consuelo, sus brazos me apretaron fuertemente y mi melancolía solo fue en aumento.

—Te lo mereces, preciosa, lo hiciste increíble —me dio un suave beso en la mejilla y sentí que tal vez había sido mala idea recurrir a él. Aunque en el fondo, muy adentro de mi alma, su apapacho era lindo.

Todos me abrazaban, todos estaban felices, para mí la sensación era más bien agridulce. Lo había dado todo, esto era el final de mi camino, pero mi "derrota" anterior me tenía toda molesta y triste al mismo tiempo, quería salir de aquí cuánto antes.

Mi familia me esperaba abajo, los saludé y Félix se quedó a mi lado, desde unos meses atrás, él y yo nos habíamos vuelto buenos amigos. Bueno, yo me la pasaba rechazándolo a cada rato, pero el cabrón era demasiado paciente para mi gusto.

Ama, Ronny y Osvaldo se adelantaron, suspiré y caminé atrás de ellos mientras amablemente le otorgaba saludos a todos los que me estaban apoyando desde las gradas. Ama abrazaba a Valdo y yo deseaba saber cuál era el tema de conversación de esos dos, últimamente eran más amigos que antes, incluso ella me hostigaba con perdonarlo.

—Dos días atrás—

—Yo... quiero saber si algún día vas a perdonarme —Osvaldo miraba fijamente al monitor, su pregunta me sacó muchísimo de onda, por suerte, ninguno veía al otro.

Teníamos meses sin hablar a solas y como siempre, él fue directo al grano. No sabía qué decirle o qué hacer, pensé en salir y sordearme; todavía no estaba lista para contestar a esa pregunta, pero él parecía hablar en serio y sentí que decirle la verdad, era lo mejor.

—No lo sé, sí te soy honesta... no sé qué hacer —mi voz era un desastre, definitivamente este no era un tema fácil para mí. Lo había postergado todo este tiempo—. De verdad quisiera... —convivir con él hoy, me hizo recordar lo bien que nos llevábamos antes de todo y extrañaba eso. Él me miraba preocupado y yo desvié mi vista hacia el techo.

—No es necesario... si tú te sientes así está bien... no te fuerces a sentir algo que no. Solo quiero aclarar una cosa, o dos —sonaba tan tranquilo que no pude evitar pensar mal de él.

—¿Qué?

—Yo... no te usé —suspiró con fuerza, al parecer su fachada se estaba cayendo también, alzó su mano para seguir hablando—. Yo... de verdad... te quiero mucho —apreté mis manos para suprimir cualquier pinche pensamiento o emoción dentro de mí—, pero sé... sé que esto ya no tiene futuro... —Soltó una lágrima y quise salir huyendo de nuevo, pero continuó—: me doy cuenta de eso y quiero que sepas que estaré el día de la velada, solo como parte del compromiso que hice contigo pero si no me quieres ahí, yo no iré, no quiero incomodarte ni nada de eso.

¿Cómo chingados podía ser tan fuerte para decirme todo eso? ¿Acaso... tengo razón y sus sentimientos hacía mí no eran reales? Lo ví y sus ojos tenían un aire de preocupación: parecía real. Mi cabeza era un desmadre, no sabía si alguna vez podría decirle todo lo que en verdad sentía sin caer a llorar.

—Ve... ya está tu chaqueta —me estaba muriendo por dentro, ni siquiera tenía sentido lo que acababa de decirle.

—Okey... y... por último... —comenzó a llorar, yo ni siquiera podía hacerlo, tal vez era más fuerte de lo que pensaba—. Yo... me voy a alejar de tí después de esto, creo que es lo mejor que puedo ofrecerte, nada cambiará, por lo que no es justo seguir así, ni para mí, ni para ti, puedes decirle lo que quieras a tu comunidad, yo respetaré eso y aguantaré lo que sea —se paró y caminó hacia mí, me tensé de inmediato. No sabía cómo es que seguía de pie, todo me daba vueltas y mi estómago estaba apretado.