Te sostendré. ᢁ #minlix. (©)

Capítulo 10

—Lo que dijiste hace una semana ha estado en mi mente mucho tiempo, ¿sabes? Yo no quería que te sintieras así —dijo el mayor mientras se sentaba en el borde de la cama.

—Es que no pude evitarlo —confesó—, los demás ya me dijeron que no debo culparme pero en ese momento fue inevitable, incluso ahora me sigo sintiendo así y sé que no debería. —Hizo un ademán con sus hombros.

Minho entró al departamento y lanzó su abrigo a un sofá al igual que sus llaves, ignorando por completo el perchero a su lado, luego se dirigió a la cocina por un poco de café y después regresó a la sala para sacar su celular del abrigo, distrayéndose un poco con los mensajes de Hyunjin que aparecían en la pantalla de bloqueo. Y justo cuando Iba a su habitación logró oír ligeras voces que al principio no reconoció.

Ese día todos habían salido (o al menos eso le habían dicho), Jeongin y Seungmin irían al cine y después a comer, Chan y Jihyo se verían en el zoológico al medio día, y por la tarde Felix se encontraría con ellos dos.  Por lo que algo extrañado se acercó a la habitación de Felix que era de donde provenían las voces, una vez cerca de la puerta decidió juntar un poco su rostro a la puerta, logrando escuchar mejor.

—No quise que sintieras culpa, realmente yo me cegué por aquel deseo de algo más, no pensé en nadie, ni en Jisung, ni en Jungkook, ni en Beomgyu, ni en ti... Y me arrepiento de eso. —Suspiró— Perdón, no te quería lejos de mí, pero sólo busqué desesperadamente la victoria.

—Hyung —murmuró tratando de ocultar el sollozo—. Te quiero.

—Mi Felix... —musitó con tristeza—. También te quiero... —Se acercó a él para abrazarlo— Y por favor, no te culpes, tú eres un artista genial, ¿si?

El menor asintió con la cabeza mientras se aferraba a él con fuerza.

«Hipócrita.» Pensó Minho antes de alejarse de la puerta.

Regresó a su habitación siendo cuidadoso para no hacer ruido, no quería interrumpirlos, mucho menos verlos juntos así que cuando entró a su recamara cerró la puerta y se dejó caer en su cama, una vez mirando el techo suspiró.

—¿Por qué? —preguntó a sí mismo—. Él ha dejado a sus compañeros tirados, Felix no tiene porqué... —Detuvo sus palabras y negó suavemente con la cabeza—. No importa.

Pasaron varias horas más y los chicos aún no llegaban, cosa que era extraña para Minho. Hace un buen rato que Changbin se había ido sin darse cuenta de la presencia de Minho al igual que Felix ya que éste último no había salido de su habitación hasta que decidió tomar un baño por lo que con su toalla sobre el hombro se dirigió al baño. 

El ruido tras la puerta del baño le impidió abrir la misma ya que se asustó al saber (mejor dicho creer) que estaba solo. Sintió su corazón latir con fuerza ante la idea de algún extraño pero no se permitió cohibirse ahí ya que algo tenía que hacer por lo que luego de agarrar más valor abrió la puerta y con rapidez y la toalla que ya había tomado entre sus manos, comenzó a golpear al mayor mientras le gritaba un sin fin de maldiciones.

—¡Mierda, Felix! ¡¿Qué haces?! —exclamó tratando de alejarse de él.

 Al oír esa voz Felix alzó su vista inmediatamente y se sorprendió al ver a Minho casi desnudo, y era casi porque por suerte (o mala suerte) sólo llevaba una toalla sujeta a sus caderas.

—¿Hy... Hyung? —Tartamudeó un poco al verlo así pero finalmente cayó en cuenta—. ¡Hyung, es usted! —Ahora el sonrojo en sus mejillas no eran sólo por verlo así, sino también por la vergüenza— ¡P-perdón! ¡De verdad por favor perdón! —Trató de mirar a otros lados pero sus ojos paraban donde mismo; en el torso desnudo ajeno— ¡N... No sabía que estaba en casa, no escuché a qué hora llegó y pensé que alguien se había metido a robar!