Maternidad y Romance

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Narra Addison

No voy a mentir, las primeras noches fueron difíciles, ambas somos primerizas y tuvimos que adaptarnos a un estilo de vida completamente nuevo, pero valía la pena cada segundo.

Luego de anunciar nuestro compromiso casi no tuvimos tiempo a solas, no me sentía lista para dejar a los bebés con alguien más y Mer tuvo que regresar al trabajo.

Estuve averiguando por restaurantes finos o algún lugar lindo para poder disfrutar una noche con mi prometida. Debía reservar con anticipación, asi que eso me daría tiempo para hacerme a la idea de salir de casa sin mis niños.

Los bebés cumplieron su primer mes en un abrir y cerrar de ojos, era hermoso ver cómo bastaba con hablarles o cargarlos para que se sientan seguros, Mer les inventaba canciones para toda ocasión.

Hoy luchamos bastante para cambiar los pañales de Bailey, ésta última semana se le dió por orinarnos cada vez que estábamos por ponerle su pañal limpio. A modo de estrategia me ofrecí a cambiar el pañal de Ellis para dejarle a Mer la tarea difícil.

- No hacemos pipí encima de mami, claro que nooo - la escuché conversar con el bebé

- Si me haces pipí, mami Mer se robará las bubis de mamá y se las quedará para ella sola - dijo besando su barriguita.

La miré fulminante y ella sonrió inocentemente.

- ¿Qué? Fueron mías primero, sólo se las estoy prestando - dijo guiñándome un ojo muy atrevida.

- Termina de ponerle el pañal, luego veré qué hago contigo - sacudí la cabeza, no sé de dónde saca tantas ocurrencias ésta mujer.

- Puedes hacer lo que quieras conmigo - agregó poniendo una voz ronca que me enloquecía.

Me mordí el labio intentando disimular, pero es obvio que se había dado cuenta.

Terminó de cambiar a Bailey, para sorpresa de ambas, la amenaza de Mer funcionó, ésta vez no tuvimos que limpiar su pipí de nuestra ropa limpia.
Los dejamos en sus cunas por un rato para su siesta, ya que en la noche duermen con nosotras por ahora.

Quise aprovechar el tiempo que estarían dormidos para arreglar nuestra habitación, fuí hacia allá rápidamente y escuché cómo la puerta se cerraba a mis espaldas. Las manos de Meredith rodearon mi cintura y subieron poco a poco hacia mis pechos mientras me besaba el cuello. Tenía cosas que hacer, pero también tenía demasiadas ganas de estar con mi novia y dejarla tocar cada centímetro de mi cuerpo.

Me dí la vuelta para besarla desenfrenadamente, empecé a quitarle la ropa, teníamos que ser rápidas, uno de los bebés podía despertar en cualquier momento. Me arrojó a la cama y empezó a besarme mientras sus manos recorrían mi cuerpo, quitó mi pantalón y apretó mi trasero haciéndome jadear. Estaba a punto de bajar mis bragas cuando oímos un llanto por el monitor de los bebés. Suspiramos y nos levantamos resignadas.

- Deja, yo iré a ver qué pasa - me dijo dándome un beso rápido y yendo a ver a los pequeños.

Me quedé sentada en la cama con el útero alborotado, deseando haber tenido aunque sea unos minutos más. Definitivamente tenía que organizar esa noche a solas, necesitaba sentirla, probarla, escucharla gemir en mi oído, la quería para mí sola.

Antes de que mis bebés cumplieran dos meses, ya tenía reservado el restaurante y había hablado con Callie y Arizona para que cuidaran a los pequeños. Me dijeron que también estarían con Mark y Lexie, así que podía quedarme relajada. Todos aman a los bebés y son responsables, aparte Arizona es pediatra, no hay nadie mejor para cuidarlos ¿Verdad? Creo que aún siento un poco de nervios al respecto.

No Quiero Ser Tu Amiga // Grey's Anatomy (Meddison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora