Meredith visita a Addison para ofrecer sus disculpas, sin imaginar que esa noche terminará cambiando para siempre la forma en que se ven la una a la otra. Iniciando un romance prohibido que tendrá que pasar por sobre todas las adversidades para pode...
Mer ha estado como loca por las hormonas, apenas llevamos dos meses de embarazo y ya me ha hecho el amor en cinco lugares prácticamente públicos. Ya no sé cómo escaparme de ella, también se encuentra muy sensible, así que rechazarla no es una opción, me convertí en una especie de esclava sexual para mí esposa.
Hoy es la inauguración de mi clínica, oficialmente seré jefa de un establecimiento médico privado, mi nombre resuena entre los círculos médicos más codiciados y respetados. Me arreglé muy formal y elegante, estaba tan ansiosa que nada de lo que me ponía me parecía suficiente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Mi vida, estás perfecta, pero si no te apresuras llegaremos tarde - dijo Mer abrazando mi cintura por detrás mientras me miraba en el espejo.
Su voz me relaja mucho, dejé caer mi cabeza sobre su hombro entregándome a su cariño.
- Te amo - dije volteando para besarla.
- También te amamos - respondió sobando su vientre.
- maamá, abazooo - exclamó Bailey abrazándose a mi pierna.
Lo levanté y lo abracé con fuerza besando sus mejillas, terminé dejándole marcas de labial rojo por todo el rostro. Lo limpié y retoqué mi maquillaje para luego tomar a Ellis y llevarlos a la guardería, hoy nos esperaba un día lleno de nuevos retos e ilusiones.
Dejamos a los niños y fuimos directo hacia el ascensor, estábamos a sólo media hora de la apertura, quería llegar lo más puntual posible, algunos de los ejecutivos ya estaban allí. Primero debíamos ir al último piso para tener una pequeña reunión, sólo espero no llegar última.
- Bebé, tranquila, estamos a tiempo - dijo Mer intentando calmar mis nervios.
Todo iba normal, hasta que un ruido estruendoso nos aterró y una fuerte sacudida hizo temblar todo el suelo, el temblor duró varios segundos, en lo que pareció ser una caída corta pero fuerte que nos dejó en el aire. Mer cayó al piso luego del impacto, todas las luces se apagaron y el ascensor se detuvo en seco, me sujeté de las paredes para no perder mi equilibrio.
- ¡Amor! - exclamé yendo hacia ella para ayudarla a levantarse, temía que pudiera estar lastimada.
- Estoy bien ¿Tú lo estás?- afirmó dejándome tranquila y preocupándose por mí.
- Sí, lo estoy - respondí sin soltar sus manos.
Algunas chispas aún saltaban del panel de botones, no quería tocar nada, pero escuchaba movimiento afuera y quería comunicarme.
- ¡Hola! ¿Quién está ahí? - gritó una voz familiar desde el otro lado.
- ¡Richard! Somos Meredith y Addison ¿Qué pasó?- pregunté, al parecer nos separaba por lo menos un piso de distancia, ésto no está bien.
