Distancia

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~2 años después~

Narra Meredith

Ésta misma noche se celebra un evento muy importante, luego de mucho tiempo viajando por labores médicas en el extranjero y dando lo mejor de mí como jefa de cirugía por fin tenía un momento de festejo. Hoy se reunirían ejecutivos y cabeceras de los centros de salud más prestigiosos del país para una gala en la que sería nombrada como la nueva jefa del hospital. La ceremonia también será en honor a la trayectoria de Richard Webber tras años a cargo del Mercy Grace de Seattle, se tratarían muchas cuestiones y se otorgarían honores a varias personas, siento mariposas en el estómago.

Ayer pasé el día con Amy, Cristina y Lexie, son mis chicas favoritas, vimos películas acompañadas por un poco de tequila. La única excepción fue Lexie, ya que no puede tomar estando embarazada, ya tiene cuatro meses y aún siento que fue ayer cuando se hizo aquella prueba.

Lex se fue anoche para dormirse temprano y descansar, ahora que está embarazada, Mark se volvió súper sobreprotector con ella, es como una mamá osa.

- Le pregunté a Arizona qué tan grave es una caída de la cama para un bebé de siete meses, aún no me contesta, siento que me está juzgando - dijo Amy con su celular en una mano y su bebé Scout en la otra, hubo un pequeño accidente en la madrugada y ahora está preocupada.

- Cayó sentado, si se hubiera golpeado la cabeza habría llorado, créeme - dije para tranquilizarla, entiendo sus preocupaciones como mamá primeriza, al menos puedo darle consejos en base a mi basta experiencia con cuatro niños.

- Tal vez tienes razón, debería relajarme un poco - dijo apartando su celular para poder prepararse un desayuno sin estar pendiente a los mensajes.

- Claro que tengo razón, la tía Mer siempre tiene razón ¿No es así? - exclamé haciéndole cosquillas a Scout para que su risa me diera la razón.

- Sólo desde que Addie se fué - respondió con malicia para molestarme y bromear un poco.

- No me hagas recordar que no está - lloriqueé haciendo un pequeño berrinche que la hizo reír.

Addison lleva dos semanas fuera, tuvo que viajar a la República del Congo para dar asistencia a unos bebés siameses que nacerían necesitando una cirugía de emergencia muy compleja para extirpar una serie de rumores que obstruían sus vías respiratorias. Fue la única cirujana que se ofreció a trabajar en ese caso, enfrentándose a las condiciones tan vulnerables de ese país y el escaso equipo médico, era un reto que había aterrado a muchos otros profesionales, los medios la tenían como una heroína, no puedo estar más orgullosa de ella, es mi ángel.

Su estancia allá debía durar como máximo una semana, pero se extendió cuando decidió brindar ayuda a mujeres y darles un lugar seguro en el cual poder proteger su salud sexual y reproductiva, realizando tratamientos, llevando métodos anticonceptivos y realizando abortos seguros para víctimas de abusos y mujeres que no quisieran ser madres, haciendo valer su derecho sobre sus cuerpos. Los dirigentes del país no estaban contentos con eso, ha recibido varias amenazas y estoy con los nervios de punta, me aterra que le pase algo estando a miles de kilómetros de casa.

- ¿No volvió a escribirte? - preguntó Amelia al notar mi angustia.

- No, mis mensajes no le llegan, ayer me dijo que iría a una zona en la que no tendría señal, pero que llamaría cuando pudiera - respondí con pesar, me invadía una sensación de pánico el no saber nada de ella.

- ¿Cuándo vuelve mamá? - preguntó Ellis entrando a la cocina con ojos de recién levantada.

- Buenos días hermosa - dije con una sonrisa yendo a levantarla para darle un fuerte abrazo.

- Volverá pronto, recuerda que tiene muchas vidas que salvar - le recordé con dulzura para que no se angustiara.

- La extraño - dijo ella apoyando su carita sobre mi hombro.

- Lo sé, yo también - suspiré mientras acariciaba su cabello, todos la extrañamos demasiado, nada es lo mismo sin ella.

Amelia lleva varios días quedándose en casa para hacerme compañía, sabe que no me gusta sentir la casa sola, sobre todo ahora que los gemelos ya van al jardín de niños. Amy está viviendo en la casa de Derek, accedí a que se construya tal cuál sus planos, pero no para nosotras, sino para Amelia, ella se lo merece más que nadie y me pareció un bonito gesto para que pueda sentirse más cerca de su hermano.

- Carina está afuera, si olvido algo me lo regresas mañana ¿Sí? - dijo apresurada reuniendo todo lo que había traído y despidiéndose con besos y abrazos.

- Nos vemos ésta noche, cuídate - saludé viendo cómo se iba, dejándome de nuevo sola con mis pequeños.

- ¿Puedo desayunar hotcakes con helado?- preguntó Ellis con una sonrisa llena de picardía.

- ¿De dónde sacaste esa idea? - pregunté sorprendida.

- La mamá de James lo deja desayunar hotcakes con helado - me explicó alegremente, James es un niño de su salón que tiene la mala fama de decir mentiras descabelladas.

- Por eso James siempre tiene dolor de panza, porque está llenaaaa de bichoosss - dije empezando a hacerle cosquillas en su pancita haciéndola reír a carcajadas.

- James dice que es raro tener dos mamás - dijo Bailey apareciendo de la nada para sentarse a la mesa como todo un señorito.

- Eso es porque también tiene bichos en el cerebro, ya no quiero que hablen con James - dije para dar por terminado el tema.

Por el momento, James es el único niño que los ha intentado molestar, pero mis niños tienen la suerte de haber sacado el carácter de su madre, así que no se dejan intimidar.

Levanté a los dos más pequeños y tuvimos un lindo desayuno en familia, como es sábado, nadie debe ir a la escuela y yo no debo ir a trabajar, ya que me espera una noche especial, así que podemos hacer lo que queramos todo el día. Los llevé al parque, luego almorzamos con Callie, Arizona y sus hijos, todas planeábamos cansarlos para facilitar el trabajo de las niñeras durante la noche.

Una vez que estuvimos de vuelta en casa, sólo pude pensar en Addison, mis mensajes seguían sin llegarle, mis llamadas iban directo al buzón y mi tranquilidad se esfumaba por completo. ¿Y si le pasó algo? La conozco y sé que no conoce límites a la hora de protestar y defender los derechos de quienes lo necesitan, admiro eso de ella, pero en éste caso pudo haberse metido en problemas.

- Lo más seguro es que haya ido a algún lugar en el que no hay recepción, dale algo de tiempo, si mañana sigue sin contestar tomaremos el primer vuelo al Congo - dijo Alex por teléfono intentando persuadirme de correr al aeropuerto en ese mismo momento.

- Bien, esperaré hasta mañana, pero si algo le pasa no voy a perdonarte que no me dejaras ir tras ella - dije en tono de amenaza, sintiendo mis nervios a flor de piel.

- Tranquila Mer, ella sabe qué hacer, es brillante, va a estar bien - me tranquilizó.

- Tienes razón - suspiré - Lo lamento, es sólo que se siente muy extraño tenerla lejos y no saber nada, sólo puedo imaginar cosas malas, espero estar menos paranoica ésta noche -

- Será una gran noche, sólo tienes que calmar esa cabecita y disfrutar tus logros - agregó con un tono fraternal, Alex es un sol de persona.

Colgué y me encargué de distraer mi mente revoltosa para dejar de pensar en lo mucho que extrañaba a mi bella esposa. Por suerte mis pequeños son lo suficientemente revoltosos como para lograr combatir mi angustia. Son un torbellino, no puedo esperar para que Addie escuche todas las nuevas canciones que inventamos.

Narra Addison

Perdí mi teléfono, estoy a las corridas y todo está saliendo terriblemente mal. No sé cómo todo terminó así, pero tengo que solucionarlo.

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Se acerca el gran finaaalll

No Quiero Ser Tu Amiga // Grey's Anatomy (Meddison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora