El Festejo

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Narra Addison

Pasaron dos meses, nuestra boda se veía cada vez más cerca, los niños ya gateaban por toda la casa volviendo loca a su tía Amelia y Mer acababa de titularse como cirujana. Todo marchaba a la perfección, me sentía demasiado orgullosa de mi novia. Izzie, Alex, Cristina y Lexie también se habían titulado, por lo tanto, planeábamos festejar sus logros con una salida al bar.

Mark y yo planeamos la noche, sería algo tranquilo, queríamos verlos disfrutar y divertirse como merecían.

- Podemos ir al bar al que fuimos cuando Meredith golpeó a un tipo - propuso, era una buena opción.

- Puede ser, todos se divirtieron mucho esa noche -

Somos doctores, así que en realidad no contamos con mucho tiempo libre para salir de fiesta, no conocíamos muchos lugares a los que pudiésemos ir.

Se sumaron Richard, Amelia, Arizona, Callie y Carina, también querían festejar y acompañar a los chicos para felicitarlos.

La noche llegó y Miranda se había ofrecido a ir a casa y cuidar a nuestros niños. Son bebés de 10 meses ahora, sólo la volverían un poco loca porque son inquietos como su mami Mer, pero sé que estarán bien.

Narra Meredith

Mark y Addison nos llevaron a mi y a Lexie para festejar nuestro gran logro. Me sentía muy contenta, todo en mi vida marchaba bien, sentí que no podía pedir más, tenía a las personas que amo a mi lado y mi carrera iba en la mejor dirección posible.

Llegamos al bar y ahí nos encontramos con los demás, Richard me dió un gran abrazo y me dijo lo orgulloso que estaba de mí, casi logra hacerme llorar, ha sido un gran apoyo para mí y un gran abuelo para mis bebés.

- Pediré unos tragos para ir calentando, no empiecen a hablar de cosas sucias sin mí - dijo Mark yendo a la barra.

Las bebidas empezaron a llegar y todos buscamos excusas para brindar una y otra vez. Addie llevaba casi dos años sin beber por el embarazo y la lactancia, así que el alcohol no tardó en hacerle efecto. Las copas iban y volvían, tal vez nos emocionamos un poco, no salimos muy seguido del hospital.

- A ver, presten atención ¿Están poniendo atención? - dijo Alex tambaleándose.

- Ya, sólo dilo - soltó Cristina también algo ebria.

- Bien, le daré 100 dólares al que vaya a la barra y consiga el número de esa chica que está ahí - indicó señalando de forma demasiado obvia a una rubia alta sentada en la barra.

Todos nos negamos, ya que teníamos parejas y no queríamos salir regañados. La única que se paró fue Amy.

- Yo lo haré, cobardes - dijo parándose y yendo como si nada.

La vimos charlar y hacer reír a la mujer de la barra, lo estaba haciendo bien, al final regresó sintiéndose victoriosa.

- Listo, quiero mis 100 dólares - reclamó y Alex tuvo que dárselos.

Antes de que se le ocurrieran más retos que pudieran poner en riesgo nuestras relaciones, propuse ir a bailar a la pista. Estuvimos todos de acuerdo y fuimos a bailar, Addie bailó con Richard, estaba muy animada y no paraba de reír, amo verla así.

Más adelante en la noche, yo bailaba con los chicos tranquilamente, cuando sentí unas manos rodear mi cintura y voltearme de golpe, era Addison, coqueteandome como si no me conociera.

- Te ví bailando y...me pareciste muuuyy hermosa - dijo arrastrando las palabras.

- ¿Estás soltera? - preguntó y yo me aguanté la risa para ver hasta dónde llegaba.

- No, de hecho estoy comprometida - respondí mostrándole el anillo que ella misma me había regalado.

Me soltó de pronto y se alejó arrepentida.

- Lo lamento, es que eres tan linda - dijo llorando, no podía creer lo que pasaba, nunca la había visto tan ebria.

- Amor, estoy comprometida contigo -

Reí y la besé, sabía a vodka, estaba demasiado alegre.

- Tengo que confesarte algo...- murmuró cerca de mi boca - Tengo dos hijos ¿Aún así te gusto?-

- Sí, me gustas mucho - le seguí el juego, era demasiado divertido.

La noche pasó volando y amanecimos en casa, yo recordaba todo, pero no creo poder decir lo mismo de Addie, apenas podía abrir los ojos.

- Buenos días preciosa - saludé dándole varios besos.

Sólo me respondió con un quejido inentendible, lo interpreté como un "buen día mi amor" y bajé para prepararle un café. En la cocina ví ropa que no era nuestra desparramada por el suelo. La levanté y seguí el rastro hasta la sala.

Casi deseé arrancarme los ojos en ese momento, encontré a Mark y Lexie desnudos en mi sofá durmiendo plácidamente. Ni siquiera recordaba haberlos traído con nosotras.

- ¡Ay por dios! Pónganse ropa - gritó Amelia entrando a la sala, llevándose la misma sorpresa que yo.

Lexie despertó asustada y se tapó con lo que pudo.

- Mer, lo siento, anoche llegamos, nos dimos unos besos, luego una cosa llegó a la otra y...-

- Ya ya, no me cuentes, sólo vístete - la interrumpí lanzándoles la ropa evitando a toda costa seguir viéndolos desnudos.

Se pusieron ropa y luego fueron a sentarse a la cocina conmigo y Amelia. Addie bajó al rato, envuelta en su bata y con los ojos aún medio cerrados.

- ¿Qué hacen ustedes aquí?- preguntó confundida al ver a Mark y Lex.

- ¿Aparte de tener sexo en nuestra sala? - respondí mirándolos.

- ¿Tuvieron sexo en nuestra sala? Mark qué asco, aquí viven niños - lo regañó y se sentó con el seño fruncido, se veía muy tierna.

- Empezó en la cocina, pero luego terminamos en la sala - aclaró Mark sólo para molestarla.

Fue una discusión divertida, pero en realidad sólo quería sacar esa imagen de mi cabeza.

- Al menos yo no anduve pegado a Meredith toda la noche como un pervertido- dijo Mark con ironía recordándole a Addison sus hazañas de anoche.

-¿Cuál es el problema? Es mi novia - respondió.

- Sí, pero llorabas cada vez que te decía que estaba comprometida - rió Amy.

Addie se puso roja de vergüenza y bebió su café en silencio mientras los demás reíamos. Le dí unos besos en la mejilla y luego subí a ver a mis niños.

Ambos estaban despiertos, así que cambié sus pañales y bajé con ellos en brazos, era como hacer pesas, estaban enormes.

- Holaaa mis bebés hermosos - chilló Addie llenándolos de besos.

Sus tíos también los saludaron, Lexie se derretía de amor cada vez que los veía, los hacía reír mucho.

Mientras les preparaba el desayuno y Lex los cuidaba, Amy había ido a atender una llamada urgente, no sabíamos de qué se trataba pero nos quedamos expectantes.

- ¿Recuerdan el caso de los siameses de Boise?- preguntó regresando con su celular en mano.

Todos asentimos, era un caso que estábamos atendiendo entre varios, ya que era algo delicado y muy complejo. Se supone que los médicos del hospital de Boise vendrían hasta Seattle para trabajar en conjunto.

- Pues acaban de avisarme que no hay forma de que la cirugía se realice aquí, así que nosotros tendremos que volar a Boise-

Estuvimos de acuerdo en que era lo mejor para los pacientes, un vuelo así podría significar muchas complicaciones para ellos, estábamos más que dispuestos a hacer el viaje.

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Se vienen cosas intensas, pero les prometo que nadie va a morir...creo.

No Quiero Ser Tu Amiga // Grey's Anatomy (Meddison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora